CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 1 de noviembre de 2025

Otra noche de caravana de motos, maniobras temerarias y descontrol

La policía secuestró una moto sin patente y demoró a un joven de 21 años durante un operativo de prevención. El caso vuelve a poner en foco las caravanas nocturnas y los siniestros que provocan.

Un joven de 21 años que participaba de una caravana de motos que recorría las calles de manera temeraria fue demorado esta madrugada en el marco de un operativo de prevención y seguridad vial realizado por personal de la comisaría tercera y la Patrulla Municipal.

El hecho ocurrió en Calabria y Castro Barros, cuando efectivos detectaron una caravana de motociclistas que circulaba a alta velocidad, realizando maniobras de destreza y sin las medidas de seguridad correspondientes. En medio del despliegue, uno de los jóvenes perdió el control del rodado y cayó al suelo, aunque no resultó herido.

Al intentar escapar, fue interceptado por los agentes, quienes constataron que conducía una Motomel Blitz 110 sin dominio colocado, sin espejos y con faltas a las normas de tránsito vigentes. El joven fue notificado por infracción al artículo 78 del Decreto Ley 8031/73 y a la Ley 24.449, y recuperó la libertad bajo caución juratoria.

El vehículo fue secuestrado por la Patrulla Municipal, que además retuvo la licencia de conducir y labró las actas correspondientes.

La situación se repite cada semana: caravanas de motos que circulan a alta velocidad por distintos puntos de la ciudad: muchas veces sin casco, sin patente y con maniobras temerarias que ponen en riesgo a los propios motociclistas y a terceros.

Las caravanas de motos, las picadas clandestinas, a pesar de su ilegalidad, no son un secreto en Mar del Plata: principalmente jueves y domingos cientos de motos se juntan a la medianoche para correr, hacer piruetas y recorrer las calles en caravana, como la que provocó la tragedia el pasado 20 de junio en la que murió Franco Agustín Maiorano. Quienes concurren saben que es ilegal, pero no les importa.

Muerte en una caravana de motos

El pasado 20 de junio, Franco Agustín Maiorano (18), murió tras chocar de frente con un auto en la avenida Fortunato de la Plaza, cuando avanzaba como parte de una caravana de motos a gran velocidad.

El conductor del vehículo, Gianluca, de 24 años, fue golpeado, asaltado y casi linchado por los motociclistas luego del siniestro. Según la investigación del fiscal Germán Vera Tapia, el joven del Corsa fue la víctima del hecho: las cámaras de seguridad muestran que una de las motos iba a contramano impactó de frente contra su vehículo, lo que provocó que perdiera el control y todo terminara en tragedia.

Gianluca sufrió fue apuntado con un arma, gatillado y pidió protección tras recibir amenazas y ser hostigado en redes sociales. A cuatro meses del siniestro, la Justicia no pudo identificar al motociclista que originó la colisión fatal, quien escapó del lugar.

El caso abrió un fuerte debate sobre las caravanas nocturnas, las picadas y la falta de control urbano. En redes sociales, el intendente Guillermo Montenegro había expresado su apoyo al conductor y calificó a los participantes de la caravana como “chorros motorizados”, afirmando que “la caravana de motos no es otra cosa que una organización de choreo”.