El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 condenó ayer a Esteban Cuello (20) a prisión perpetua por asaltar, violar y estrangular a la trabajadora social del Patronato de Liberados, Laura Iglesias (50), en mayo de 2013, en la localidad de Miramar.

Los magistrados Juan Manuel Sueyro, Eduardo Alemano y Fabián Riquet además ordenaron al Ministerio Público Fiscal que profundice la investigación y determine, como reclamaba la familia de la víctima, si Cuello tuvo cómplices para cometer el asesinato de Iglesias, quien estaba a cargo de su tutela en Miramar cuando gozaba de libertad condicional ante una sentencia por abuso sexual previa.

La mujer fue atacada luego de que su auto se atascara en el barro de un camino vecinal y murió ahorcada con los cordones de sus zapatillas el 29 de mayo de 2013 en las afueras de Miramar, a pocos metros de la casa del acusado.

Trabajadores del patronato y familiares de la mujer realizaron marchas para reclamar el esclarecimiento del crimen de Iglesias y apuntaron a una posible participación de policías en el encubrimiento del femicidio. Ayer durante la sentencia se mostraron visiblemente conmovidos.

Luego de una semana de declaraciones en el juicio, los magistrados leyeron ayer el fallo que aplicó la cadena perpetua Cuello, como había pedido la fiscalía en su alegato.

Los jueces también dispusieron, a tono con los pedidos de la familia, que "se investigue no sólo al único detenido y autor del hecho, sino posibles complicidades", que el Ministerio Público Fiscal profundice la investigación.

El tribunal remitió un oficio a la Fiscalía para que intente determinar si otras personas participaron junto a Cuello del crimen de la trabajadora social, de acuerdo a los testimonios recogidos en la investigación.

En la sentencia los jueces acreditaron la existencia del robo del estéreo del auto de la víctima, la violación y el homicidio y el robo de su teléfono celular.

Para el tribunal no hubo atenuantes en el crimen, pero sí agravantes, como el mal concepto del imputado por parte de los testigos y la mala conducta de Cuello, dado que si bien no se lo considera reincidente porque el abuso sexual con acceso carnal que había perpetrado en 2010 cuando era menor de 18 años, el ataque a Iglesias evidenció su "falta de motivación y de respecto en relación al sistema penal".

Asimismo, los jueces ponderaron "el daño causado a la familia; la condición de mujer de Laura Iglesias; la excesiva violencia ejercida y el hecho de que se trataba de un tutelado".

En su resolución, los magistrados rechazaron un planteo de inconstitucionalidad efectuado por la defensa sobre la reclusión perpetua al señalar que esa medida existe en el Código Penal y fue pensada sólo para utilizarse en casos de extrema gravedad.

Los jueces también ordenaron que la resolución sea remitida a cuatro dependencias por fuera de la sentencia: al Ministerio Público Fiscal para que continúe la investigación; al Patronato de Liberados para que aborde la situación de vulnerabilidad de sus trabajadoras; al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, dado que transcurrió muy poco tiempo entre la primera condena por abuso y el ataque; y a la Unidad de Registro, Sistematización y Seguimiento de Femicidios y de Homicidios Agravados por el Género, para que se tenga en cuenta la condena.