Policiales

Ordenan liberar a una de las policías detenida por causa de torturas

Así lo decidió el fiscal Juan Pablo Lódola y lo avaló la jueza Rosa Frende en relación a la oficial Marcela Estigarribia, al establecerse que no había tenido una participación directa con los apremios y torturas contra dos menores de edad.

La Justicia local ordenó liberar a la oficial Micaela Estigarribia, una de las policías detenidas por apremios ilegales y torturas, luego de tomarle declaración indagatoria y establecer que su participación en los gravísimos hechos había sido lateral.

El fiscal Juan Pablo Lódola, haciendo uso del artículo 161 del Código Procesal Penal que lo faculta para dar la libertad a un imputado, hizo lugar al pedido de la defensora Adelina Martorela una vez que se pudo escuchar la versión de los hechos de Estigarribia y enmendar una confusión que se había producido respecto a la otra policía detenida, la sargento Vanesa Cano.

Este miércoles tanto Cano como los oficiales Ariel Estévez y Jonathan Cabrera se negaron a declarar ante el fiscal Lódola y continuarán detenidos. 

De acuerdo a la información a la que accedió LA CAPITAL, los menores que fueron víctimas de los apremios en la noche del 17 de septiembre señalaron que fueron interceptados y detenidos en Beruti al 9100 del barrio Libertad. En esa primera intervención participaron Cano y Estévez, mientras que poco después llegó el patrullero conducido por Cabrera y en el que también se hallaba Estigarribia.

En sus relatos los menores aseguraron que Cabrera le pegó una trompada en el rostro a uno de ellos y que Estévez le apoyó su arma reglamentaria al otro. Luego indicaron que una de las policías le intentó a poner el arma dentro de la boca.

Por un error involuntario en la reconstrucción del hecho, la Justicia adujo esa acción a Estigarribia, pero en realidad la descripción de las víctimas se ajustaba a Cano, en especial por el color del cabello.  Esta confusión llevó a que en la jornada del martes debiera suspenderse la declaración indagatoria de los policías y se fijara audiencia para la mañana de este miércoles.

Vale recordar que los menores dieron un relato detallado de lo padecido y comentaron también que fueron conducidos hasta un baldío de Strobel al 10000. “Ahora van a ver cómo los matamos y nadie se entera, como yo tengo un montón de muertos y nadie se enteró, dos más no van a hacer nada” les habría dicho Cano.

De noche y prácticamente en total oscuridad, los policías hicieron descender a al adolescente de 14 años y lo obligaron a ponerse de rodillas y a que le pidiera perdón a Estévez, mientras él le ponía el arma en la sien izquierda y gatillaba. “Mirá como te tenemos, te vamos a enseñar a respetar, porque los que mandamos somos nosotros”, dijo uno de los oficiales.

Los policías obligaron a las víctimas a mirar el suelo, le golpeaban la nuca y le daban cachetadas en la cara, mientras que Estigarribia filmaba toda la secuencia.

Mientras, el otro adolescente era mantenido dentro de uno de los patrulleros, para que percibiera lo que le pasaba a su amigo, para amedrentarlo. Luego, el oficial Estévez y la sargento Cano lo trasladaron al móvil N° 27481 y le pegaron patadas. “Esto te pasa por andar con este, la próxima vez que te vea no te vamos a perdonar”, le dijeron los policías y agregaron: “Me parece que te vamos a matar acá”.

Finalmente, los policías hicieron descender al joven del patrullero y lo pusieron de rodillas al lado del otro adolescente. Los hicieron levantarse y Estévez, armado con una escopeta antidisturbios, les indicó que empiecen a correr y les dijo: “Tienen tres segundos, tres, dos, uno…”.

 

El fiscal Lódola, ante la coincidencia de la declaración de Estigarribia en tanto a su rol pasivo y la de los menores, le concedió la libertad.

 

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