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Zona 8 de marzo de 2021

Prevenir y reeducar, las ideas de una especialista para frenar los femicidios

La inclusión de los varones en la gesta feminista, la creación de una nueva pedagogía que los reeduque y la puesta en marcha de equipos interdisciplinarios que realicen prevención de violencias machistas en las escuelas son las propuestas de la especialista para parar los femicidios. Un tema clave en este 8 de marzo, jornada en la que se conmemora el Día de la Mujer.

Por Claudia Roldós y Paola Galano

Dora Barrancos va “a las cosas”. “Creamos, inventamos o erramos, dice Simón Bolívar, acá es la hora de la invención, en el sentido formidable que tiene la creación; creemos”, pide. Socióloga, doctora en Historia, profesora consulta de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, investigadora del Conicet, la académica es consejera asesora del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. Feminista de la primera hora, combina teoría y propuesta, analiza en esta entrevista con LA CAPITAL la problemática de los femicidios en Argentina y propone acciones concretas para empezar a pararlos.

Las cifras de femicidios se actualizan sobre todo hoy 8 de marzo, una jornada en la que se conmemora el Día de la Mujer con marchas, festivales, acciones callejeras y reivindicaciones en todo el país, de la mano de un movimiento que no deja de crecer en Argentina y en América latina. De acuerdo al Observatorio Nacional de las Violencias de Género “Y ahora que sí nos ven”, en lo que va de 2021 se registró un femicidio cada 25 horas. Y si se toma en cuenta la conclusión del colectivo Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) una mujer es asesinada cada 29 horas en el país.

Frente a esta realidad, Barrancos “va a las cosas”. Dice que el flagelo se puede empezar a detener a partir de un “trabajo que implica una enorme cantidad de dimensiones tratadas al mismo tiempo”. Insiste con “prevenir, prevenir, prevenir” y mira a la escuela: “Desde luego lo que compete al poder judicial y a la justicia es gravitante, absolutamente inexcusable, pero aquí lo que no tenemos que demorar más es una intervención en todo el sistema educativo”.

“¿Qué quiere decir prevención?”, se pregunta, Zoom mediante. “Reeducación. Necesitamos una nueva matriz educativa que cambie la currícula, cosa que puede ser más difícil, pero que al mismo tiempo haya equipos interdisciplinarios en cada distrito, en cada comuna, que puedan visitar todas las semanas a diferentes grupos, sobre todo de los últimos grados del ciclo primario y todos los grados del secundario, porque es el momento en el que comienzan las relaciones, es el momento en el que hay cierta precocidad en los vínculos sexuales. Ahí es donde tiene que haber una intervención muy precoz reeducativa tanto para los chicos, chicas, chiques”.

La autora de libros como “Los feminismos en América Latina” y “Mujeres en la sociedad argentina” entiende que la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) es insuficiente al momento de abordar la problemática de los femicidios. “No basta con la ESI, la ESI debe ser desarrollada como marca la ley pero no basta. Tiene que haber otro camino curricular convergente con la ESI pero sobre todo tenemos que hacer una inversión de aparatos, de equipos multidisciplinarios que todas las semanas estén en contacto con cada aula”, explica.

La nueva pedagogía de la que habla viene a señalarle “a los varones que esas violencias son inaceptables”, al tiempo que busca “analizar por qué cada uno de estos muchachos tiene necesidad de llevar adelante el plan patriarcal del cual no hay clarividencia”, indica.

“Necesitamos efectivamente que haya una pedagogía para los grupos masculinos, que no es la charla de un día que damos las académicas, es mucho más riguroso. Me gusta decir que el patriarcado también mutila la libertad de los patriarcas. Hay que saber que ese privilegio es paradojal y que esos privilegios son absolutamente insidiosos, irracionales, que tornan indigna la condición humana”, afirma.

– ¿Se está haciendo este plan?

– No. Estoy proponiéndolo, no de manera tan solitaria, pero por qué no hacerlo en algunos distritos como Mar del Plata, o en algún contexto provincial mucho más convencido con la idea de aniquilar este fenómeno. Tenemos que encontrar las mejores condiciones de posibilidad para que cada una de estas intervenciones efectivamente se materialice. ¿Por qué no experimentamos esto mientras, desde luego, hacemos tantísimas otras cosas? Un veintipico por ciento de las mujeres que fueron muertas por femicidio habían solicitado el amparo de la Justicia, eso en sí mismo es todo un rubro que ya significa muchas intervenciones, muchas dimensiones y cada dimensión se despliega en un arco de intervenciones. Se lo he propuesto a nuestra ministra Elizabeth Gómez Alcorta y vamos a tener una importante tarea dentro de la asesoría que se expresa a través del consejo. Tenemos una reunión este mes. Estoy pidiendo que haya pruebas piloto, sitios que operen con pruebas piloto para este enorme arco de intervenciones.

– Cuando habla de formar equipos disciplinarios ¿en qué profesionales piensa?

– Profesionales que están en mi cabeza son seguramente alguien de alguna impresión de la membresía jurídica. Ese equipo tiene que saber mucho, tiene que estar muy preparado, no es así nomás estar afinada con el tema. Dos o tres representantes del trabajo social y las otras formulaciones sociales, sociología, antropología, etc. puede ser un equipo de tres o cuatro personas. Eso es una inversión, es un equipo que trabaja como si ejerciera regularmente la docencia solo que su traslado de lugar a lugar le confiere el aspecto de que no está en una escuela.

– Habla de incluir a los varones dentro de los feminismos, algo que muchas veces ellos también dicen, porque también son víctimas del patriarcado. ¿Va por ese lado?

– Sí. No estaba pensando tanto en la inclusión militante, estaba pensando en las acciones que pueden llevarse adelante con gran participación de los varones en torno a un desmantelamiento del conflicto cultural patriarcal en cada sujeto, porque esto es lo que sabemos: los varones no se levantan todos los días para decir “ah, voy a cumplir con el pacto patriarcal”, esto es una teluria, es lo más detestable que tiene la humanidad desde el Neolítico superior en que se establecieron las primeras experiencias y formulaciones patriarcales… es largo. Tenemos entonces una autoproducción, que encuentra estabilidad en el pasaje de generación a generación. Y además, sí, desde ya, yo soy una feminista que aboga por un feminismo irradiado a todas, todos, todes.



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