La Ciudad

Preocupación en la industria de la construcción por la segunda ola

Desde el Distrito IX del Colegio de Arquitectos aseguran que la actividad “no tiene riesgos de contagio”. Destacan que se realiza “con espacios abiertos, ventilación natural, distanciamiento interpersonal", el cumplimiento de los protocolos sanitarios y movilidad propia.

Ante el avance de la segunda ola, marcada por el aumento de casos de Covid-19 y las restricciones que podrían disponerse en virtud de esta situación sanitaria, la Mesa Directiva del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX expresó su “preocupación” por lo que pueda ocurrir con la industria de la construcción.

Durante los primeros meses de la pandemia, la construcción -como otros tantos sectores- debió interrumpir su actividad, por lo que ante el nuevo aumento de casos positivos, el Colegio de Arquitectos destacó los motivos por los cuales la construcción debería y podría seguir funcionando.

Por sus características particulares, el sector constituye “una industria saludable” si el foco está puesto en evitar la propagación del coronavirus, ya  que “no implica riesgos de contagio”.

Las obras, aclararon las autoridades de la institución, “son espacios abiertos desde el comienzo hasta sus etapas finales”, lo que garantiza la ventilación natural del ambiente laboral.

Además, señalaron, “se desarrollan con una baja densidad de operarios, es decir que se trabaja con poca  cantidad de personal afectado en relación a la superficie, lo que garantiza el distanciamiento interpersonal requerido, de forma natural”.

En simultáneo, marcaron que “es una actividad idéntica a la obra pública”, que “siempre fue tomada como actividad esencial y nunca se detuvo”.

A las generalidades propias de esta industria, se suman algunas particularidades locales. Mar del Plata fue la primera ciudad del país con más de 500.000 habitantes en retomar la actividad en las obras privadas con posterioridad a las restricciones impuestas por el ASPO. Esto ocurría a principios de mayo del año pasado.

Más allá de los reclamos de todas las entidades en representación de los distintos actores de la industria, que se hicieron escuchar con fuerza en aquel momento, la medida tenía su lógica en virtud que la reactivación de la actividad de las obras privadas “no significaba una sobrecarga al sistema de transporte público de pasajeros” debido a que “casi todo el personal involucrado, ya sean obreros o profesionales,  nos movilizamos en forma individual, en automóviles, motocicletas o bicicletas”, sostienen.

Situación Socio Económica

En Mar del Plata se mantienen elevados los índices de desocupación. La enorme dependencia de la obra privada -que según datos relevados por la Ong Mar del Plata entre Todos representa el 92% del total de la industria de la construcción- “no hace más que evidenciar las enormes dificultades que tiene el Estado en sus distintos niveles para financiar la tan necesaria obra pública”, indicaron desde el Colegio de Arquitectos.

Por eso, “si sumamos, dentro de nuestro Producto Bruto Global a toda la cadena de valor que nuestra industria moviliza, la actividad representa un 17% del total del movimiento económico local. Por estas razones, la construcción se verifica como un principal motor natural de la necesaria reactivación económica”, analizaron.

Según los datos del Colegio, la obra privada ocupa en Mar del Plata a más de 20.000 operarios directos y  700 profesionales en forma permanente.

En este contexto, “no hay margen alguno para pensar en una nueva restricción hacia nuestra actividad”, expresaron y marcaron la “conducta impecable” en el cumplimiento de los protocolos establecidos.

Pese a que Mar del Plata se mantiene en Fase 4, desde el Colegio aclararon tres cuestiones: primero, el “modo saludable de trabajo” que caracteriza a la construcción; segundo, que “no es posible equiparar situaciones urbanas distintas sin mirar datos más específicos”; y tercero, que “no da el margen para postergar el desarrollo normal de la industria de la construcción, teniendo en cuenta la imperiosa necesidad de reactivación laboral que tiene esta ciudad y que la construcción es, en este proceso, uno de los resortes clave”, concluyeron.

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