Apenas enunciado y sin que todavía se vislumbren plazos de ejecución ni menos todavía una reglamentación puntual, el proyecto municipal de cambiar la disposición de los tradicionales colores negro y amarillo que identifican a los taxis de General Pueyrredon ya comenzó a despertar polémicas. La idea surgió hace un tiempo desde la Asociación Marplatense de Propietarios de Taxis, que acordó llevarla adelante con las autoridades del municipio: modificar la estética de las unidades de taxis creando un nuevo diseño que se convierta en una identidad puramente marplatense.

Se sabe, la propuesta es mantener los colores negro y amarillo pero dispuestos de otra manera en el vehículo: fondo totalmente negro con cinco rayas verticales de cada lado, pintadas en las puertas delanteras.

Ayer, conductores y peones de taxis pusieron objeciones. Pero las opiniones divergentes no apuntaron a echar por tierra con la iniciativa sino más bien ubicarla más abajo en el orden de prioridades para mejorar el servicio que ellos tiene. Dicho de otro modo, hablaron de atender primero y dar soluciones a la inseguridad, a la renovación de unidades y a la competencia desleal ejercida por el funcionamiento de taxis o remises clandestinos. Este último es un antiguo reclamo que vienen haciendo a por lo menos los tres últimos gobiernos municipales, sin respuesta satisfactoria: aseguran los choferes que el número de "truchos" supera ya al total de la flota de taxis.

Juan Carlos Habib, el presidente de la asociación de propietarios de taxis que oportunamente llevó su idea al municipio, la fundamentó diciendo que el cambio en la estética de los vehículos "pretende generar una identidad marplatense". Pero ya en su momento advirtió que la modificación "se haría de manera lenta y progresiva" y "sólo a partir de la renovación del vehículo". Es decir, que no habría necesidad de volver a pintar las unidades que están circulando y que tienen años de uso por delante.

Por su parte el titular de la Sociedad de Conductores de Taxis de Mar del Plata Raúl Vicente, recordó que en diciembre pasado y en una reunión con el intendente Gustavo Pulti, "se planteó lo de eliminar el techo amarillo y pintar en las puertas delanteras cinco líneas verticales de este mismo color".

"Sin oponernos a esta idea nosotros sostenemos que existen otras prioridades que necesitan inmediata atención en nuestro sector como son la inseguridad -cada vez más creciente- y la existencia de un servicio paralelo al nuestro e ilegal, que nos afectan de gran forma haciendo peligrosa nuestra tareas y disminuyendo nuestra rentabilidad", explicó Vicente.

Puso ejemplos. Sobre la inseguridad recordó que "hoy se nos hace imposible levantar pasajeros en el interior del barrio Centenario porque nos roban. Igual la gente no puede caminar por los pasillos e ir afuera a tomar un taxi, porque correría igual suerte". Y en cuanto al segundo tema aseguró que "hay casi 3.000 autos ilegales transportando pasajeros, cuando la flota total de taxis legales llega solo a 2.147", tras lo cual responsabilizó a la Municipalidad por no controlar esa situación. "Si siguen proliferando, pronto nos van a duplicar", insistió Vicente.

En caso de implementarse el cambio de diseño en los taxis inicialmente abarcaría solamente a unos pocos, ya que -aseguró Vicente- "el 70% fue reemplazado por autos nuevos y más cómodos, por lo que tenemos una flota casi totalmente nueva, con móviles de menos de 5 años" de rodaje. Finalizó diciendo que los choferes de taxis van tramitar una reunión con el intendente "para exponerle que el cambio de diseño de nuestros vehículos no es una cuestión prioritaria. Hace falta primero atender los dos problemas que describimos". De manera similar se expresó el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Donato Cirone, quien ya desde el principio, cuando se echó a rodar la idea del cambio de diseño se manifestó en contra. "Hay otras prioridades", dijo y ubicó en primer lugar "la atención a los problemas de inseguridad principalmente en la periferia de la ciudad".

Aclara la Municipalidad

El flamante director general de Movilidad Urbana municipal Guillermo Iglesias fue quien -siendo entonces titular de Transporte- recibió la propuesta de los taxistas. Aclaró que "desde la Municipalidad no instalamos el tema de modificar el diseño de los taxis, sino que fue obra de una entidad que vino a proponerlo". Pero "no nos opusimos a que se implemente, sino que la apoyamos, aunque para hacerlo necesitamos del consenso de todos los que participan en este área".

Ese consenso es el que todavía parece difícil de conseguir entre los distintos sectores de la actividad. Iglesias prosiguió diciendo que "tampoco queremos que se trate de un cambio brusco, si es que existe acuerdo, porque nadie nos dijo que se oponía, sino que sea algo progresivo".

En definitiva, para la Municipalidad lo que se modifique debe resultar "superador" de lo que hay en este momento, y sobre todo no traumático. "Hoy contamos con taxis que tienen un diseño similar a los que hay en Capital y en otras localidades de la Argentina y de países del mundo. Por eso, queremos que el cambio refleje una identidad propia", continuó.

Para Iglesias, siguiendo el ejemplo del nuevo diseño adoptados para los colectivos de línea, "correspondería tener pintadas cinco líneas que sería lo único amarillo junto a los números y el logo de la Municipalidad, ya que la unidad sería enteramente negra".

De llegarse a un acuerdo "la transformación podría comenzar a operarse durante este año, en las unidades nuevas, y seguir de manera lenta pero constante" hasta que todo el parque automotor luzca igual en cuanto a su diseño exterior.