CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 22 de octubre de 2019

Prisión perpetua para Burgos Duarte por el femicidio de Carolina Barrios

Así lo determinó el Tribunal en lo Criminal N°2 de manera unánime. El hecho ocurrió el 23 de diciembre de 2017 en el barrio Santa Rita.

Ricardo Burgos Duarte, condenado por el femicidio de Carolina Barrios.

El Tribunal en lo Criminal N° 2 condenó este martes de manera unánime a Ricardo Ramón Burgos Duarte (26) a prisión perpetua por el femicidio de Carolina Barrios (30), lo que había solicitado el fiscal Alejandro Pelegrinelli en su alegato.

El hecho ocurrió el 23 de diciembre de 2017. Ese día, Burgos Duarte apuñaló a su expareja y también hirió a su exsuegra, de 46 años, en medio de una discusión intrafamiliar.

El imputado decidió no asistir a la última audiencia del juicio. No estar presente para escuchar el veredicto, para ver una vez a la familia de Carolina, para ver a las personas a las que les “arrebató” la vida de una persona amada.

Para los jueces Néstor ContiAlexis Simaz y Roberto Falcone no quedaron dudas y declararon a Burgos Duarte culpable de homicidio agravado por el vínculo en concurso real por tentativa de homicidio. Es decir, culpable de haber asesinado de una puñalada en el cuello a quien era su expareja y culpable de haber intentado matar a su exsuegra, Gabriela Faga.

La lectura fue resolutiva -los argumentos fueron entregados a las partes-, no hizo falta más. Al escuchar “prisión perpetua” la familia de Caroilina, su madre, sus hermanos, su hermana, estallaron en llanto. En un llanto contenido desde el 23 de diciembre de 2017, en un llanto que brotó tantas veces, tantas noches y que hoy aunque sea tiene un poco de sabor a justicia.

Familia 22

Los jueces, además, dispusieron que se le avisara al cónsul de Paraguay en Mar del Plata sobre la condena de su compatriota Burgos Duarte y rechazaron el planteo de inconstitucionalidad de la pena a prisión perpetua pedido por la defensa del imputado.

La testigo que sufrió la violencia en carne propia

En la sentencia, los jueces destacaron el testimonio de Gabriela Faga, quien esa misma noche del 23 de diciembre de 2017 fue acuchillada en la cara y en la cabeza por Burgos Duarte.

Para los magistrados, las palabras de Faga fueron sinceras. En su testimonio, la madre de Carolina explicó que ese 23 de diciembre, cerca de las 21.15, recibió una llamada de su nieta diciéndole que el imputado la había abrazado con un cuchillo y que también había amenazado a su madre con matarla, por lo que inmediatamente se dirigió al lugar en una motocicleta que conducía un vecino.

Al llegar observó que había “un montón” de personas y que su hija agarraba a Burgos Duarte que estaba peleando con una vecina. Faga se acercó a Carolina y, a los gritos, le manifestó que “no la había parido para eso”, que buscara a otra persona y que se iría con ella del lugar.

Posteriormente, Faga vio que Burgos Duarte ingresó a la casa y que salió con una cuchilla en la mano y fue contra ella, a quien directamente, sin mediar palabra la cortó con la cuchilla, primero en la cara y luego en la cabeza. Finalmente, se dirigió hacia Carolina, a quien le clavó toda la cuchilla en la zona del cuello, para darse a la fuga en dirección a la calle Vertiz.

Por otro lado, la testigo explicó que la relación de su hija con el acusado había comenzado seis o siete meses antes del hecho, que ella se había apoyado mucho en él porque venía de una relación de maltrato anterior y que en principio no tenían problemas, pero que con el correr del tiempo él la celaba mucho, la seguía a todos lados y no la dejaba estar en paz.

Un femicidio sin eximientes

Para los jueces “no existe la menor duda” que Ricardo Burgos Duarte ha sido el autor de los hechos y rechazaron los planteos de la defensa de que el hombre habría actuado bajo los efectos de un importante consumo de alcohol en un cuadro de capacidad disminuida.

“Como el imputado se dio a la fuga luego de los ataques con la cuchilla y recién fue detenido 48 horas después en la vera de la Ruta 2, no pudo practicarse un dosaje alcohólico que hubiera permitido dar certeza sobre la cantidad de alcohol que tenía en sangre”, expresaron los jueces en la sentencia y remarcaron que, de esta manera, no es posible entender que Burgos haya obrado en un estado de capacidad disminuida producto de la ingesta alcohólica.

Además, destacaron que según lo ventilado en el debate, “nadie lo observó en un obrar torpe o errático, sino todo lo contrario, sabía lo que hacía y dirigía claramente sus acciones”.

“Los ataques a Faga y Barrios no fueron un arrebato torpe del momento, sino la culminación de una actividad violenta que había sido iniciada varios minutos antes por el propio causante”, concluyeron en la sentencia.

 

Es por esto que los jueces no coincidieron con el planteo de la defensa en que el obrar de Burgos habría sido un tanto irreflexivo, casi inmotivado, producto de un arrebato violento del momento hacia cualquier persona que se le cruzara.

El caso

El 23 de diciembre de 2017, Ricardo -conocido como “Richard” o “El paraguayo”-  Burgos Duarte se había juntado con unos amigos, en la propiedad en que también vivía Carolina Barrios, a beber cervezas, en esa casa en Brumana 1068. Durante la reunión, Richard comenzó a discutir con Carolina, por lo que la mujer le dijo frente a sus amigos que se iría del lugar.

Burgos Duarte no aceptó la respuesta de Carolina y le dijo que si se iba se suicidaba. El hombre se levantó, fue hasta la cocina, tomó un cuchillo y se provocó una serie de cortes en el antebrazo izquierdo.

Burgos Duarte, Carolina y el resto de las personas que estaban en la reunión salieron a la vereda y la discusión, los gritos y las amenazas continuaron.

En ese contexto, Burgos entró de nuevo a la casa y salió armado con un cuchillo, primero cortó en la cabeza a la mamá de Carolina Barrios, que había ido hasta el lugar alertada por su nieta, y luego la apuñaló a ella en el cuello, provocándole la muerte.