Interés general

Paco Vázquez: “Coruña es un Silicon Valley de la moda”

El alcalde de A Coruña por el periodo 1983-2006 y ex embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, brindó una extensa entrevista al medio El Español, donde analizó su trayectoria política y la actualidad del país europeo, en el foco de las noticias por el conflicto en Cataluña.

Retirado de la política activa tras dejar su cargo de Embajador de España ante la Santa Sede el 15 de abril de 2011, Francisco Vázquez brindó una interesante y extensa entrevista al periodista del medio europeo El Español, Pablo Grandío, donde no sólo habló sobre su trayectoria política, sino también de la actualidad de su país, que en los últimos días estuvo en el foco de las noticias por el conflicto en Cataluña.

A continuación una transcripción de la entrevista realizada por el periodista Grandío:

Francisco Vázquez disfruta de una jubilación que de vez en cuando interrumpe para recordar tiempos pasados y hablar del presente. A sus 73 años, ha sido alcalde de A Coruña durante casi un tercio de su vida, el 23 de mayo de 1983 y el 24 de marzo de 2006, y se siente muy orgulloso de lo conseguido tras encontrarse con una ciudad “sin ilusión”, como describe el estado de A Coruña tras perder su capitalidad, y haber formado un proyecto de ciudad.

Posa para nosotros ante su primera obra, el Palco de la Música de los Jardines de Méndez Núñez, y nos concede una extensa entrevista sobre el pasado del PSOE gallego, los primeros años de la democracia, sus años de alcalde y la España actual. No opina sobre sus sucesores porque lo considera “poco elegante”, pero se muestra positivo ante el proyecto de Inés Rey. Mucho menos optimista se encuentra ante el estado de España y sus actuales líderes políticos, a los que considera faltos de experiencia e irresponsables. Y advierte: “Serán tratados con gran rigor por la Historia, por su irresponsabilidad y por sus ambiciones personales”.

Los primeros años del PSOE gallego y español

Tu fuiste uno de los fundadores del PSdG-PSOE a finales de los años 70. ¿Qué nos puedes contar de aquello?

Yo entro a militar directamente en el PSOE, soy uno de los refundadores del PSOE en Galicia. El PSOE en Galicia lo refundan personajes como Paco Bustelo, que era un gran economista madrileño, catedrático en la Facultad de Económicas de Santiago, y después personajes como Salvador Fernández Moreda, que luego fue presidente de la Diputación. Abel Caballero entra en el año 82, venía del Partido Comunista.

Yo soy uno de los refundadores del Partido Socialista Obrero Español en Galicia. Tras la muerte de Franco tenía pocos afiliados y estaba focalizado, fundamentalmente en La Coruña (sic), en Santiago en torno al mundo universitario y en Vigo, sobre todo en torno a la Citroën. Había dos o tres compañeros que pertenecían a la Unión General de Trabajadores. Y yo entro en el PSOE, siendo ya Inspector de Trabajo, a través de un compañero, Inspector de Trabajo en Madrid que en aquella época era muy conocido porque escribía en muchos medios como Diario 16, Cambio 16… y que se llamaba Ciriaco de Vicente, él es el que me pone en contacto con los pocos socialistas que había aquí en Galicia: Salvador Fernández Moreda, Paco Bustelo…

Y fuiste el primer Secretario General del PSOE gallego.

Sí, incluso fui elegido Secretario General todavía no legalizado el PSOE, tuvimos un congreso y fue legalizado al poco tiempo, al mes y medio, dos meses. Habían venido Alfonso Guerra y Felipe González a ese congreso y yo fui elegido primer Secretario General del Partido Socialista en Galicia. Fui otras dos veces más Secretario General.

Y también fuiste candidato a las elecciones autonómicas con solamente 31 años. ¿Qué nos puedes contar de todo aquello, del inicio del PSOE gallego en la transición y de esas primeras elecciones?

El PSOE gallego en la transición era una parte de lo que era el Partido Socialista Obrero Español, entonces era un partido con presencia en toda España, con un líder que yo creo que, como se demostró posteriormente, tenía una gran visión de estado y una idea muy clara del rumbo que debía tomar España, el cual era Felipe González. Fue un partido que recogió la memoria y el recuerdo de lo que había sido el PSOE en la época de la República, como principal partido de izquierdas.

Y prueba de ello es que aquí en Galicia fuimos el único partido que obtuvo representación parlamentaria, aparte de la derecha. Galicia fue siempre una región fundamentalmente conservadora, y en las primeras elecciones de 1977 ganó con claridad la Unión de Centro Democrático y los socialistas obtuvimos nada más que 3 escaños, y yo soy elegido Diputado.

Yo creo que contribuímos mucho, viendo el pasado con el prisma del tiempo. Yo creo que, en general, casi todos los políticos de aquella época, que aceptamos la vía de la Constitución, buscamos sobre todo la superación de la Guerra Civil y de sus secuelas, miramos más para el futuro que para el pasado, pensamos más en construir una España nueva, similar a los distintos estados europeos, en vez de sumergirnos en revanchas, en riñas, en recuerdos de un pasado que había sido nefasto para todos.

Yo creo que eso es lo que más nos puede definir en aquella época, que no hubiera ya, de una vez por todas, ni vencedores ni vencidos, y eso se logró con la Constitución. Y yo creo que fue acertado en la medida de que, a partir de ese momento, España tuvo un desarrollo económico, social, de todo tipo, como nunca tuvo en su Historia. Y en muy pocos años, aparte de ser un referente a nivel mundial de cómo había que hacer la transición de una dictadura a una democracia, económicamente dimos un salto adelante como nunca habíamos dado. Y rompimos -y esto es un factor que me gustaría que los jóvenes lo reflexionaran- el aislamiento histórico de un país como España que en los 200 últimos años había estado al margen de todas las corrientes de progreso y de avance que había habido en el mundo, fundamentalmente en Europa.

España había sido un país aislado. Un país que había entrado en regresión, un país que habíendo sido como fue, durante muchas épocas, un Imperio, la primera potencia del mundo, había tenido un retroceso muy significativo sobre todo en el campo de la ciencia, de la tecnología, de la economía, etc… Todo eso se fue logrando, precisamente, por ese esfuerzo que hicimos todos, no solamente los socialistas, yo creo que lo hicimos real todos los partidos que admitimos y que apostamos por la reconciliación y por la transición, los partidos que hoy se llaman constitucionalistas.

¿Y de las primeras elecciones gallegas?

Las primeras elecciones gallegas eran unas elecciones complicadas para nosotros, muy complicadas, porque la derecha dominaba y controlaba todos los hilos económicos y sociales de la ganadería, de la pesca, de lo que eran las asociaciones empresariales, etc… Dominaba mucho el tejido productivo gallego, y quieras que no, en Galicia en las elecciones siempre pesó mucho ese poder caciquil, ese temor de los sectores más débiles de la sociedad, poder verse perjudicados si no apoyaban o ayudaban al poder reconocido y establecido.

Bueno, fueron unas elecciones en las cuales yo, al menos, como candidato y ganador del sector que no era de derechas o conservador, ya que fuimos el partido de izquierdas que tuvo mayor resultado, siempre defendí un modelo de una Galicia muy solidaria internamente, y de una Galicia muy vinculada a la solidaridad española. Yo utilizaba incluso una frase que todavía sigue teniendo vigor, creo. Reprochaba ese nacionalismo catalán y vasco, ese nacionalismo de poderosos que entendía que era la Confederación de Empresarios, y que, Comisiones y UGT éramos Galicia, Andalucía, Extremadura, las regiones menos favorecidas o menos desarrolladas de España. Fue una campaña apasionante, había venido Felipe González y habíamos conseguido una primera representación importante, y después todo aquello se truncó con el tema de la capitalidad.

Hablando precisamente de este tema, en su momento cuando se trasladó la capitalidad de Galicia de A Coruña a Santiago tú defendiste que Coruña lo fuese a capa y espada. ¿Qué nos puedes contar de aquella guerra que perdimos?

Yo creo que, en primer lugar, La Coruña era la capital histórica y donde estaban asentadas las delegaciones de la Administración desde la época de Felipe II, por tanto era usurpar y negar una realidad. Pero después, en segundo lugar, en aquellos momentos la pujanza económica y social de Galicia eran Coruña y Vigo. Si queríamos hacer una región con una visión de futuro, pues tenía que plantearse la ubicación de los centros de decisión y poder político allí donde estaba el poder y la pujanza económica. Fue un debate que perdimos, precisamente por el predominio de una visión muy localista y muy cortoplacista, muy nacionalista.

Sin negar la dimensión universal que tiene Santiago de Compostela, no reunía las condiciones para ser la sede de los órganos autonómicos, yo lo defendí hasta sus últimas consecuencias y lo defendí con la coherencia que siempre me he impuesto en la vida pública. Es decir, cuando no se aceptó pues cogí y dimití, y abandoné mi cargo de Secretario General del partido, mi cargo de Diputado en Galicia, porque consideré que estaba en minoría y no se había aceptado mi propuesta.

Y entonces dimití y me comprometí con mi ciudad en la medida en que La Coruña quedó dolorida y castigada. Y, sobre todo, era una ciudad en aquellos momentos sin ilusión, sin metas, sin objetivos. Había perdido su razón de ser, que era su función administrativo-política, que era la que le había dado vida a lo largo de los últimos siglos, como sede de la Administración de Justicia, sede de la Administración Militar, sede de todas las delegaciones ministeriales, etc.

Perder eso representaba una quiebra económica importante, pero, sobre todo, representaba una situación de cierto resquemor contra el resto de Galicia, porque de una manera injusta había cercenado o había ignorado la realidad histórica de nuestra ciudad. Sobre todo representaba un momento de un gran vacío en cuanto a objetivos. Claro, ¿qué objetivos teníamos?, ¿qué futuro íbamos a tener? ¿qué íbamos a hacer? ¿cuáles eran nuestras metas? Entonces es cuando yo tomé la decisión de presentarme a alcalde e intentar crear un proyecto de ciudad, un modelo de ciudad y, a partir de ahí, hacer que la ciudad tuviera una nueva ilusión, unas nuevas metas.

Los 23 años de Paco Vázquez como alcalde

Ganas las elecciones de calle, con mayoría absoluta… ¿Qué recuerdas de eso? ¿Con qué te encuentras cuando accedes al bastón de mando de María Pita?

Era una ciudad que no sabía qué rumbo iba a tener, entonces yo, lo que impulsé desde el primer momento fue un modelo determinado, que era un modelo de un desarrollo cultural, convertir a la ciudad, como así logramos en un referente nacional, a nivel español, a nivel educativo y cultural, y sobre todo desarrollar nuestro potencial como ciudad de servicios.

En esos momentos nosotros teníamos entidades financieras que servían de soporte y de referente y, a partir de ese momento, lo que había que hacer era atraer actividades y estructuras comerciales que estaban llamadas a ser focos de atracción para el resto de Galicia, como el Corte Inglés, los Hipermercados, etc… que era lo que estaba en desarrollo en aquel momento. Buscar la satisfacción a una demanda histórica, que era la de tener estudios universitarios, plantear el desarrollo del aeropuerto como nudo de comunicación -una ciudad sin aeropuerto en el siglo XX pues era totalmente absurdo- y, a partir de ahí, ir planteando pequeñas y grandes obras que le dieran a la ciudad una calidad de vida. Que al ciudadano le hicieran sentirse a gusto y sobre todo respondieran a lo que iban a ser los grandes retos urbanísticos y de movilidad, que ya se veían venir.

Porque yo fui un alcalde que viajó mucho y había viajado mucho, o sea, yo llegué a María Pita habiendo sido viajero. Yo llegué a María Pita viajado desde niño, y siempre fui persona observadora de lo que veía. Entonces, había un modelo de ciudad que a mi siempre me apasionó, que es el modelo de ciudad media europea, sobre todo holandesa y suiza, ciudades de 200.000 – 300.000 habitantes, no más. Ciudades que tienen un soporte, o una gran función administrativa, como ser sede del Comité Olímpico, o sede de Oficinas de Naciones Unidas, o tienen una gran multinacional: farmacéutica, química o industrial. Ese modelo de ciudad, siempre fue el que a mí me apasionó.

“Había un modelo de ciudad que a mi siempre me apasionó, que es el modelo de ciudad media europea, sobre todo holandesa y suiza”

Bueno, y luchamos por ello, la multinacional vino años después a través de INDITEX que es una bendición que tiene La Coruña, que eso le da una cierta estabilidad y seguridad, desde el punto de vista de empleo, de proyección internacional, de imagen, de modelo y tal… Pero lo que había que lograr eran referentes, que La Coruña, la pequeña ciudad de 200.000 habitantes fuera un modelo propio interno para sus vecinos pero también lo fuera en cuanto a imagen exterior.

Ahí empezamos una actividad que se canaliza primero con los llamados Museos Científicos. La Coruña es un referente, en aquellos momentos nada más que había un planetario en Barcelona. La Coruña es la que pone en marcha el Aquarium, la Domus, la Casa de las Ciencias, el propio Planetario. La Coruña pone en marcha la primera Orquesta Sinfónica Integral, y cuando yo digo integral en un modelo musical completo.

Yo seguí mucho el modelo de la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos, en la cual la Orquesta no es simplemente una Orquesta. La Orquesta es un factor económico en la vida de la ciudad. ¿Por qué? Porque la Orquesta desarrolla toda una serie de actividades paralelas, el Conservatorio Superior de Música, Orquesta Joven, Escuela Municipal de Música, Festivales, el Festival de Mozart, etc… que al final determina una calidad cultural importante en una ciudad con una gran tradición musical. Efectivamente, en torno a 1.500 – 2.000 personas que giran en torno a esa actividad económica.

Y después educativamente. Es decir, no es un secreto que yo tuve un gran Concejal de Educación que fue José Luis Méndez Romeu y no es un secreto que nosotros conseguimos que la ciudad, sin hacer ninguna distinción entre enseñanza pública, concertada y privada -porque realmente privados había dos colegios y concertados 10-, tuviese una infraestructura educativa al servicio de la formación en los colegios coruñeses, muy variada, desde programas de enseñanza en inglés, programa de informatización de colegios, o lo que fue pionero en España, que hoy está copiado incluso por la Fundación de Amancio Ortega, que fue el establecimiento de becas para ir a Estados Unidos y, durante un curso entero, aprender inglés.

Todo esto va creando un referente de ciudad, va llamando la atención, lo continuamos con toda una serie de servicios asistenciales que no existían prácticamente en ninguna otra ciudad española, como son los Centros Sociales de barrio. Como por ejemplo el que hay en la antigua Campsa (el Parque Europa), en Ramón y Cajal o Agra del Orzán… Centros de atención a la Tercera Edad, centros de enseñanza de informatización, comedores populares… que es también otro gran avance que responde a nuestra concepción socialista. Y después, un desarrollo urbanístico yo creo que como nunca tuvo en su historia La Coruña, una remodelación integral que empezamos desde la periferia.

Yo creo que la gente olvida y muchos interesados ocultan es que la revolución urbanística de mis 23 años de acalde yo la inicio en los barrios. Es en los barrios donde se empieza la remodelación de plazas, la creación de plazas: la Plaza de Pablo Iglesias, la Plaza de Salvador de Madariaga, es decir, la creación de espacios de esparcimiento comunes, de jardines, etc, y a partir de ahí la generalidad de la propia ciudad.

Hay años en que habíamos remodelado 23 plazas e hicimos un plan general que fuepionero en España, porque en todas las cosas falta siempre, como dice la novela, el escribidor, pero el primer Plan de Ordenación Urbana que aprobamos casi al llegar, en el año 84 – 85, y que se agota rápidamente, es un plan general que establece el sistema de transferencias. Es decir, tú para poder elevar en alturas tendrás que transferir solares al Ayuntamiento, que el Ayuntamiento dedicaba a la creación de zonas verdes, de escuelas, etc… Voy a poner un ejemplo para que lo comprenda la gente joven: A Coruña viene El Corte Inglés.

“Yo creo que la gente olvida y muchos interesados ocultan es que la revolución urbanística de mis 23 años de acalde yo la inicio en los barrios”

El Corte Inglés, ya por primera vez, se siente interesado en venir a esta ciudad. No había Corte Inglés, y entonces al Corte Inglés el alcalde le dice: “Sí, viene usted a esta ciudad, va a venir a este solar, que es un solar municipal, enfrente de la Estación de Autobuses. Primero porque creo que es bueno comercialmente estar en frente de la Estación de Autobuses y está en una zona que al Ayuntamiento le interesa que la ciudad crezca”. Hay quien responde:

– “No, que está muy alejado del centro”.

– “Pues tienen que venir aquí”.

– “¿Bueno, y qué vale este solar?”.

– “Este solar vale solares”.

– “¿Cómo? ¿Qué precio tiene?”

– “Solares. Yo les doy a ustedes el mapa escolar de la ciudad y en los barrios que no hay colegio (que eran cinco barrios) ustedes tienen que comprarnos un solar para poder construir un colegio”.

Entonces, cuando viene El Corte Inglés a La Coruña, paralelamente se construyen colegios: San Francisco Javier, el colegio en Los Rosales, se construye el colegio de las Casas de Los Pescadores, allí por San Pedro de Mezonzo. Faltaban colegios y en dos de ellos los niños estudiaban en barracones. Se construyen porque El Corte Inglés paga en terrenos. Paga la equivalencia del local que nosotros le vendemos en terrenos, es el tipo de urbanismo que se hacía, que explica un poco cómo se gestiona la ciudad. Pero claro, es imposible condensar en una entrevista todas estas cosas. Yo te pongo un ejemplo concreto para que te sirva de referencia.

Si por algo se te recuerda, y se te considera la persona que transforma la ciudad es por el Paseo Marítimo, una parte del cual lleva tu nombre. Estoy seguro de que tiene una intrahistoria increíble detrás: ¿cómo se consigue que Europa lo apruebe y lo financie? y ¿cuáles son las anécdotas que más recuerdas?

Hombre, pues se consigue con un esfuerzo tremendo de presencia en el exterior. ¿Por qué se consigue? Porque en aquel momento el alcalde de La Coruña es presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, el alcalde de La Coruña es Diputado en Cortes, y el alcalde de La Coruña es miembro del Comité de Regiones de Bruselas, y miembro de la Ejecutiva Federal de PSOE). Quiero decir, yo tengo una proyección exterior posiblemente muy superior a la que le podría corresponder a un alcalde de una ciudad de 250.000 habitantes, y yo toda esa proyección la pongo al servicio de mi ciudad.

Construcción de El Corte Inglés de A Coruña.

Al ser Diputado tengo acceso todos los días a todos los Ministros, al estar en Bruselas puedo ver cómo están los fondos de inversión, cómo hay que moverse para pedir dinero… ¿me explico? También fue para mí un esfuerzo personal, incluso físico, importante, pero bueno, me permitió llevar a cabo y acometer muchas obras importantes, una de ellas: el Paseo Marítimo.

Entonces para hacer el Paseo Marítimo, primero hubo que hacer un Convenio con el Ministerio de Defensa, para recuperar todos los espacios de cuarteles: el Cuartel de Intendencia, el Cuartel del Parque de Artillería… que eran los que estaban bordeando el mar. Hubo que hacer Punta Herminia,. Hubo que hacer un convenio con el Ministerio de Defensa, que conllevó que el Gobierno sacara a continuación una Ley prohibiendo convenios gratuitos, porque el Gobierno se dióocuenta que les habíamos llevado al huerto. Les habíamos dado pocas cosas y ellos nos habían dado muchas cosas, muchos terrenos.

Después hubo que llevar a cabo una negociación con muchos propietarios, y después hubo que convencer al Ministerio para que nos diera fondos para construir el propio Paseo Marítimo. Para ello, yo le encargué al arquitecto más conocido en aquella época, el número uno, que era Bofill, un proyecto que después no se hizo, pero fue noticia en toda España. Fue muy discutido.

La gente no se daba cuenta, como pasa muchas veces en Coruña, de que a veces el alcalde da un paso pensando en otra cosa distinta, porque a veces utilizar una palanca para consegurir su objetivo. Es decir, si yo recibo al Gobierno, como cuando hubo el Prestige, lo recibo porque tengo que recibirlo, pero además yo lo recibo porque yo quiero sacarle el Puerto Exterior. Las cosas son así.

Y entonces el Paseo Marítimo fue un esfuerzo tremendo de verdad. Fuimos sacando dinero de todos los Ministerios, una parte del Paseo era carretera de circunvalación para sacarle dinero a carreteras, otra parte era un Parque Temático Marítimo, para sacarle dinero al Ministerio de Medio Ambiente, que es la zona del Monte de San Pedro. Entonces en muy poco tiempo logramos el Paseo Marítimo más largo de la Europa de entonces, que eran 13 kilómetros, que transformó totalmente la ciudad.

Lo que yo siento es que mis sucesores no hayan aprovechado el proyecto del tranvía. El tranvía no es un tranvía turístico, el tranvía es un proyecto de metro ligero en superficie, que Bruselas nada más que concedía las subvenciones a aquellas ciudades que ya tuvieran una infraestructura, no a las que crearan una infraestructura. Y entonces, yo consigo convecer al entonces Ministro Borrell de hacer un tranvía, pero yo con el tranvía, lo que quería era conseguir las subvenciones suficientes desde Bruselas para poner en marcha un Metro Ligero que circunvalara la ciudad.

Es decir, que aprovechando las vías internas del puerto y desde la zona de la Estación de San Diego, llegara hasta lo que es el Obelisco del Millenium y, a partir de ahí, atravesara toda el Agra del Orzán hasta la Estación. Ym a partir de ahí, pues ya para el futuro, buscar las conexiones con la Mancomunidad. Son proyectos que muchas veces los haces con una idea de tiempo, en la medida que sabes cual es el capítulo final, que eso es lo importante.

¿Qué resumen haces de tu gestión?

En definitiva, creo que en primer lugar el ciudadano percibió, y yo creo que es el secreto de seis mayorías absolutas consecutivas, que había un proyecto de ciudad. Y en segundo lugar, el ciudadano se identificó con él. También yo me preocupé mucho de hacerlo copartícipe, porque yo lo explicaba mucho, y entonces, a partir de ahí, la gente apostó, no por siglas, ni por partidos políticos, apostó por un modelo de Coruña, con el cual se identificaba y se sentía satisfecho.

Porque era una Coruña que pasaba a tener aeropuerto cuando lo tenía cerrado, era una Coruña que por primera vez tenía Universidad, era una Coruña que creaba una infraestructura cultural como nunca había tenido: orquesta, museos, etc… Era una Coruña con un desarrollo urbanístico imparable y era una Coruña atractiva para todas las grandes superficies comerciales que venían y querían instalarse en la ciudad.

Y entonces el ciudadano se identificó con eso, y después hubo una segunda fase y es la que el ciudadano percibió que era un modelo envidiable. Es decir, en el verano venía su cuñado, venía el primo, venía el familiar, el amigo de Madrid o el tío que trabajaba en Suiza, llegaba y decía: “¡Coño! ¡Pero hicisteis una cosa nueva!. Hay nuevos aparcamientos.” Veían que La Coruña era un modelo apreciado por el resto de la gente.

¿Y hay algo que crees que no salió cómo esperabas o de lo que te arrepientas?

No salió bien, no por mi culpa, el Proyecto del Puerto del Palacio de Congresos y los cines. No salió como yo quería. Es decir, en origen fue Víctor Pablo Pérez, que era el Director de la Orquesta, me presionaba constantemente diciéndome que el Auditorio de Santa Margarita no podía ser a la vez Auditorio Musical y Palacio de Congresos, que eso era una cosa incompatible.

Entonces yo busqué la manera de hacer un nuevo Palacio de Congresos y el mejor lugar era el Puerto. ¿Qué es lo que pasó? Que yo ahí estuve en minoría, en cuanto al proyecto a elegir. Era Obras del Puerto el que lo determinaba, y ahí se le hizo una concesión a un proyecto de Bofill que después se demostró que no era el más apropiado para ese lugar, incluso ni siquiera el más hermoso para rematar la fachada marítima de la ciudad.

Eso es un proyecto que yo sentí mucho que no saliera el que a mí me gustaba más. Pero bueno, yo ahí estaba en minoría y yo fui práctico, como fueron prácticos los anteriores alcaldes cuando para Correos lo dejaron poner donde se ponía porque había que decidirlo en 15 días y el alcalde Casás dijo: “Bueno pues si el único solar que tengo es este, este”. O el alcalde Pérez Ardá cuando en la época de Franco dijeron que nos hacían un Palacio de Deportes pero que había que decidir en dos días y el único solar que había era el que había delante del Estadio. Que a lo mejor no era el sitio más apropiado para el Palacio de los Deportes, pero a veces en la vida tienes que ser práctico, y yo ahí en ese sentido fui práctico. Eso fue un proyecto que yo no quedé totalmente satisfecho.

Uno de los temas más polémicos de tu gestión fue el empeño del Ayuntamiento en pleitear por el topónimo de La Coruña. En retrospectiva ¿piensas qué mereció la pena gastar tanto dinero y energía?

Sí, sí. En primer lugar no gastamos tanto dinero, no fue tanto, y en segundo lugar fue un problema de libertad y de tolerancia. La defensa de que incluso el propio nombre de la ciudad pueda ser utilizado en cualquiera de las dos lenguas que los coruñeses hablamos con normalidad. Esa exclusión de un nombre, por otro lado el histórico, que es La Coruña, pues yo lo consideré siempre una manifestación de totalitarismo, una manifestación de exclusión muy propia de esa visión que tiene el nacionalismo, excluyendo siempre lo que no sea de ellos. Entonces yo peleé por eso, y seguiría peleando. Si yo hoy fuera alcalde seguiría peleando, por que el topónimo, el nombre de la ciudad, sea La Coruña y A Coruña, cualquiera de los dos.

Se dice que Abel Caballero es el Paco Vázquez vigués, y el dice que aprendió mucho de ti, pero que te ha mejorado. Al mismo tiempo él es Hijo Adoptivo de A Coruña, algo que nunca dice. ¿Qué puedes contar de tu relación con Abel Caballero? ¿Sigues siendo tan amigo de él?

Sí, sí. Somos grandes amigos. Hemos sido grandes amigos. Abel Caballero es Hijo Adoptivo de La Coruña, porque siendo Ministro de Transportes y Comunicaciones fue determinante para conseguir la ampliación del Aeropuerto de Alvedro, que era uno de mis grandes objetivos. Es un gran alcalde, no porque lo diga yo, porque yo siempre valoro a los políticos por la respuesta que le dan las urnas, y él tiene una respuesta mayoritaria, lo que quiere decir que es un gran alcalde, y lo está haciendo muy bien.

Y después, las similitudes que tenemos es que él ha conseguido, claramente, que hoy Vigo tenga un liderazgo institucional a nivel de Galicia que nadie lo puede negar, y en gran medida lo tenga gracias a su alcalde. ¿Por qué?, pues porque su alcalde es presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, y después, evidentemente su alcalde le da una proyección exterior, con todas sus declaraciones y sus proyectos magníficos, convierte a Vigo en noticia, que es lo que tiene que hacer un buen alcalde. Somos muy buenos amigos, mantenemos una magnífica relación y, bueno, él desde luego, por ahora, va bien, porque va ya por la tercera elección. Va bien, va bien.

Cuenta la leyenda que al principio iba a haber una sola autovía hacia Galicia, pero hasta Santiago, y que Abel Caballero y tú maniobrasteis para que hubiese una hacia Vigo y otra hacia Coruña. ¿Es cierto eso?

Sí. Hubo una cena en Casa Solla con el Ministro de entonces, que era Borrell, y entonces había la idea de lo que se llamaba la Autovía Romana, por donde habían entrado los romanos, por la cuenca del Sil, una sola Autovía. Llevé yo la voz cantante, realmente quién me apoyó mucho fue Manolo Couce, el entonces alcalde de Ferrol y allí yo le dije a Borrell que no lo íbamos a admitir, porque además en el País Vasco había una “Y” que conectaba las tres capitales vascas y en Cataluña había, no ya una “Y”, sino un cuadrado, que incorporaba Lérida, Barcelona, Gerona y otro ramal a Tarragona, y que por lo tanto, nosotros queríamos que la autopista o las autovías de entrada fueran autovías a Lugo – Coruña y Orense – Vigo. Pero fue una batalla muy dura que tuve. Me apoyó mucho, repito, Manolo Couce, el alcalde de Ferrol, porque había un grupo que, bueno, ya lo admitía, un grupo de dirigentes gallegos que lo admitían o no se atrevían a enfrentarse.

Es un poco lo que ha pasado con el tren…

Sí, igual, igual…

Bueno, un tren es más difícil de hacer, pero bueno, va a Santiago y luego sube y baja, ¿no?

Sí, bueno, yo si hubiera tenido oportunidad de incidir en ello te garantizo que no habría sido así.

A Coruña hoy en día

Vamos a hablar de la Coruña actual. Cuando tú entras en María Pita, A Coruña era la ciudad de Caixa Galicia, Banco Pastor y Fenosa, y hoy esas empresas ya no existen, solo ABANCA pinta algo pero ya no es de capital gallego, aunque está muy integrada en Galicia, y la ciudad se conoce en el mundo por Inditex y en menor medida por el Depor. ¿Cómo ves esta Coruña de 2019 y cómo ha cambiado la ciudad en estos casi 40 años?

La ciudad ha cambiado, en la medida que… no solo la ciudad, no solo Galicia o España, el mundo entero, estamos sometidos a un proceso de cambio. Hay una revolución tecnológica que todavía no somos capaces de valorar, y que implica una gran transformación económica, lo que da lugar a la aparición de un nuevo concepto que es la globalización. Y, por otro lado, afecta mucho a las transformaciones sociales, y hablo desde el punto de vista económico en cuanto a las transformaciones sociales. De comunicación, de conocimiento, etc… Lo que digo es prácticamente una obviedad.

La ciudad pierde su liderazgo financiero en Galicia, como indicas tú, pero realmente no lo pierde porque Abanca es la sucesora de nuestras Cajas de Ahorro. Y, de alguna manera, el Banco Santander tiene su sede de Galicia en La Coruña, y desde aquí es desde donde dirige su crecimiento, su expansión y aquí es dónde se toman las grandes decisiones. La globalización implica que ya no son unidades locales o regionales, ya tienen un concepto más amplio, hay una influencia de origen venezolano…

Pero eso es propio del tiempo, lo importante es que Abanca tiene aquí su propia ubicación e Inditex es precisamente el gran motor de la ciudad. Posiciona a la ciudad en ese modelo que yo hablaba al principio de la entrevista, en ese modelo centroeuropeo de ciudad de tamaño medio que tiene el soporte de una gran empresa multinacional, del sector farmacéutico, del sector industrial, o en este caso del sector textil. Inditex tiene y genera, no solamente un nivel económico de empleo y de salarios, sino que sobre todo lo que genera es un nivel de interrelación mundial, que eso es fundamental. Eso es lo que realmente posiciona a la ciudad. Es un Silicon Valley del textil, de la ropa, de la moda.

Surgen muchas empresas alrededor de Inditex desde hace unos 15 años, de las de “ahora me monto mi marca de bolsos y los vendo hasta en China”…

Claro, las empresas que trabajan para Inditex. Yo como embajador, asistí cuando estaba en Italia a la inauguración de un local de Inditex y no lo inauguraba Zara, lo inauguraba Zara pero con empresas coruñesas que son las que habían hecho el montaje eléctrico, el montaje de seguridad, el montaje de mobiliario… Entonces eso es un factor determinante, sobre todo en una ciudad que ha perdido su capacidad de capital administrativa y una ciudad que perdió su sector productivo tradicional que era el vinculado al puerto, a la mar, a la pesca… El que haya logrado esta reconversión no es fácil, y hoy Coruña la tiene.

¿Qué es lo que le pasa a Coruña? Coruña en estos momentos tiene que ajustar su modelo. Coruña tiene un, vamos a llamarlo, un trípode fundamental, el trípode es Abanca, Inditex y el Juan Canalejo, el CHUAC. Yo aposté mucho durante mi mandato y conseguí a través de Alfonso Guerra inaugurar el Materno Infantil, pero yo aposté mucho por la realidad sanitaria, yo era muy partidario del modelo de lo que llaman ahora “cluster sanitario”.

Quiero decir que hoy La Coruña tiene los medios para poder concursar, es una ciudad puntera en materia de transplantes, es una ciudad con una gran calidad de instalaciones y de infraestructuras, incluso se anuncia la construcción de un nuevo hospital, pero tanto privado como público.

Y después tiene toda una serie de actividades en torno a Inditex que pueden ser auxiliares y soporte de una pujanza en materia sanitaria, pues desde la investigación y creación de ropas de médicos, enfermeros, etc… hasta el mobiliario médico, etc. Eso es una apuesta que había que hacer. Eso hay un modelo de ciudades que el que hablaba de la Orquesta Baltimore, es un modelo Houston, es otro modelo la Clínica Mayo… los americanos lo tienen perfectamente establecido.

En España la única ciudad que lo ha hecho ha sido Pamplona, en torno a la clínica Universitaria, pero, por ejemplo, hay modelos pequeños: Oviedo, con la Oftalmología, con el Instituto Oftalmológico Vega, Barcelona, también en el tema de ojos. Bueno, pues a ese tema habría que darle toda la prioridad y todas las facilidades del mundo para que hubiera esa expansión y buscar ahí un liderazgo.

En este trípode, ¿cabría una cuarta pata que son las Tecnologías de la Información y Comunicación, la famosa “ciudad de las TIC” que quieren hacer en la Fábrica de Armas?

Sí, ahí tiene mucha iniciativa la Universidad, lo que consiga hacer la Universidad, sí, a mí ya se me escapa un poco, pero realmente la Fábrica de Armas es un terreno importante para poder hacer eso. En mi época lo habíamos desarrollado un poco en torno a la cinematografía. Se había hecho mucho desarrollo de dibujos animados y cosas de estas, DYGRA, que yo lo había apoyado mucho y se había logrado que La Coruña fuera pues un centro que incipientemente empezaba a ser referente en esta materia.

Eso sí se puede hacer, sabiendo siempre que es un terreno en el que otros muchos pueden competir. Es decir, hoy las nuevas tecnologías pueden competir desde una aldea en el desierto de Somalia, con tal de que tengan la capacidad de comunicación. Aquellos somalíes aparentemente tercermundistas pueden a través de la pantalla seguir los cursos de Oxford o de Cambridge, o pueden generar una empresa, una industria vinculada a lo que sea ahí. Yo comprendo tu pregunta, pero siempre hay que tener en cuenta que hay una gran competencia. En materia sanitaria tenemos ya una infraestructura difícil de lograr, nosotros tenemos áreas médicas en las que somos referentes a nivel español. En materia de transplantes, desde luego, estamos en cabeza. En materia pediátrica, y en muchas más. Entonces ahí se podría buscar hacer de la ciudad un referente en esa materia.

La alcaldesa Inés Rey, llega a María Pita con 37 años, los mismos que tenías tú cuando ganaste las primeras elecciones, y has dicho que la conoces, porque le diste la entrada en tu mitin de las elecciones de 2003. ¿Qué esperas de la gestión de Inés Rey? ¿Conoces de primera mano a su equipo? ¿A ella?

No es que los conozca mucho, pero yo creo que hay que darles tiempo. Hay que darles tiempo, sobre todo porque ellos merecen un tiempo supletorio porque tienen que cubrir las carencias de una ciudad que ha estado paralizada. Es indudable que La Coruña ha estado paralizada durante toda una serie de años. Dicho de una manera gráfica, bueno, algo ya han empezado a mover, ahora ya en vez de poner pancartas en el balcón del Ayuntamiento se dan licencias en Urbanismo, que es lo que tiene que hacer un Ayuntamiento, y yo creo que bien que lo podrán hacer.

Inés Rey, en una de sus primeras fotos como alcaldesa

Tienen que buscar la manera de fijar de lo que venimos hablando, un modelo de ciudad, tienen que tener muy claro cuál es el proyecto de modelo de ciudad. Una ciudad no es solamente limpiar la vía, y el alumbrado, una ciudad es mucho más. Es decir, yo me marché en el año 2006, dejé un proyecto de transformación, con toda la zona de Campsa y de Petroliber (el Parque Europa)… con el proyecto de Busquets, que era el mejor arquitecto a nivel internacional en recuperación de zonas marítimas y en el cual tienen que actuar sin complejos. Y yo creo que además el proyecto, la base del proyecto la tienen, eso es un desarrollo singular de la ciudad, y la creación dentro del casco urbano de solares institucionales, los cuales tienen que negociar con instituciones, que las hay, para dar ese salto y fijar ese modelo. Yo creo que lo harán bien, desde luego, merecen tener ese margen de confianza, de tiempo, un plus de tiempo para que desarrollen su programa.

La Coruña ha tenido un amplio retroceso en estos últimos años, que se percibe en ese liderazgo institucional de Vigo, no tanto en calidad de vida, porque las deficiencias institucionales las ha suplido la iniciativa privada y la iniciativa de los particulares, por así decirlo, pero evidentemente hemos tenido un retroceso institucional muy grande con respecto a Vigo.

Pontevedra ha acuñado un modelo urbanístico de ciudad asequible, cómoda, reconocido internacionalmente y Santiago va a gozar ahora de todas las ayudas y el protagonismo que le da el Año Santo. Entonces claro, si Coruña pierde este último tren después cuesta mucho superarlo, y hay muchas cuestiones. Igual que cuando viajamos en carretera a Madrid decimos que además de hacer autopistas hay que reponerlas y bachearlas, pues los Museos Científicos tienes que ponerlos al día. No son elementos estáticos, tú no vas a ir el mismo calamar tres veces. Entonces hay que, con imaginación, volver otra vez a poner eso en marcha.

Hablando de Pontevedra y de su modelo, ¿piensas que uno de los caminos de Coruña es la peatonalización?

La peatonalización tiene que darse cuando tú solventas previamente la capacidad de accesibilidad del automóvil, si no la peatonalización es una muerte lenta. Es decir, matas el comercio y matas el desarrollo de viviendas, en la zona que peatonalizas si no hay una alternativa para la accesibilidad del automóvil. La gente no accede por el patinete, accede por su automóvil, por tanto tienes que crear una red de aparcamientos y de estacionamientos importantes. Y después, en materia urbanística determinar la obligatoriedad de creación de garajes con plazas de aparcamiento para los propietarios, y a partir de ahí puedes peatonalizar.

Pero si la peatonalización no se hace con esas cláusulas de salvaguarda es un fracaso, por eso yo antes de peatonalizar llevé a cabo una política, hasta si me apuras, utilizaría el término de “agresiva”, en cuanto a la creación de aparcamientos subterráneos para aquella época. Fuimos la ciudad que tenía más aparcamientos subterráneos.

Imaginémonos hoy Coruña sin esos aparcamientos que tanto se discutían, sería una ciudad inviable y muerta, ¿no? Entonces tú lo que no puedes hacer es decir: peatonalizo un área como San Andrés o peatonalizo un área como la Ciudad Vieja y no doy una alternativa para el coche, y para los servicios de atención… Eso es lo que yo hice. Falta un gran aparcamiento, en mi opinión, a lo largo de Linares Rivas – Plaza de Orense, el proyecto del túnel que hicieron después no era precisamente el que tenía yo pensado.

Yo buscaba la manera de que desde la Avenida de Alfonso Molina, que no había ningún semáforo ni ningún cruce, se pudiera acceder ya directamente a toda la red de aparcamientos. Los aparcamientos que yo mandé construir no fueron construidos al libre albedrío, si lo piensas, están separados prácticamente por una pared, por un muy corto espacio, con lo cual se pueden conectar unos con otros. Hoy en día, con todos los sistemas de control y de informática, ningún cocesionario va a tener problemas en determinar dónde ha aparcado cada coche y durante cuánto tiempo.

Imaginémonos hoy Coruña sin esos aparcamientos que tanto se discutían, sería una ciudad inviable y muerta, ¿no?

Eso es uno de los grandes proyectos que yo tenía, pero bueno, yo me marché y lo que allí dejé pensado tampoco me preguntaron, ¿verdad? Me hizo gracia porque hoy, por ejemplo, una noticia de lo del ferry, que cuando yo me marcho tenía prácticamente negociado. La alcaldesa de Gijón, Paz Folgoroso, el presidente del Principado, Areces, Fraga y yo, teníamos muy avanzadas las conversaciones para un Ferry doble, que fuera de Inglaterra, no de Irlanda, de Inglaterra – Gijón – Coruña. Entoces, hacía Inglaterra – Gijón – Coruña – Inglaterra; Inglaterra – Coruña – Gijón – Inglaterra. Iba alternando la escala Coruña-Gijón y aquí además aprovechábamos una infraestructura existente, el Muelle Calvo Sotelo, que hay frente a la Plaza de Orense, porque en la parte final hay una instalación que sirve para ferrys. Pero bueno, como esto podría citar muchas cosas más.

Bueno, la pregunta que te hice antes: ¿Cuántas veces te dicen que te presentes, que te vuelvas a presentar?

Me lo dicen más veces de las que a mí me gusta escuchar, en el sentido de que creo que hice lo que tenía que hacer y hoy la gente debía de alguna manera respetar que yo quiera descansar, pero, en cualquier caso, segundas partes nunca fueron buenas. El refranero siempre fue determinante, yo tenía una abuela que todas las sentencias que daba eran siempre con forma de refrán. Quiero decir, sí, la gente tiene un buen recuerdo, yo soy un político que goza del inmenso privilegio de ser recordado con afecto y con cariño por sus vecinos y eso es impagable, sobre todo en un momento en el que la política está muy desprestigiada.

Entonces la gente me recuerda, y la gente sobre todo recuerda una etapa muy larga para lo que es la vida de una ciudad y un ciclo político de 23 años que fue excepcional. Y lo recuerda con agrado, sobre todo porque aquí no había pérdidas de tiempo. Al haber mayoría absoluta había una capacidad de decidir e inmediatamente de ejecutar que no se da hoy en día.

España y las elecciones: “La irresponsabilidad de estos políticos es incalificable”

El día 10 de noviembre son las Elecciones Generales. Tú fuiste uno de los emblemas del PSOE, el P I B, junto con Ibarra y Bono, pero has abandonado el partido. ¿Cuándo tomaste la decisión de hacerlo y qué motivos te llevaron a ello?

Yo creo que más bien el partido me ha abandonado, el partido es el que ha abandonado los ideales de los que yo formaba parte. Yo me doy de baja, en lo que es la militancia activa, con ocasión de la Memoria Histórica. Cuando la Memoria Histórica, lo que era la ley que hace Zapatero, al cabo de los años deriva hacia una negación y una deslegitimación de lo que hicimos los Socialistas en la Transición. Porque hay quién olvida que, precisamente el Partido Socialista, encabezado por Felipe González, fue uno de los grandes impulsores de la reconciliación nacional.

Por tanto, cuando se inicia una aplicación de la Memoria Histórica revanchista y reabriendo los enfrentamientos del pasado, reformando callejeros, suprimiendo distinciones y, sobre todo, enjuiciando el pasado con criterios ideológicos y partidarios, con intereses del presente. Determinando que un hecho condenable lo es no por el hecho en sí mismo, sino por quien lo hace: si lo hacen unos es condenable, pero si lo hacen los otros no es condenable. Si uno asesina es un asesinato, pero si es el otro el que asesina, es una muerte por fallecimiento. Eso no puede ser.

Eso es reabrir todas las heridas del pasado y yo en ese momento dejo de militar, porque no participo en ese proyecto y porque me siento desautorizado, y siento que ese nuevo rumbo del PSOE de Sánchez va en contra de lo que defendimos los socialistas de la Transición, de los años 70 y 80 y de lo que decidieron los gobiernos de Felipe González. Y por tanto yo en ese momento me doy de baja. No abandono mis ideales, es más, al contrario, creo que quienes los abandonan son otros. Y eso fue más o menos hace 5 ó 6 años.

¿Qué opinas de la nueva política, de los nuevos partidos que han surgido? ¿Piensas que la corrupción de los grandes partidos les han puesto una alfombra roja o que tarde o temprano se iba a romper el bipartidismo en España?

Yo pienso que la pésima gestión que se hizo del tema de la corrupción es determinante, tanto el Partido Popular como en el Partido Socialista la corrupción la asumieron como un arma dialéctica de enfrentamiento y de condena del adversario, sin entender que era un mal endémico que afectaba a ambos partidos, y que les iba a pasar factura, como así fue. Y desprestigió a toda una etapa política de España y marcó un final de ciclo. Lo que pasa es que lo que de alguna manera surgió tampoco tuvo una solidez programático-ideológica que acabara con el bipartidismo. Y es más, yo creo que ahora va a haber, nuevamente, una vuelta al bipartidismo.

Yo no oculto que yo soy partidario del sistema bipartidista. Soy partidario, además, de un sistema político mayoritario. Que las elecciones sean como en Inglaterra, que al menos es la democracia que más tiempo ha durado, lo cual dice mucho a su favor, y en la cual el diputado o el elegido lo es de manera directa por el elector. Sin estaciones intermedias marcadas por los intereses de partido o por los caciquismos de turno. Pero bueno, yo creo que sí, que la corrupción fue un factor determinante, pero hoy, los problemas que tiene la política española es precisamente que no ha habido un relevo generacional normal,. Aquí se anuló a una generación entera y no se buscó una sucesión ordenada en la cual los dirigentes políticos surgieran de la propia sociedad, y eso es un handicap que tenemos muy grave.

Hablas de los políticos de carrera…

Claro, hablo de los políticos de partido, sin ninguna preparación ni experiencia en el mundo de la empresa, en el mundo sindical, en el mundo profesional, en el mundo universitario… y sobre todo en el mundo institucional. Hoy, 40 años después de la instauración de la democracia, tiene que haber un cierto escalafón político. Es decir, un político tiene que formarse en un ayuntamiento, tiene que formarse en una comunidad autónoma, tiene que acreditar su capacidad de gestión, de comunicación… no puede acceder a puestos de responsabilidad simplemente por su poder interno dentro de un partido. Y esto es un handicap grave, que si no se resuelve nos va a llevar a una situación grave y preocupante como la que tenemos hoy.

España hoy tiene cinco máximos dirigentes, me refiero a Sánchez, a Casado, a Rivera, a Abascal y a Iglesias, que no tienen a sus espaldas ni la más mínima experiencia institucional, ni tienen una experiencia en materia profesional. Son simplemente personas que han hecho su carrera política dentro del propio partido, y entonces tienen todos los vicios propios de lo que es la vida interna de los partidos.

Es decir, España desde hace dos años, la política española, es una política de asamblea de facultad. Como en una asamblea de facultad, hoy estoy contigo, mañana no estoy contigo, a ver cómo te engaño, a ver cómo me dejas de engañar. No hay una visión de Estado, no hay una preocupación por la realidad, ya dramática, yo la califico ya de dramática, que vivimos. Es decir, un país que en un momento de recesión económica y de grave crisis económica está con sus presupuestos prorrogados dos años. No uno, dos años.

“Desde hace dos años, la política española es una política de asamblea de facultad”

Un país, por lo tanto, que no tiene la capacidad de afrontar esta crisis con reformas fiscales, no puede hacerlo. Un país en el que cuando los ingresos son superiores a los previstos los dedica a gastos generales, y la realidad del país es que es un país altamente endeudado, el 97% y un país con déficit crónico. Es como la familia que debe hasta la camisa, le toca la lotería, y en vez de pagar las deudas lo que hace es comprar un Mercedes para presumir delante de los vecinos. Esa es la imagen gráfica de lo que es hoy la España de Sánchez, en mi opinión.

¿Y qué opinas de la irrupción del nuevo partido de Errejón?

Eso es propio de la extrema izquierda, todos estos partidos son partidos herederos de los grupos antidemocráticos que en su día no admitieron la Constitución. Todo este conjunto de siglas: Compromís, Podemos… son todos los herederos de los grupos antidemocráticos rupturistas, de los cuales, por cierto, formaba parte en Galicia el Bloque. Votaron todos en contra de la Constitución, y han seguido estando ahí: grupos que querían sustituir la dictadura de Franco por la dictadura de Mao, por la dictadura de Stalin, u hoy por la dictadura de Maduro o por la dictadura de Fidel Castro.

No hay ninguna diferencia entre ellos, y estos grupos tienden mucho a dividirse y a parcelarse como las células cancerosas. Igual que las células cancerosas, se dividen y se parcelan pero forman todas parte del mismo núcleo. Lo que pasa es que han encontrado un aliado inesperado. La Constitución en España, y lo que se llama el frente constitucionalista, tuvo siempre como un pilar inamovible a la socialdemocracia, a la izquierda moderada, el centro-izquierda, que representaba el PSOE. Y este partido ha abandonado esta trayectoria en aras de “dime quién eres que voy contigo”, que es lo que hace Sánchez, pues puede gobernar hoy con Ciudadanos y a los dos días con PODEMOS, ¿no? O puede acceder al poder con sus votos. Pero bueno… eso ya es una obviedad que no hace falta que explique.

¿Y, en qué partido militarías, ahora mismo, si tuvieses 30 años?

Yo, en siglas en ninguna, en las ideas, en las mismas que he tenido siempre. Compromiso con la Constitución, con lo que la Constitución representa y en los valores propios de la socialdemocracia, que coinciden, además, con mi planteamiento cristiano y mi visión de la doctrina social de la Iglesia. Pero, sobre todo, con esos valores socialdemócratas, que al final son los que han creado el estado de bienestar. Lo que hoy somos y lo que hoy disfrutamos en una sociedad altamente subvencionada que tiene que empezar a replanteárselo, porque si no, no vamos a ser capaces de mantenerla, es fruto del acuerdo entre los liberales y demócratas cristianos de una parte, lo que llamaríamos hoy populares, y los socialdemócratas, ¿no? del final de la II Guerra Mundial.

Lo que pasa es que estos ideales, hoy, no los veo representados en ningún partido. Sobre todo, me he llevado una… creo que se ha cometido un error tremendo, por parte de Ciudadanos, de no asumir un acuerdo con el Partido Socialista. Que el Partido Socialista, por otro lado, decía que no quería, con aquellos gritos “¡Con Rivera, no!”, en la noche electoral. Cuando ambos partidos podrían haber conformado un gobierno de Centro-Izquierda con mayoría absoluta, 180 diputados. Eso es algo que no se les va a perdonar ni a uno ni a otro partido.

Porque… te voy a poner un ejemplo: desde el año 77 hasta el año 2015, que son 38 años, hay elecciones más o menos cada 3 años y medio. Del 2015 hasta ahora, 4 años, hay 4 elecciones, una elección cada año. Eso refleja la incapacidad de la clase política de hoy. Hubo ciclos del 77 al 2015 en que hubo momentos de mayorías absolutas, pero también hubo momentos en que no había mayorías absolutas. Se pactaba y se negociaba. Sin necesidad de gobiernos de coalición, se pactaba y se negociaba, y se conseguían acuerdos determinantes, desde el primero de los pactos de la Moncloa hasta los acuerdos finales de reforma de la Constitución cuando Europa impuso el control del déficit público. Y cada 3 años y 6 meses, más o menos, había unas elecciones.

Desde el 2015 hasta ahora, que es cuando el Partido Popular obtiene 123 diputados, pues son cuatro elecciones, una por año. Y ahora estamos inmersos en unas elecciones en las que no va a volver a haber mayoría absoluta, y el país está en una situación preocupante. ¿Por qué? Porque somos el único país de Europa que no está adoptando medidas contra la recesión, en un momento en que esa recesión es un hecho evidente motivado por lo que quieras: por la luchas entre Estados Unidos y China, por el Brexit, por la ralentización de la economía alemana, por lo que tú quieras… Pero lo cierto es que, nosotros, con los presupuestos prorrogados dos años, ¡dos años!, no estamos tomando ninguna medida, estamos únicamente debatiendo qué hacemos con los restos de Franco.

Tendremos que hablar de cómo afrontamos un déficit ya crónico, y una deuda del 97% del PIB. Seguimos gastando más de lo que ingresamos, pero lo grave es que no gastamos en políticas sociales o en políticas de inversiones. Gastamos en gastos generales, en mantener toda esta estructura administrativa del Estado. ¡Es una locura! Es una locura, y yo estoy convencido de que los políticos de esta época serán tratados con gran rigor por la Historia, por su irresponsabilidad y por sus ambiciones personales.

Pareces convencido de que viene una crisis sin que haya bonanza previa, solo supervivencia de la crisis anterior…

Y date cuenta que nosotros estamos sentados en una mesa después de haber comido bien, pero un presidente del Gobierno tiene los informes encima de la mesa. ¡Oiga!, que en dos meses tenemos un déficit de Seguridad Social de tanto… Porque date cuenta, todo esto es en un momento en que el precio del dinero es cero, en un momento en que el precio del petróleo es bajo, en un país que tiene déficit energético.

¿Qué pasaría si ahora hay una convulsión económica a nivel mundial, como la bolsa parece indicar? ¿Verdad? Y como la realidad parece indicar. Y si el precio del dinero sube, ¿cómo pagamos la deuda? Y si el precio del petróleo sube, ¿cómo mantenemos la actividad industrial? Es decir, la irresponsabilidad de los dirigentes políticos del presente es incalificable, en mi opinión.

Bueno, hablando de otro gran problema nacional… ¿Cómo piensas que ha llegado la situación en Cataluña a estos extremos?

Ha llegado por una dejación de responsabilidades tremenda. Por lo menos los nacionalistas ya se manifiestan claramente como lo que son, Barcelona con el desfile nocturno de las antorchas fue igual que el Berlín de 1933 con Hitler, demuestran lo que es realmente el nacionalismo. El tema de Cataluña, que no es solamente de esa región, es la permisividad que se ha tenido en orden al desacato a las leyes, al incumplimiento de las sentencias en materias tan delicadas como la materia educativa, la materia lingüística y, sobre todo, con los derechos de las personas.

Aquí se ha permitido, en el País Vasco, en Cataluña, en Baleares, en Valencia, se le ha permitido a los nacionalistas campar por sus respetos e imponer sus normas. Y no desde hace poco tiempo, desde hace 30 años, y además con un nivel de totalitarismo no visto en España desde hace muchísimos años, ni siquiera comparable a la etapa final del franquismo.

La etapa final del franquismo no fue tan dura en materia de libertades como es el caso de lo que está sucediendo en Cataluña con la manipulación informativa de los medios de comunicación públicos, con la política de subvenciones, con la política de utilización de los instrumentos de gobierno para hacer llamamientos permanentes a la sedición, a la rebelión, a la desobediencia civil… esto es una cosa incomprensible, pero que nadie corta. ¿Por qué? Pues porque hemos tenido siempre la desgracia de la falta de encuentro entre el Partido Popular y el Partido Socialista en las grandes materias y la carencia de un partido de centro.

La maldición de España es que nunca hemos tenido el fiel de la balanza, el fin de la balanza ha desaparecido, desapareció UCD, desapareció el CDS de Suárez al cual posiblemente los socialistas, en aquella época que estaba en la ejecutiva, cometimos el error de no apoyarlo suficientemente. Y ahora Rivera se ha lanzado por un camino insospechado, que es el de intentar competir con el Partido Popular en el espacio de la derecha, y ha dejado vacío y baldío todo el espacio del centro, y esto es un problema grave.

¿Y piensas que es posible una solución en la que todos los españoles con sus diferencias se acaben respetando y conviviendo pacíficamente?

Eso es lo que no está alentando el Gobierno, por ejemplo con toda la polémica que ha montado en torno a los restos de Franco. Esto se consiguió con la Transición democrática y los primeros años de la democracia. La pregunta que me haces, se logró y se consiguió. ¿Por qué? Porque todos los partidos políticos renunciaron a algo, buscaron el acuerdo, antepusieron el interés general. Y hoy se está, precisamente, resucitando, las causas del enfrentamiento y de la división. Estamos hoy, si tú me preguntas sobre el presente, yo te diría que hoy estamos más cerca de 1939 que de 1978 que es el año en que aprobó la Constitución.

40 años después de la aprobación de la Constitución hemos dado un salto atrás en el debate político y en reabrir viejas heridas del pasado. Estamos más cerca de 1939, y cada vez hay menos diferencias en el discurso, no en los hechos, afortunadamente, por ahora. En este discurso revisionista de la Memoria Histórica de Sánchez cada vez hay menos diferencias con el discurso vencedor de Franco de 1939-1940.

Empieza a haber un discurso de exclusión de media España, de condena de media España. En aquella época, de la España republicana, hoy, de la España que había combatido en el otro bando. Entonces, esto es una cosa incomprensible y es una de las razones por las que todo un sector del antiguo Partido Socialista nos consideramos insultados, heridos, deslegitimados por parte de quienes hoy impulsan ese tipo de política.

¿Y cuál es tu balance de estos 40 años de democracia? ¿Ves a la España del futuro más parecida a un país fuerte, como Alemania, con sus diferencias, su federalismo, sus diferentes lenguas alemanas, pero su uniformidad, o uno envuelto en un círculo vicioso como Italia?

Bueno, el círculo vicioso italiano siempre es relativo, porque en Italia nunca llega la sangre al río. Tienen una capacidad de diálogo, ellos le llaman “aggiornamento”, tienen una capacidad de “aggiornamento” en el punto último: al borde del precipicio ellos siempre logran un acuerdo de entendimiento.

Yo creo que España tiene que tener su propio modelo, y España hoy es un país en el cual, a pesar del dislate educativo al que están sometidos los niños españoles, sobre todo en determinadas comunidades autónomas, tiene una historia que le permite poder construir un futuro esperanzador. Es decir, España, aparte de haber sido una gran potencia, es un país que hoy sabe cuáles han sido sus vicios del pasado, que han sido, fundamentalmente, la intolerancia y la exclusión. La intolerancia y la exclusión por motivos religiosos, por motivos territoriales y por imposición, siempre, de la postura del vencedor. Hemos tenido ocho constituciones que siempre han sido del vencedor.

Por primera vez nos encontramos con un modelo político nuevo, que es el de 1978, un modelo político que precisamente intenta superar esos vicios del pasado y crea la España de las Autonomías para dar respuesta a los problemas territoriales. Separa a la Iglesia del Estado, con reconocimiento de lo que representa la Iglesia Católica en los valores españoles, pero separa la Iglesia y el Estado para lograr una autonomía y una libertad de conciencia por parte de la ciudadanía. Y, sobre todo, lleva a cabo un fenómeno que ha sido puesto como modelo y ejemplo en todo el mundo, que es el de la reconciliación nacional, una amnistía que establece que ya no hay vencedores y vencidos y deja atrás el pasado.

Pues todo esto, en pocos años, se han vuelto a reabrir las heridas, y nuevamente tenemos un problema territorial, nuevamente ha resurgido un anticlericalismo que considerábamos ya superado, y nuevamente estamos posicionados en la posguerra. Eso es lo que hay que evitar por todos los medios, porque además se ha demostrado que el modelo de la Constitución de 1978 ha sido un modelo óptimo: España ha tenido un desarrollo económico incomparable. Se ha situado como una economía emergente dentro de las 10 ó 12 primeras del mundo y con una capacidad de presencia en todo el mundo importante.

Bueno, pues eso es lo que habría que mantener. Nosotros lo que tenemos que debatir es el contenido del presupuesto, no si se trasladan los restos del General Franco. Que, por otro lado, si se quieren trasladar que se trasladen y que se pongan de acuerdo con la familia. Pero no es el problema ni su eje central. Ese es el reflejo, precisamente, de quienes quieren tapar y ocultar los problemas que hoy hay en España.

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