Desde la Defensoría del Pueblo reclamaron que el predio de la estación de servicio abandonada de Colón y México, donde el 26 de marzo una mujer en situación de calle fue asesinada, sea cerrado una pared perimetral para prevenir que se repita un episodio semejante y ante la denuncia de vecinos que el lugar es un punto de venta de droga y prostitución.

El predio abandonado de México y Colón, donde había funcionado una estación de servicio de la firma Anker, está delimitado sólo por alambrados y carteles publicitarios. Cuenta con una estructura precaria, utilizada habitualmente como “lugar de paso” por personas en situación de calle, que encuentran entre esas paredes y techo un refugio para pasar la noche.

Además, vecinos del lugar, en una reunión con el defensor del pueblo Fernando Rizzi, denunciaron que ese predio abandonado es una extensión de la zona roja y aseguraron que allí se comercializa droga y se ejerce la prostitución.

“El predio de Colón y México es un punto de venta de droga, de prostitución y un refugio para adictos en situación de calle”, explicó Fernando Rizzi a LA CAPITAL y agregó: “Por eso le reclamamos al poder Ejecutivo que lo cierre con paredes, como establece la ordenanza para cada inmueble”.

Para Rizzi, cerrar el predio abandonado es una forma concreta de prevenir nuevos hechos de inseguridad y de darle tranquilidad a los vecinos de la zona.

Pero, teniendo en cuenta la vida de las personas en situación de calle que utilizan el lugar, el defensor del pueblo también reclamó a Desarrollo Social presencia en el lugar, para atender a cada caso particular.

El crimen entre mujeres en situación de calle

El asesinato de Noelia Cornes se produjo el lunes cerca de las 14, en el predio abandonado de México y Colón, cuando, según un testigo, Cornes despertó a Sabrina Medina, otra mujer en situación de calle que dormía junto a ella y tres personas en ese lugar. Según el relato del hombre, Medina se enojó con la víctima y le dijo: “Que me despertás, boluda”. Acto seguido la hirió con un arma blanca en el pecho.

Medina huyó del lugar, mientras que el hombre que presenció el ataque intentó ayudar a Cornes. Al no poder reanimarla, la arrastró hasta afuera del predio, sobre la avenida Colón y pidió ayuda. Efectivos policiales acudieron al lugar y, al ver la gravedad de la situación, intentaron llevarla hasta el Hospital Interzonal. Pero Cornes llegó al nosocomio sin vida. Por su parte Medina fue detenida por miembros de la Policía Local en Falucho y Perú, dos cuadras del lugar donde se produjo el ataque y se encuentra alojada en el Destacamento Femenino de Batán.