Llantos y aplausos. Esa fue la primera reacción de Mónica e Inés en la sala del Tribunal Oral N°2 al escuchar que los jueces condenaban a Walter Escot a cadena perpetua por el femicidio de su hermana, Valeria Britez. Afuera, en el pasillo del sexto piso de Tribunales, esperaban esa confirmación sus otros dos hermanos, que se abrazaron instintivamente al escuchar la noticia.

“No puedo decir que estamos felices, porque mi hermana no está, pero sí estamos contentos con la pena“, expresó Inés, quien destacó el trabajo del fiscal Fernando Berlingeri durante el juicio.

“Fue terrible la espera, de no saber qué podía pasar”, dijo Inés, pero inmediatamente aclaró de forma contundente: “Para femicidio no hay menos que una cadena perpetua“.

Mónica fue la que se mostró más emocionada con la sentencia. Ella tenía una relación muy cercana con Valeria y, al ser mayor que ella, siempre sintió “culpa” por no haber estado presente de alguna manera para evitar que Escot la asesinara en la calle.

“Nada me va a devolver a Valeria, yo siempre me sentí muy culpable por la muerte de ella. Ella es más chica y yo siempre la cuidaba. Siempre me preguntaba por qué no la cuidé más, por qué la mató. Me sentía muy culpable, tendría que haber estado ahí, con ella. Pero él era su marida, vivía con él y no pude evitar la muerte de ella”, lamenta entre lágrmias Mónica.

Esperaba la pena perpetua por lo que le hizo a Valeria. Cuando escuché la sentencia sentí que ella ahora iba a estar tranquila. Ahora quedan los 7 hijos y los vamos a ayudar, vamos a pedir la tenencia de los nenes porque están con una guarda”, expresó la mujer.

“Ahora Valeria va a estar tranquila y descansando en paz. Hay que seguir adelante por mis 7 sobrinos”, expresó finalmente Ricardo, hermano de Valeria Britez.