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Por tercera vez en una semana robaron en el club Al Ver Verás

Carlos De los Reyes, el incansable presidente del club, lamentó la situación y ofreció un desolador panorama de la realidad que sufre una barriada castigada por la marginalidad.

Los clubes suelen cumplir en Argentina un rol social importante. Mar del Plata no es la excepción claro. Dentro de ese contexto, el club Al Ver Verás, emplazado sobre la avenida Victorio Tetamanti en una zona donde las carencias son palpables, desarrolla desde hace décadas una labor tan artesanal como titánica.

De la mano de Carlos De los Reyes, presidente desde hace más de 30 años, Al Ver Verás supo ser la vía de escape para centenares de pibes de un barrio golpeado por la pobreza.

El Club no ha tenido “padrinos” que aportaran capital. Casi todo se hizo a pulmón. De los Reyes fue clave. Levantó paredes, colocó cerámicos, cortó el césped, ofreció un plato de comida…

Ya jubilado, Carlos sigue siendo el presidente del club, a la espera de que los jóvenes que él mismo preparó durante años tomen la posta.

Carlos De los Reyes es el alma de Al Ver Verás. Fue técnico, presidente, obrero, buffetero…

De los Reyes está agotado y triste. No sólo porque en una semana el club fue robado en tres oportunidades sino por la realidad que sufre el barrio y el deterioro diario de las condiciones de vida de sus vecinos, frente a la pasividad de las autoridades políticas o policiales de turno.

Tengo una tristeza terrible. Porque acá la gente a veces se olvida que hablamos de seres humanos y la cosa está re jodida en el barrio. Somos una sociedad en decadencia. No hay que pedir como se escucha que los maten o cosas así. Quisiera saber los que dicen que hay que matarlos que harían si no tienen para comer”, argumenta el propio De los Reyes en diálogo con LA CAPITAL, horas después de haber sufrido el tercer robo en seis días.

“No hay que se tan cruel con el ser humano. Los funcionarios tienen que hacer algo. Por ahí ahora que me robaron capaz que vienen a mi casa. Pero todo sigue igual. Eso no sirve. Hemos tenido también reuniones con los jefe de policía. Pero cada uno atiende su juego”, agrega con un tono de resignación.

“En el barrio también hay cosas importantísimas. Hay valores humanos porque no todos son iguales. Pero se convive con una promiscuidad, una decadencia. Primero se drogan, venden lo que pueden, van a la quema y cuando como ahora ahí no pasa nada tienen que salir a robar. Yo tengo relación con todo el mundo. Y en 40 años que estoy en club una sóla vez me pusieron el cuchillo en el cuello. Pero no reniego contra todo eso, reniego contra el sistema”, asegura.

“Yo no tengo miedo. Tengo 63 años y luché toda la vida. Ya la vida la tengo hecha. Pero me da lástima por los pibes jovenes, las que van a tener que pasar”, se lamenta.

“En el club he pasado cosas lindas y feas. Me voy a llevar el mejor de los recuerdos. Hay pibes que han laburado conmigo y algunos hasta son empresarios hoy. La comunidad no sabe lo que es ese club. Es verdad que todos cumplen alguna función social. Pero nosotros no tenemos a nadie que ponga un peso. Somos todos obreros. Y la gente tiene que trabajar para vivir además de dar una mano en el club. Por eso yo que puedo porque soy jubilado sigo. Cuando me operé del corazón le dije a los pibes que tomaran la posta pero acá estoy… Hoy tengo a dos chicos que trabajan conmigo. Que les fui enseñando y hoy saben hacer de todo: poner un ladrillo, colocar azulejos. Quizás algún día uno de ellos sea el presidente de Al Ver Verás”, se ilusiona.

El club Al Ver Verás permanece cerrado desde marzo.Y si bien ya había sufrido un robo durante este triste proceso de pandemia, en los últimos días padeció otros tres.

El primero fue el jueves pasado, cuando rompieron el alambrado perimetral y se llevaron mercadería del buffet. El martes por la noche volvieron a ingresar para seguir llevándose mercadería. Es que todo sucede con la alarma sonando así que los delincuentes tienen poco tiempo para actuar. Volvieron el miércoles por la mañana. También se llevaron una cuchilla y una balanza. Y rompieron una de las cámaras de seguridad.

Este miércoles por la mañana el club Al Ver Verás sufrió el tercer robo en seis días.

“El casero los vio. Eran dos el otro día y uno la última vez. Pero le tengo prohibido salir. Mirá si todavía le pasa algo”, afirma preocupado.

De los Reyes es una de esas personas con un compromiso social gigante. A la que los reiterados robos y la crueldad del sistema no le impide poder ponerse siempre en el lugar del otro. Por todo eso tanta tristeza.

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