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Policiales 16 de diciembre de 2017

Pareja de comerciantes que torturó a supuestos estafadores será juzgada por jurados

Javier Caero y Vanesa Juárez están acusados de haber encerrado en el sótano de su negocio a dos jóvenes que les habrían pagado con dólares falsos, amenazarlos con armas de fuego, golpearlos con palos y hasta cortar a uno de ellos con un serrucho.

Una pareja de comerciantes que en diciembre de 2015 encerró en un sótano y torturó a dos jóvenes a quienes acusó por haberla estafado con dólares falsos será juzgada el año que viene en un juicio por juradas.

Un grupo de vecinos de Mar del Plata que serán sorteados por el Poder Judicial conformarán el jurada que definirá si Javier Caero (35) y Vanesa Juárez (33) son penalmente responsables de la imputación de “secuestro coactivo doblemente agravado por la causación de lesiones graves y por el empleo de arma de fuego”, ambos en concurso real entre sí y “secuestro coactivo”.

El hecho que se ventilará en un juicio por jurados tuvo como fiscal en la etapa de investigación a María Isabel Sánchez, de la Fiscalía N°8, pero como se encuentra de licencia por motivos psiquiátricos, en su lugar estará el fiscal Guillermo Nicora.

Por su parte, Caero y Juárez estarán representados por el abogado particular Eduardo Toscano, mientras que las víctimas contarán con el letrado Alejandro Borawski.

El hecho que se juzgará ocurrió el 15 de diciembre de 2015 en el local de venta de celulares y artículos electrónicos llamado Celltronic ubicado en Santiago del Estero 1666, cuando cerca de las 17 un joven fue hasta el lugar para pedir el manual de una tablet que había comprado días atrás.

El joven fue atendido por Juárez y, cuando llegó Caero lo increpó directamente y lo acusó de haberle pagado con 3000 dólares falsos por la compra de varios artículos electrónicos. Según consta en la causa, sin dejar que el joven pudiera responder, el comerciante lo golpeó y sacó un revólver, lo amenazó y lo obligó a descender hasta el sótano del lugar.

Una vez allí, entre Caero y Juárez golpearon y torturaron al joven, a quien le exigían los artículos comprados y, además, que se comunicara con un amigo, a quien también acusaban de haber participado en la estafa con los dólares falsos.

La víctima estuvo durante unas seis horas privada de su libertad en el sótano del comercio y, durante ese tiempo fue golpeado en la cara y el cuerpo con puños, palos y hasta fue cortado con un serrucho en un brazo. Las lesiones que fueron confirmadas por el cuerpo médico de la policía fueron: traumatismo excoriativo en región frontal derecha, equimosis en párpados de manera bilateral y excoriación en región maxilar superior derecha así como fractura multifragmentaria en pared externa de la órbita derecha.

Sin posibilidad de irse del sótano de Celltronic ni de pedir ayuda, la víctima no tuvo otra opción que llamar a su amigo y, mediante engaños, pedirle que fuera al comercio.

Este otro joven llegó a Celltronic cerca de las 21 de ese mismo 15 de diciembre y, mediante amenazas también fue llevado al sótano, donde Juárez y Caero lo retuvieron y ocultaron en forma ilegítima durante unas dos horas.

Durante ese tiempo, el recién llegado fue golpeado y amenazado por la pareja, que lo atacó con los puños, un caño de metal, un palo de escoba, lo patearon con borcegos y hasta lo golpearon con un martillo, que le ocasionaron las siguientes lesiones: otorragia derecha, contusión en región temporal izquierda, herida contusa superciliar izquierda, contusión y excoriación frontal, excoriaciones varias en espalda, herida cortante superficial en región torácica derecha, contusiones y excoriaciones en hombro derecho y ambos brazos, antebrazos y manos, herida contusa en muñeca derecha, contusiones y excoriaciones en ambas piernas y muslo derecho, herida contusa en pierna derecha, fractura en falange proximal del 3° dedo mano izquierda y falange distal del 5° dedo.

Cerca de las 23.30, el mismo Caero fue a buscar a la policía, para denunciar la estafa de la cual había sido víctima. Cuando efectivos policiales llegaron al comercio no podían creer la situación: dos jóvenes se encontraban sentados en el suelo del lugar, heridos, con claros signos de haber sido brutalmente golpeados y torturados.

Los efectivos optaron por llevar a todos los presentes del comercio a la comisaría primera: las dos víctimas para recibir pronta asistencia médica, los dos comerciantes y un empleado del local.

En las declaraciones, las víctimas relataron el tormento que tuvieron que vivir y denunciaron que, además, Caero disparó un arma de fuego contra el techo del sótano y que en todo momento Juárez lo incitaba a matarlos.

Estas circunstancias se encuentran debidamente acreditadas por la Policía Científica, que encontró en el lugar un accidente balístico así como numerosas manchas hemáticas en las paredes del lugar.

Para la fiscal que realizó la investigación, las pruebas son “contundentes” y los testimonios de los policías que realizaron el allanamiento también. Además, la causa cuenta con el testimonio del empleado del comercio, testigo de todo lo sucedido ese 15 de diciembre.



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