La Zona

Preocupación en productores de General Alvarado por la incierta evolución de la gruesa a causa de la sequía

La aparición de focos ígneos enciende la alarma en todo el distrito y atenta contra la evolución de los cultivos. “Estamos previendo la posibilidad de pérdidas ante una menor cosecha”, dijo a LA CAPITAL, el miembro de Coninagro, Mario Raiteri.

MIRAMAR (Corresponsal).-  La presencia del fenómeno “La Niña” a partir del período de siembras de cereales y verdeos en la región benefició el desarrollo de los trabajos en la avena, cebada y trigo durante la campaña de cultivos de fina, pero perjudicó el proceso y evolución de la gruesa con respecto al girasol, maíz, sorgo, soja de primera y segunda.

“Los productores estamos preocupados, previendo la posibilidad de pérdidas ante una menor cosecha y con consecuentes resultados económicos y financieros desfavorables en este 2021 que ponen en duda nuestra capacidad de repetir la misma siembra para el 2022”, afirmó ante LA CAPITAL, Mario Raiteri, miembro del Consejo de Administración de Coninagro.

Paralelamente, el dirigente fue más allá en su análisis de la situación y también transmitió la realidad individual de los diversos cultivos.

“El 30% de la superficie de girasol se siembra en el sudeste de Buenos Aires, sus rindes aportan el 40% de la cosecha nacional, pero deben llover más de 300 milímetros para desarrollar buenos rendimientos. Gran parte del agua tiene que caer entre los 30 y 80 días de sembrado, cosa que no ha ocurrido”, sostuvo el productor.

En el maíz la falta de lluvia se da en el momento mas sensible del cultivo, que es 15 días antes y 15 días después de su floración. La soja de primera e intermedia tuvieron problemas de emergencia, algunas lo lograron, pero se secaron.

“Los productores en general atrasamos la siembra de estas dos sojas esperando la lluvia, condicionando las mismas a un rinde menor. En soja de segunda muchos optaron por reducir la superficie destinada originalmente o no sembrarla”, manifestó el dirigente.

La acción de los herbicidas de todos estos cultivos (preemergentes y posemergentes) no fue eficiente, así se produjo un escape de malezas que está compitiendo con los cultivos por el agua que hay en los perfiles.

Pasturas y papa

Los cuarteles dedicados a la cría ganadera, en Mechongué y Mar del Sur están con pasturas pisoteadas y sobrepastoreadas, lo cual le quita posibilidades de recuperación si ocurren las precipitaciones necesarias en el período de crecimiento de otoño.

Asimismo, Mario Raiteri hizo un análisis detallado sobre otro de los cultivos principales de esta zona, la papa.

“Es intensivo y se riega a través de distintos sistemas. Ninguno de estos riegos es en estos momentos eficiente debido a los fuertes vientos, altas temperaturas y la falta de lluvia, por más que el elegido este bien dimensionado para las hectáreas cultivadas”, afirmó el vicepresidente de la Federación Nacional de Productores de Papa (Fenapp).

En cultivos de 100 días se fueron regando 80 días sin parar lo que supera la media histórica, además de aumentar costos de inversión esta situación hace prever un menor rinde por hectárea de lo que es el tercer alimento del mundo.

Raiteri (derecha) y González (Coninagro) junto al ministro Rodríguez.

“Confiamos en las palabras el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez sobre que están monitoreando la situación de General Alvarado y el resto de la provincia. Además de su convocatoria a trabajar en algo superador a la actual ley “de emergencia y desastres” que es insuficiente tratando de que la nueva ley abarque temas como créditos, subsidios, una mejor accesibilidad por seguros baratos, y un fondo contracíclico para cuestiones climáticas que no solo beneficie a los pequeños y medianos productores sino también ampare a sus cooperativas y otros proveedores”, concluyó Mario Raiteri.

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