Néstor Mariano Quinteros (43) fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Interzonal General de Agudos y luego quedó internado en el área de cuidados intensivos. Si evoluciona será trasladado al Hospital Privado de Comunidad (HPC). No hubo avances en la búsqueda de los delincuentes que le dispararon.
El policía baleado en la Villa Evita fue operado con éxito en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y los médicos descubrieron que presentaba seis orificios en el intestino delgado, por lo que las lesiones sufridas revistieron suma gravedad.
La salud de Néstor Mariano Quinteros (43), segundo jefe de calle de la comisaría decimosexta, evoluciona favorablemente. Luego de la intervención quirúrgica, realizada este martes a la noche, el efectivo quedó internado en el área de cuidados intensivos y, de persistir la mejora, será trasladado al Hospital Privado de Comunidad (HPC).
La información fue suministrada por fuentes del nosocomio a LA CAPITAL, en medio del hermetismo que rodea a esta y, en general, a todas las investigaciones que lleva adelante la fiscal Romina Díaz, quien tiene como política no hablar con la prensa ni siquiera en el marco de un caso de sumo interés público como lo es este. De todas formas, este medio pudo saber que, a pesar de esa y otras medidas que aborda la instructora judicial, no hubo avances en la identificación y búsqueda de los delincuentes que le dispararon al uniformado.
Vale recordar que el hecho se produjo cerca de las 17.30 de este martes en cercanías de la comisaría decimosexta, ubicada en Tripulantes del Fournier y Camusso, cuando Quinteros intentó intervenir al escuchar detonaciones.
En principio, las versiones que pudo constatar este medio indican que todo se inició a pocos metros de la seccional en la que se desempeña la víctima, quien habría intervenido junto a un compañero tras escuchar detonaciones. En ese sector del barrio Fortunato De La Plaza se levanta el asentamiento conocido como Villa Evita y fue allí que ambos uniformados habrían avistado a tres sospechosos.
Debido a que se trató de un efectivo policial herido, las fuentes de por sí ya escasas se restringieron mucho más. Sin embargo lo primero que circuló fue que a Quinteros le quisieron robar su arma reglamentaria y que en su intento por evitarlo, forcejeó y fue baleado. Otra hipótesis insiste en que el policía fue herido con un arma que tenían los delincuentes.