Chizo se hace convertido en los últimos días en el nombre más escuchado en Luján de Cuyo, Mendoza. En los últimos 17 días una mujer ha dicho y gritado su nombre miles de veces. Se trata de Patricia quien busca desesperadamente a Chizo, su loro que se perdió cuando empezaba la primavera y su época de celo.

El entrañable vínculo entre Pato y Chizo comenzó hace un año, cuando el animal llegó a su vida casi por casualidad. Antes, el ave vivía en la casa de otra familia que lo tuvo que dar en adopción porque en el country molestaba.

Así llegó a la casa de Patricia que con su familia se adaptaron rápidamente a Chizo, sus modales y sonidos que desde hace días faltan en la casa. Le consiguió una buena veterinaria y le dio la libertad para que viviera tranquilo en su amplio jardín. El animal se adaptó, comía de todo. También caminaba, hablaba algunas palabras y volaba por la zona. Volvía y si no lo hacía algún vecino lo traía de vuelta o se comunicaba para que lo fueran a buscar. Esto no pasó la última vez y hoy todos lo buscan.
“Es grande. Mide unos 40 centímetros y si abre las alas, alcanza el metro.”, cuenta su dueña.

En la FanPage oficial de la búsqueda se puede encontrar el número de contacto  y la promesa de 5 mil pesos para quien lo encuentre. Patricia asegura que no le importa el dinero, sólo quiere a Chizo de vuelta en casa.

Si bien reconoce que le podría haber “pasado cualquier cosa”, tiene fe que Chizo va a volver. “Tal vez está desorientado, es común que estos loros se desorienten, o tal vez lo tenga algún vecino”, agrega.

Chizo es de la especie Amazona Aestiva y no se sabe si es macho o hembra, ya que es muy difícil identificar la sexualidad de este tipo de aves.

Tiene un pico negro y se destaca por el color verde claro de su frente. Cuando abre la cola y las alas aparece un abanico de colores en el que se destaca el rojo.