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Policiales 3 de abril de 2021

Piden que tres sospechosos de haber asesinado a Gabriel Aramayo vayan a juicio

El fiscal Leandro Arévalo solicitó que Franco "Curly" Altamiranda (22), Fabián "Peluchín" Urbistondo (35) y Claudio "Pirulo" Altamiranda (20) sean juzgados por el crimen, ocurrido en en junio de 2020 para robarle la moto.

Gabriel Armayo fue asesinado en junio de 2020.

El fiscal Leandro Arévalo solicitó la elevación a juicio para tres sospechosos del crimen de Gabriel Aramayo, quien fue asesinado en junio del año pasado cuando pasaba por Polonia y Hernandarias para robarle la moto.

El fiscal Leandro Arévalo considera tener pruebas suficientes para probar en un debate oral y público que Franco “Curly” Altamiranda (22), su primo Claudio “Pirulo” Altamiranda (20) y Fabián “Peluchín” Urbistondo (35) son los responsables del asesinato de Aramayo.

“Curly” Altamiranda y “Peluchín” Urbistondo se encuentran imputados se encuentran imputados como coautores de homicidio en ocasión de robo agravado, mientras que “Pirulo” Altamiranda como partícipe necesario. Además, hay otras cuatro personas identificadas en el “robo piraña” que terminó en el crimen de Aramayo, pero al ser menores de edad sus situaciones procesales las tramita el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.

Curly, Peluchín, Pirulo y el resto de los sospechosos viven en la villa Santa Rita y solían juntarse un pasillo ubicado en Hernandarias y Namuncura, al lado de un kiosco. Según consta en la causa, “Pirulo” había conseguido un comprador para una moto tipo XR por 60.000 pesos, solo les faltaba “conseguir” ese vehículo para vender.

El 9 de junio de 2020, a las 23, la oportunidad se les presentó a los delincuentes para realizar el negocio: Gabriel Aramayo circulaba en su moto marca Honda XR 150 por la avenida Polonia, cuando a la altura de Hernandarias fue atacado por un grupo de personas, entre los que se encontrarían “Curly” y “Peluchín“.

Los sospechosos lideraron un violento robo piraña: le arrojaron un palo a las ruedas de la moto para que perdiera el equilibrio y, una vez cayó al suelo lo atacaron y golpearon en la cabeza y el cuerpo. Finalmente le robaron un bolso, las zapatillas y la moto cotizada en las calles por 60.000 pesos.

Vecinos que advirtieron el robo llamaron al 911 y salieron a ayudar a la víctima. En esas circunstancias “Pirulo” habría tenido una participación fundamental para que su primo y el resto escaparan hacia la Villa Santa Rita, ya que testigos aseguraron que comenzó a disparar para desistir cualquier intento de persecución.

La moto y las pertenencias de Aramayo quedaron en el lugar y el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal, donde tras cinco días de agonía falleció por los golpes sufridos.

Pasaron los días y en la Villa Santa Rita se comentaba que, principalmente, “Curly” y “Peluchín” habían robado y golpeado a Ramayo. Un vecino incluso aseguró que escuchó del propio “Curly” decir que “se les había ido la
mano”. Sin embargo la denuncia tardó en llegar, ya que las personas del barrio tenían miedo de señalarlos.

Luego de que muriera Aramayo a su hermana le llegó un mensaje por Facebook de una persona que le aseguraba que la personas que lo habían matado eran “Peluchín”, “Curly” y otros dos, que resultarían ser menores de edad.

Los sospechosos

El fiscal Arévalo considera que no hay dudas que “Curly” Altamiranda y “Peluchín” Urbistondo son los que golpearon a Arimayo y le causaron las lesiones que terminarían luego con su vida.

Por su parte, “Pirulo”, al tener una participación menor se encontraba imputado, pero en libertad, hasta que el pasado fin de semana fue detenido en el marco de una causa por una violenta entradera, en la que delincuentes apuntaron con un arma de fuego a una nena de 10 años.

De los imputados, el único que declaró fue Urbistondo, quien si bien reconoció haber estado en el lugar del hecho, negó su participación en el crimen y acusó directamente a su propio hijo. En su excusa, dijo que había ido hasta el lugar a buscar y ayudar a su hijo para que no se metiera en problemas.