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La Ciudad 8 de agosto de 2022

Novik: “El futuro no puede estar definido entre cuatro paredes”

La especialista en diseño anticipativo explica la importancia de pensar, analizar y debatir el porvenir. "La técnica concreta es plantear a dónde quiero llegar y ver cuáles son los pasos para hacerlo", aseguró.

Laura Novik en charla con LA CAPITAL.

Por Natalia Prieto

Laura Novik es experta en escenarios futuros, tendencias y gestión de diseño con enfoque generalista, docente y socia de la consultora Blink Design Chile. A partir de ahora también ejerce como directora de “Laboratorios futuros Atlántida“, desde donde impulsa a pensar en “los futuros múltiples” tanto con las comunidades educativas como con los sectores productivos. Innovación, desarrollo y futuros.

– ¿De qué se trata “Laboratorios futuros Atlántida”?

– Es una dinámica-estructura que tiene distintas actividades. Por un lado la alfabetización con la cátedra abierta “Pedagogías de futuro” con el objetivo de formar a todo aquel que quiera aprender a usar los futuros, pensando para que empiecen a utilizar ese material en escuelas primarias, secundarias y universidad. También un laboratorio de diseño y futuro. Hasta hace poco hablamos de i+d, innovación y desarrollo, pero para poder innovar tenés que tener la capacidad de saber hacia dónde innovar. La innovación por la innovación misma, con el futuro predestinado nos lleva al mismo lugar a todos. Tener la capacidad de pensar e imaginar esos futuros posibles nos permiten los laboratorios de diseños más futuro (D+F) orientado a las empresas, detectando los clústers más importantes de la región, de energía, TIC, pesquero.

La idea es que sea abierto para sinergizar a partir de acciones comunes como ejercicios, laboratorios con expertos e invitados internacionales, que tienen ya mucha trayectoria en esto de utilizar los futuros orientados a la transformación de las organizaciones en aras de una innovación más abierta, más democrática y con capacidad transformadora real.

– ¿Vivimos en una época de crisis perpetua?

– Cuando estudiamos historia nos damos cuenta de que para algunos es circular o en forma de espiral. Al analizar te das cuenta que la Humanidad entera va solucionando ciertos problemas y esos mismos problemas se convierten en nuevos problemas. Esta sociedad tiene que enfrentar como cultura un reclamo completo, que no es solo un reclamo de la gente y de otras especies con las que conviven. Ese estado de absoluto desdén por el mismo lugar que nos contiene está desarticulando muchos niveles. Por un lado, este estado de crisis ambiental que llegó a niveles de zozobra. Al mismo tiempo, la pandemia (que es producto de la crisis ambiental) nos ha dejado en un estado como si fuera saliendo de una guerra, a la que se le agrega una guerra concreta que ningún poder quiere resolver concretamente. Y ahí quedamos toda la humanidad, los ambientes, especies, presos de un estado de situación que tiene posibilidades de visionarse de otra manera.

Abanicos

– Una variable que acompaña la vida de todos, mucho más en éstos últimos años es la incertidumbre. ¿Cómo trabajás o educás con eso?

– Con el poder pensar que no hay un futuro, sino que hay un abanico de futuros, un arco iris de futuros. Por eso me parece tan interesante que el primer laboratorio de futuros del país esté en Mar del Plata, con el horizonte del océano, del arco iris. Los futuros son múltiples. Sucede que como creemos que es uno solo, y vemos que no tiene salida, es más fácil decir no hay futuro. Cuando es capaz de ver esos posibles futuros aparecen estrategias y proyectos para llegar a esos futuros. La técnica concreta es plantear a dónde quiero llegar y ver cuáles son los pasos para hacerlo. Ahí empieza a ser un futuro participativo.

– ¿Eso sería lo ideal?

– No sé si hay un lugar ideal, pero sí es democrático. El futuro no puede estar definido entre cuatro paredes por algunas personas interesadas en algunas cosas. Necesita tener muchos intereses puestos en la bolsa. Y el diálogo es necesario, porque es justamente lo que no hay estos días. El diálogo desde estos futuros construidos en común puede ser muy interesante para empezar a barajar y dar de nuevo o construir mejor lo que se está construyendo o para empezar a generar situaciones nuevas que me parece que son necesarias. Todo el mundo está con esa situación de “esto no puede seguir así pero ¿qué vamos a hacer?”. El “¿qué vamos a hacer?” me parece importante, para que no haya una cultura de imposibles. La cultura de los posibles, de que existen otras posibilidades, hay que crearlas e imaginarlas.

– Pero necesitamos un diagnóstico, al menos saber de dónde partimos.

– Sí, es verdad. Tenés que tener un conocimiento desde dónde partir y qué está pasando ahora, pero al mismo tiempo el futuro es algo moldeable, como arcilla, y no sabemos que es moldeable.

– ¿Quizás porque es intangible?

– Pero lo soñamos todo el tiempo. Lo que pasa es que vivimos en la cultura del no se puede, por lo tanto para no deprimirme ni lo imagino. Por eso desde la primaria hay que cultivar en el desarrollo de cada proyecto, explicando que no hay una sola manera de hacer las cosas, que no hay un solo objetivo y que hay múltiples posibilidades.

Todos juntos

– ¿Qué es el diseño anticipativo?

– Es un modelo, una metodología de diseño. Hasta hace poco se hablaba de un solo modelo, el pensamiento de diseño que eran una serie de pasos que debía seguir cualquier proyectista, arquitecto o diseñador para llegar a un resultado. Y ese paso a paso tiene que ver con darle forma a lo que estamos pensando. Dos modelos de pensamiento confluyeron: así como diseñadores pensaban de esa manera, después de la Segunda Guerra Mundial -primero en Francia y después en Estados Unidos- comenzaron a pensar desde el mundo de la filosofía, de la sociología, de la estrategia militar, en cómo hacemos para no volver a una tercera guerra mundial. Dijeron: si somos capaces de pensar y anticiparnos a lo que va  a venir, podríamos cambiar el curso de la historia. Ahí nacen los estudios prospectivos, la prospectiva estratégica orientada hacia la gobernanza (los gobiernos) y las empresas. Se generó un camino muy interesante, muy fructífero de trabajos muy interesantes. Fueron evolucionando y se encontraron con que era una buena manera de darle forma a ese futuro, era poder trabajar junto con los proyectistas y ahí aparecen los primeros diseñadores que se entrenaron en prospectiva estratégica y le dan forma a esta idea de “design futures” diseñar futuros. Y fueron evolucionando esas ideas para convertirse en diseño anticipativo, crear escenarios: si hago esto, pasara esto.

– ¿Y qué nos deparan los futuros cercanos?

– Hay muchas barajas. Ésta es una buena aproximación interesante para contar lo que todos estamos previendo, sino seríamos futurólogos. No hay un futuro predicho, son futuros, y queremos contar los futuros visibles y que se anticipan desde Mar del Plata, con los intereses de acá.

Ahora empezamos con la cátedra abierta “Pedagogías del futuro” con una organización danesa que organiza el “Index Award”, como el Premio Nobel de diseño que no mide la belleza del diseño sino el impacto social del mismo, para hacer proyectos con el ámbito de escuelas primarias y secundarias y nuevas tecnologías y ojalá con las TIC.