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Policiales 10 de noviembre de 2022

Piero Pinna: “Lo único que hice fue defender a mi pareja y a mí”

En un diálogo mantenido desde la cárcel de Batán, el imputado del crimen de Maximiliano Rihl, ocurrido durante la fiesta de cumpleaños del empresario Mauricio Ríos, asegura que solo quiso protegerse y que el entorno de la víctima escondió el arma con la que le dispararon a él.

Piero Pinna en la cárcel de Batán.

Por Fernando del Rio

Piero Pinna está alojado en el pabellón F de la Unidad Penal N°44 de Batán. Desde allí entabla el contacto para “decir la verdad y que la gente sepa todo de una buena vez”. A Pinna los medios lo bautizaron como el “Faraón del Pollo” aunque nunca le dijeron así, sino que es un apodo que los medios de comunicación le impusieron por llamarse de esa manera su pollería en Tucumán. “Si querés, poné en la nota ‘los días del Faraón en la cárcel'”, dice al imaginar cómo puede titularse el artículo.

Desde el 3 de julio, Pinna está en Batán, imputado de asesinar de cuatro disparos a Maximiliano Rihl en la fiesta de cumpleaños del empresario Mauricio Ríos, celebrada en el balneario Horizonte una semana antes. “Yo estoy en población, estoy en el pabellón F y no es fácil esto. Necesito que se entienda cómo fueron las cosas”, agrega Pinna y acepta un diálogo que no puede ser espontáneo. A pesar de que en la actualidad los detenidos tienen derecho a la comunicación telefónica permanente, la entrevista no tiene repreguntas, no está ese cruce de miradas ni esos énfasis que invitan a dudar o a convencerse de la sinceridad prometida. Es apenas un intercambio de mensajes.

Y en ese contexto, con ese escenario, Piero Pinna cuenta su verdad:

-En la opinión pública se instaló que al cumpleaños en Horizonte del Sol asistió gente complicada a tal punto que terminó a los tiros. ¿Sabías que podía terminar mal?

-No, de ninguna manera me imaginé que podía terminar así. Fui a un cumpleaños que me invitaron junto a mi pareja, no sabía exactamente qué clase de gente iba, a Mauricio Ríos (el cumpleañero) solo lo vi tres veces. Al cumpleaños llegamos tipo una de la mañana, llegamos tarde, escuché en un momento a un grupo de personas hablando de armas y de la manera en que se hacía, me di cuenta de que era un entorno de gente pesada, no era una fiesta familiar…
-¿Creés que todo lo que sucedió, el inicio de la pelea, las reacciones, tuvo que ver con que vos sos el novio de la hija de Rudy Ulloa? Te pregunto esto porque todo comenzó con una supuesta falta de respeto hacia ella y otra mujer.

-No fue supuesta, fue una falta de respeto total por parte de un tipo que estaba borracho faltándole el respeto a mi pareja y a otra mujer a la vista de todos. Y no tiene nada que ver que mi pareja sea hija de Rudy Ulloa. En lo único que influyó eso fue en la trascendencia pública.

-Desde un principio dijiste que había otra arma con la que te amenazaron a vos y a tu novia. Hay una prueba que corrobora que Rihl, el fallecido, tenía pólvora en sus manos…

-Sí había otra arma, que sacaron de la escena quienes quedaron en el lugar. Por esa razón me encuentro hoy acá. Será o serán quienes deberán responder por sus actos luego de que todo salga a la luz. El juez que resolvió la prisión preventiva es quien confirma que un grupo de personas me siguieron hasta el estacionamiento. La pericia de dermotest dio positivo, pusimos pericia de parte que confirma todos los hechos y hay dos testigos: uno que vio a Maximiliano ir a buscar “algo” al auto gritándome que me iba a romper el pecho y otro testigo que confirma que vio cuando fue a buscar el arma al auto increpándome con la misma.

-¿Por qué creés que la Justicia hasta ahora no ha creído tu versión de legítima defensa?

-No creo que la Justicia no haya creído en la versión de legítima defensa, sino que cuando una persona está detenida demoran mucho y los tiempos se hacen muy largos. Es una injusticia que estoy viviendo ya que lo único que hice fue defender a mi pareja y a mí, yo no fui con la intención de agredir a nadie.

-¿Cómo es posible que no haya aparecido el arma y sí el cargador, si vos asegurás que la descartaste toda en el mismo lugar?

-Descarté todo en el mismo lugar y es imposible que alguien haya levantado el arma ya que era en un lugar donde no había circulación de personas. Cuando se colaboró con la Justicia informándole dónde estaba el arma, sabían el secretario y la fiscal, además de mi abogado en ese momento, quien no siguió con mi caso ya que nos enteramos que mantenía diálogo permanente con Mauricio Ríos y esto nos perjudicó.

-Estás preso desde julio y por ahora la Justicia dice que seguirá la situación así hasta el juicio, si es que se decide que haya uno…

-Mirá, la vida en prisión es contar los días para salir, estar acá es muy difícil y muy duro. Yo quiero ver a mi familia, a mi pareja, a mis hijas y a mis padres. El que sacó el arma fue Rihl, esto es algo indudable y en la causa está acreditado y es injusto seguir detenido.

Un intento de repregunta choca contra el ruego por no seguir profundizando, en especial el tema sobre provocar una muerte y el daño que eso causa en la familia de la víctima. “Eso no, no me gusta. No pongamos eso por favor”, pide Pinna desde Batán.

La fiesta inolvidable

En la madrugada del 26 de junio último, el cumpleaños del empresario Mauricio Ríos estaba llegando a su final. Gran parte de los invitados que habían asistido al balneario Horizonte del Sol se habían retirado y quedaban algunos de los más próximos al cumpleañero.

Eran cerca de las 3 cuando Romina Ulloa (hija de Rudy, aquel empresario amigo de Néstor Kirchner que supo tejer vínculos comerciales con Ríos) sintió que un hombre llamado Ariel Núñez le faltó el respeto mientras bailaba. A ella y a su amiga. Entonces, Ulloa se lo reprochó y Núñez, en aparente estado de ebriedad, fue a “contarle” eso a Pinna, en términos que éste no admitió. Así se inició una pelea que, en su primera instancia, terminó con Núñez con una pierna quebrada y aturdido por un golpe de Pinna.

La disputa se trasladó entonces al sector de estacionamiento, por donde caminó Pinna con su novia hacia el Toyota Corolla de su propiedad. A ambos los seguía Rihl, amigo de Núñez, además de otras personas.

Según el relato de Pinna, Romina Ulloa y su hermano Rodrigo, Rihl estaba armado. Lo cierto es que Pinna efectuó varios disparos con una pistola calibre 9 milímetros que tomó de su automóvil. Cuatro de los proyectiles impactaron en Rihl y uno de ellos, que ingresó en la zona de la cadera, le provocó la muerte minutos más tarde.

Para Pinna está claro que los hechos configuran una legítima defensa, más aún al conocerse que en la mano derecha de Rihl un estudio de laboratorio demostró que había restos de deflagración. Esto supone que es provocado por el accionamiento de un arma de fuego. Vale decir que tras la huida de Pinna (se fue a Tucumán y en el camino se deshizo de su pistola en Chascomús, de donde solo fue recuperado el cargador), en el balneario solo quedaron allegados de la víctima y que cuando llegó la policía no se secuestró ningún arma.

Para la fiscal Florencia Salas, el dermotest positivo en la mano de Rihl no significa que disparó un arma, sino que pudo haberse tocado las heridas y, por transferencia, tener esas partículas de deflagración.

Sin embargo, un peritaje presentado por la defensa -además de las probabilidades en sí- demuestran que no es posible que hubieran restos de deflagración en las heridas porque esto solo ocurre si los disparos fueron a menos de 50 centímetros, algo que está certificado que no sucedió así. Este detalle es clave para la suerte que corra Pinna en el resto del proceso.

A Pinna le fue postergada la decisión del otorgamiento de una excarcelación extraordinaria o un arresto domiciliario presentado por su defensa. Por el momento seguirá preso.



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