El documental “La sociedad del afecto” se presentará este martes a las 19 en la sala Piazzolla del Teatro Auditorium, con la presencia de las directoras Alejandra Marino y Marcela Marcolini, quienes participarán de un conversatorio con los presentes. La función está organizada por la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Celebrada por su calidad artística, la película narra la experiencia de vida y las ideas transformadoras de María de los Angeles “Chiqui” González, abogada, docente, dramaturga, exsecretaria de Cultura de Rosario y exministra  de Innovación y Cultura de Santa Fe durante dos gestiones.

Creadora de experiencias artísticas como el Tríptico de la Infancia y el Tríptico de la Imaginación y desarrolladora de políticas públicas inclusivas siempre vinculadas con los niños y las niñas, la ex funcionaria santafesina es una destacada referente internacional. La Universidad Nacional de Irlanda, por ejemplo, le entregó un Doctorado Honoris Causa por su intensa labor.

En el reciente libro “Imagen revelada”, de su autoría y publicado por Eudeba, cuenta su experiencia como docente de la Fadu (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo) de la UBA, en donde fue impartió clases en disciplinas como guion y dirección de actores durante veinte años.

“Trabajó el tema de la creatividad, de la imaginación, del juego y de la metáfora como elementos principales del desarrollo del pensamiento, que los niños lo tienen de una manera más asible de entender que nosotros (los adultos) que tenemos un pensamiento lógico”, señaló Marcolini, en diálogo con LA CAPITAL.

Ambas directoras contaron que descubrieron la riqueza de la vida y de las ideas de Chiqui González tras la culminación de otra película, “Ojos de arena”, que narra una historia vinculada a la trata de niños y niñas.

“Habíamos quedado un poco bajón por el tema y empezamos a buscar quién estaba trabajando sobre infancias que tuviese un costado esperanzador, más de trabajo social y con perspectivas a futuro”, contó Marcolini y destacó que uno de los aspectos más interesantes era ver que el mundo de las ideas que planteaba la protagonista “podían hacerse realidad, podían ser llevadas a la obra”.

“Las ideas tienen que ver con las infancias, con el juego, con las políticas públicas y con una sociedad que distribuya el afecto -indicaron las directoras-. El afecto entendido como el tener presente a otra persona, más allá del amor, no es afecto de mimo sino tener presente a la persona desde distintos puntos de vista, incluso desde el Estado”.

“Por eso la aplicación de políticas públicas en torno a las infancias. Y por ejemplo, ideas como el valor de la metáfora, de cuánto contribuye el trabajo de la metáfora en el aprendizaje de los niños y niñas”. Además, González es autora de conceptos como el derecho al juego y el derecho a recibir cosas bellas, aún en entornos que no lo sean.

-El contexto actual en torno a las políticas públicas no es favorable a las ideas de González. ¿Cómo resuelven esa contradicción entre la realidad y lo que plantea la película?

Alejandra Marino: -Nosotras no estamos haciendo nada especialmente, pero se está posicionando sola en relación a eso, porque lo que nos está pasando es que la gente nos pide la película. Justamente por eso, porque la peli va por un carril absolutamente opuesto a lo que es propuesto hoy desde el Estado. No todos, pero sí desde el Estado Nacional. Entonces, lo que la gente tiene ganas de escuchar es otra cosa, justamente que hablen de afecto, de las infancias, de que los chicos pueden recibir afecto, de que todo el mundo puede recibir afecto. Hay infancias que hoy no están visibilizadas. No hay ningún programa de Cultura que se esté aplicando a las infancias. Incluso se nos hace muy necesario el ir a presentar la película en cada uno de los espacios y el valor que le están dando a la película, porque hoy tampoco tenemos cine desde el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales). No se están haciendo películas. Es realmente un honor estar podiendo llevar la película, acompañándola y que nos la pidan desde distintos lugares. Creo que se está posicionando sola, por oposicion a lo que pasa.