La denuncia de Guillermo Montenegro sobre la situación de los animales del Aquarium no solo generó una réplica de las autoridades del lugar, cerrado el 31 de marzo, y una actuación de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación: la controversia no tardó en llegar al Concejo Deliberante, donde fueron presentados dos pedidos de informes, uno dirigido a la Provincia y otro al municipio.

El concejal Gustavo Pujato (UCR) busca que el cuerpo deliberativo le solicite al Ministerio de Ambiente de la provincia, a la Dirección de Flora y Fauna y “a toda otra autoridad con incumbencia en la materia” que “dispongan de manera urgente las acciones necesarias para regularizar la situación de los delfines y lobos marinos aún presentes en las instalaciones del Aquarium”.

La intención, además, es que las autoridades de esas dependencias provinciales “informen urgentemente sobre el estado actual de los animales y las medidas adoptadas en relación a su traslado, rehabilitación o reinserción”.

Por su parte, Eva Ayala (Acción Marplatense) busca que el Concejo le solicite al Ejecutivo local un detalle de las inspecciones realizadas en el lugar en los últimos dos años, previas y posteriores al cierre definitivo.

El propósito es conocer si en esas inspecciones –si se realizaron– se identificaron incumplimientos a la ordenanza 9702, el “Reglamento para la habilitación y funcionamiento de instalaciones que alberguen mamíferos acuáticos”, y se establecieron medidas administrativas o sanciones.

Ambos proyectos serán tratados en primera instancia en la Comisión de Ambiente.

El fin de semana, el intendente Guillermo Montenegro presentó una denuncia por el presunto “abandono” de delfines. En el marco de la Ley de Maltrato Animal, solicitó investigar y corroborar “lo expuesto en los medios”.

Enseguida, autoridades del oceanario cerrado aseguraron que los animales que todavía permanecen en el lugar se encuentran controlados y cuidados por profesionales y especialistas.

También mencionaron que el lunes hubo una inspección de Zoonosis municipal y señalaron que los inspectores pudieron recorrer el lugar y observar el estado de los animales.

“El oceanario es controlado por entes de aplicación tanto nacionales como provinciales y no se realiza ningún movimiento de animales sin la autorización de estos”, agregó.

Por su lado, la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), participó ayer del operativo de traslado de cinco lobos marinos de un pelo desde el Aquarium hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, con destino a República Dominicana.

La comisión de la BCA verificó que otros ejemplares de fauna silvestre alojados en el acuario, entre ellos diez delfines nariz de botella, se encuentran “en buen estado” de conservación.