Todos los lunes y martes del verano, la actriz Patricia Palmer se mete en la piel de una cuidadora domiciliaria en la comedia “Radojka”, que sube a escena en el Teatro Provincial. Lo original de la propuesta es que tiene dos elencos: en Buenos Aires sube a escena con la actuación de Palmer y de Cecilia Dopazo, mientras que en esta ciudad lo hacen Palmer y Victoria Carreras.

“Cambio de compañera, lo cual para mí es una fiesta, es la posibilidad de hacer dos obras en una, porque con otra compañera te modifica absolutamente todo”, señalo la experimentada actriz, famosa por protagonizar diversas tiras en Canal 9.

Este verano tiene, además, otro condimento: supone el reencuentro de Palmer con Mar del Plata, tras cerca de quince años de no hacer temporada. “Hice muchas temporadas, tengo un Estrella de Mar, pero después se cortó. En aquella época me venía de diciembre a marzo y me encantaba, evitaba todo el calor”, recordó, en declaraciones a LA CAPITAL.

“Y ahora voy y vengo (de Buenos Aires a Mar del Plata), mientras haya salud y trabajo está todo bien, yo soy súper adaptable”, contó y dijo que esta vez llega con un espectáculo que plantea un tema que está en la agenda de cualquier mujer. Se trata de la posibilidad de quedar desempleada a los 50 años.

“Más que del desempleo, de lo que habla la obra es de la exclusión -aclaró-. Es el descarte, porque ya de por sí el mercado laboral en todas las áreas siempre favoreció al varón en cuanto a lo económico. En mi área ni que hablar. Siempre cuento que cuando hacía Regalo del cielo trabajaba con tres varones, Germán Kraus, Arturo Bonín y Pablo Alarcón. Ellos trabajaban menos tiempo que yo, yo estaba en todas las escenas con ellos y ellos se repartían. Sin embargo yo ganaba 11 mil pesos y Germán 14, por ejemplo. Y eso siguió siendo así”.

Para la actriz, el dilema de fondo es el sistema patriarcal y el culto a la juventud que sigue pesando sobre las mujeres. No obstante, encuentra que algo de esa trama está modificándose en la actualidad, de a poco. “Tengo 66 años y veo un cambio favorable, a pesar de que va lento, hay una deconstrucción interesante y está bueno ser testigo de este momento, una deconstrucción en ambos, mujeres y varones, y en ambos también encuentro la resistencia”, dijo la actriz siempre reflexiva sobre uno de los dilemas que expone “Radojka”.