La fiscal Andrea Gómez solicitó a la Justicia de Garantías el sobreseimiento de un hombre que había sido acusado de matar a una joven de 17 años en la madrugada del 2 de agosto de 2020, durante una balacera que se produjo en el barrio Pampa.

Para la investigadora, durante la instrucción se reunieron distintas pruebas que determinarían que Mariano Leonel Belasteguin no fue el autor del crimen de Milagros Soledad Tornari. Si bien en el proceso judicial que se extendió por varios meses, y por el que el imputado estuvo detenido casi un mes, se acreditó que al momento del hecho portaba un arma de fuego que incluso accionó, existen indicios que le permiten a Gómez establecer que la bala que produjo la muerte de la adolescente fue disparada por otro hombre que aún no fue identificado.

Los peritajes sobre la plomadura extraída del cadáver de Tornari y una vaina servida hallada a su lado, establecieron que ninguna de los dos se corresponden con proyectiles que pudiesen haber salido de la pistola de tipo calibre 9 milímetros que portaba Belasteguin, según los propios testigos, allegados a la víctima.

En suma, el novio de Tornari -que estaba con ella y observó cómo fue asesinada- describió ante la Justicia claramente al autor del crimen como un hombre “gordito, bajito, de tez blanquito y pelo negro”, características físicas distintas a las de Belasteguin.

Entre otras, las pruebas mencionadas antes hicieron que Gómez desistiera de acusar al hombre que, en un comienzo de la investgiación, fue sindicado por los vecinos como el autor del crimen y detenido en las inmediaciones del lugar. Luego, lo trasladaron a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, en la que permaneció alojado 26 días y luego fue liberado. De todas formas, continuó imputado y bajo investigación. La semana pasada, la fiscal pidió finalmente su sobreseimiento, y sobre su situación procesal deberá resolver ahora la Justicia de Garantías.

Milagros Tornari fue asesinada de un disparo en el pecho en la madrugada del domingo 2 de agosto de 2020, mientras se hallaba junto a su novio y otras personas frente a las torres del barrio Pampa, en la periferia de la ciudad. En ese momento se producían incidentes entre gente de la villa Santa Rita y vecinos de los edificios de Rateryi entre Bouchard y Vértiz, originado por un episodio que había ocurrido en la tarde del sábado. La autopsia al cadáver reveló que la víctima cursaba un embarazo de pocas semanas.