"Quienes quieran colaborar, desde viruta para las camas hasta fardo. También pueden ser elementos de trabajo, como pala o carretillas. Todo suma", expresaron desde Caballos Rescatados Mar del Plata.
Desde hace 15 años, la ONG “Caballos Rescatados Mar del Plata” (en Instagram, @caballos_rescatados_mdp_ok), de la mano de su fundadora Florencia García Maceiras, rescata, cuida y alimenta a caballos y yeguas abandonados en la calle o maltratados debido al trabajo forzado al que los sometían.
Si bien en la actualidad aloja a 18 animales, reconoció que ya no sale “a rescatar más, porque me lleva mucho trabajo y dinero. Estoy sola y es todo a pulmón”. Asimismo, solicitó ayuda a quienes quieran colaborar con alimentos, productos de distinto tipo o dinero.
Afincada en la zona sur de la ciudad desde “hace unos 20 años”, la mujer inició el trabajo solidario al ver a los animales en mal estado en la calle. “Mi amor por los caballos viene desde cuando era chica –contó a LA CAPITAL–. Soy de Buenos Aires y mi papá me llevaba a Ezeiza, para alquilar caballos, y también íbamos a un campo en Mercedes, donde aprendí a quererlos”.
Así fue que, con su mudanza, también trasladó su cariño por los equinos y comenzó con la “tarea de rescate de los animales, que en la mayoría de los casos estaban arruinados. Los fui encontrando por diversas zonas de la ciudad, incluso me llamaban, y los traía para acá”.
Familia
En el terreno de su casa, ubicada en la periferia sur de Mar del Plata, preparó “unas caballerizas, pero no piensen que es un haras. Es un establo, con camas que les hice con viruta, aunque hay algunos que prefieren permanecer afuera”, describió.
“Me llamaban de todos lados para los rescates –recordó–, había tanto de los que tiraban de los carros o como los que pertenecían a los carreros. En general, estaban en mal estado: a algunos les faltaba un ojo o una oreja o les habían amputado una pata. Pero ahora ya no puedo rescatar más porque es todo a pulmón”.
La falta de ayuda y las restricciones presupuestarias hicieron que suspenda –al menos, por ahora– las tareas de rescate. “No me dan los horarios ni el presupuesto. A los que tengo los mantengo bien, pero de fardo por mes tengo un millón de pesos“, ejemplificó.
Por eso, apeló a la solidaridad de “quienes quieran colaborar, desde viruta para las camas hasta fardo. También pueden ser elementos de trabajo, como pala o carretillas. Todo suma”, enumeró.
También sugirió la posibilidad de “apadrinar un caballo, ya que cualquier aporte monetario que hagan suma. Todo sirve”.A su vez, se pueden aportar chapas, tirantes, frazadas, toallas, sábanas, alambres, postes y tosca.
En tren de agradecimientos, recordó al “veterinario Luis Laboratto, de Miramar, que me ayuda desde que empecé con todo esto. Es un fenómeno”.
Además de las yeguas y caballos, Florencia también aloja en su casa a ovejas, chivos y corderos. “Los tengo como si fuesen perros, todos tienen nombre”, celebró.
Los interesados en colaborar se pueden comunicar al Facebook personal (Florencia Paula García Maceiras) o su cuenta de Instagram @caballos_rescatados_mdp_ok.