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Arte y Espectáculos 19 de abril de 2025

“Playroom”, el disco grabado en Buenos Aires que tiene un “60%” de voces marplatenses

La historia detrás de un disco comunitario, "Playroom", que ideó Bullz, un artista criado en Mar del Plata, y en el que participan varios locales: Serena, Yogur, Lego Skillz, Tina y Acit x, todos artistas que emigraron de Mar del Plata. "Buenos Aires es una ciudad desafiante, venís a luchar contra tus propias capacidades".

Bullz es Matías Bullones, músico, DJ y productor musical marplatense.

Aunque gestado en Buenos Aires, el flamante disco conceptual “Playroom” tiene un “60%” de mano marplatense, aseguró Bullz, 27 años, seudónimo artístico de Matías Bullones. El artista es coautor de las diez canciones que se pueden visitar en las plataformas: además de armar las bases, produjo el material y participa como voz de fondo en algunas de las composiciones.

Dosis de música urbana y sonido electrónico pueblan este disco que gira en torno a un futuro distópico y a una ciudad vacía, con ciudadanos que prefieren vivir encerrados en sus casas, metidos en sus propios espacios de juego, tal como reza el título del disco.

 


“Este disco es también una muestra de eso: si yo lo hubiese hecho solo no sonaría como suena” 

 

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“Dentro de poco viene un EP con remixes de canciones” de este disco, anunció Bullz, quien decidió sumar un material audiovisual filmado en una cuadra porteña, con una estética urbana y bajo una bella luz azul que da unidad al corto.

Además de Bullz, que creció en el barrio Constitución, a pocas cuadras del mar y que hace siete años se mudó a Buenos Aires, los otros marplatenses que se sumaron en las colaboraciones del disco son Serena, Yogur, Lego Skillz, Tina y Acit x.

Se trata de un grupo de músicos y músicas -de entre 25 y 30 años– vinculados al género urbano que, hermanados por un movimiento artístico que no detiene su andar, decidió probar suerte en la gran capital. Eran amigos en Mar del Plata y siguieron frecuentándose. Aún no viven en comuniad, contó Bullz en una entrevista con LA CAPITAL, pero ganas no les faltan.


Podés escuchar la música de Bullz acá:

“Fui el primero en venir, los demás se fueron lentamente, vimos que había mucha cabida acá (por Buenos Aires). Justo en esa época había sido el auge de la producción musical y las canciones más grandes de Duki y el Quinto Escalón y todos empezamos a ver la veta de que podíamos quizás vivir de la música. Hoy en día estamos todos acá, algunos viviendo de la música, algunos con laburos extras, pero sí, fue todo medio en seguidilla”, siguió desde el celular.

Aún no viven juntos, pero “sería soñado”, deseó. “El plan que estamos craneando hace un tiempito es poder conseguir una casa muy grande entre todos, poner un súper estudio y ver qué surge de éso, pero como el estudio (de grabación) es en mi casa, básicamente viven acá, vienen todos los días”.

“Playroom” se completa con la participación de artistas como Jean, Kid Munni, Eqal, O.L.I.V.I.A, LoLo, ODD MAMI, Arya y el DJ brasileño Crosstalk.

-En los años ’60 algunos músicos vivieron en comunidad, La Cofradía de la Flor Solar fue uno de esos grupos. En el siglo XXI, ¿notás que se vuelve a imponer esa idea de que los artistas vivan juntos?

-Cien por ciento. Con esto del Quinto Escalón hubo una vivienda muy emblemática que se llamó La Mansión, en la que se formó Modo Diablo, con Duki, YSY A y Neo Pistea. Eso obviamente nos sirvió de mucha inspiración a todos para darnos cuenta de que el laburo en comunidad es siempre más fructífero que hacer las cosas individualmente. Y este disco es también una muestra de eso: si yo lo hubiese hecho solo no sonaría como suena y no se me hubiesen ocurrido las ideas que nacieron a partir de juntarme con otras cabezas, con otros artistas. Todos ellos fueron potenciando inclusive el sonido del disco y se lo adjudico incluso más a ellos que a mí.

-“Buenos Aires me altera” dice la canción Pibe Get Up. Como marplatense, ¿qué hay de cierto en eso?

-Como un pibe marplatense, me fue muy chocante la transición entre Mar del Plata y Buenos Aires. Quise marcar eso en la estética y en el sonido del disco. Tengo un fondo bien tranquilo y cierto eje melancólico, pero cuando vine acá se convirtió en potencia, movimiento y vorágine y eso lo quise marcar en el sonido: el desafío que propone la ciudad al venirse. Nos pareció muy necesario poder hablar de eso, de cómo Buenos Aires es una ciudad desafiante en la que venís un poco a luchar contra tus propias capacidades también.

-¿Cómo fue el proceso de pasar de Matías a tu seudónimo artístico Bullz?

-Esa parte fue, digamos, la más complicada. Yo soy Bullz hace como ocho años, pero la parte difícil fue la de poder dividir mi carrera como artista, productor y DJ. Muchas veces me encontré en esa disyuntiva: ¿le doy bola a mí yo artista o le meto más fichas a producir? En este álbum quise unir todo, todas las aristas y las cosas que me salen: ser productor, artista y DJ y poder nuclearlo todo ya sea en un show o en cualquier artículo relacionado a este álbum. Estoy poniendo todo lo que soy y eso es Bullz. Lo de convertirme en Bulls, ahora es como agarrarlo y asumirlo como una unión de las cosas que yo sé hacer y no dividirlas tanto, porque no me sirve a nivel creativo, me gusta unificar todo y hacer de eso una unión.

-¿Donde aprendiste el oficio de productor musical?

-La cosa empezó estudiando solo en casa, directamente, lo primero fue estudiar armónica, que mi viejo se la había dejado de lado y de ahí pasé la guitarra. Y de la guitarra pasé a la compu, y en la compu dije “ok, ahora sí que no entiendo nada”. Y me mandé a un curso de producción musical en Mar del Plata. Estuve cinco meses. Me pasó que ya estaba un poco saturado del sistema de educación de ese lugar y me fui a vivir acá a Buenos Aires. Mi abuelo me dijo “venite que te veo al pedo allá”, me viene a vivir a su casa, tenía una habitación que le sobraba, estuve con él un tiempo y ahí pude asentarme. Me ayudó a terminar el secundario. En donde estudiaba me hice amigo de uno de mis profesores, Fede Barreto, que hoy es productor musical de Lali. Fue mi mentor. Lo usé mucho de inspiración para ver cómo quería seguir laburando.

-¿Cuál es el artista más importante que produjiste?

-Produje a Blair, que hace indie. Habíamos arrancado a hacer trap en 2018. Y despues buscamos un sonido más orgánico. Ella es de Bahía Blanca y desde mi casa le mandaba las cosas, ella grababa sus voces en su casa con su micrófono, me las mandaba y yo ahí terminaba la canción. Surgió la idea de hacer una canción llamada “Otra noche en los 70” y esa canción fue la bisagra, hoy hace más indie rock. Está tocando en festivales y teloneó a Taylor Swift.