La iniciativa apunta a disminuir la posibilidad de propagación del Covid-19 al concurrir a los locales gastronómicos. Buscan que la medida sea incluida en en las condiciones de la prueba piloto.
La reapertura de las cafeterías de Mar del Plata coincidió con el exponencial incremento de los contagios de coronavirus. Sin embargo, hasta el momento ninguno de los casos detectados en los últimos días guarda relación con la prueba piloto de la gastronomía. No obstante, para disminuir la posibilidad de propagación del Covid-19, desde el Centro de Estudios y Gestión Ciudadana (CEG) proponen que se incentive a los marplatenses a llevar su taza propia al ir a consumir a un local.
La coordinadora del CEG, Mercedes Parreira, elevó al Concejo Deliberante un proyecto a través del cual propone incluir dentro de las condiciones de la prueba piloto de apertura de cafeterías, que los establecimientos fomenten que los consumidores lleven su propia taza o vaso de uso exclusivo a los fines de servirle el café u otra infusión directamente de la jarra, reduciendo la posibilidad de contagio.
“Si bien ninguno de los casos guarda relación con la prueba piloto de apertura de cafeterías, es necesario extremar los recaudos para que este brote no confunda los resultados de la evaluación de una actividad que mantiene fuentes de trabajo de muchos marplatenses y desde ya, evitar contagios masivos”, fundamentó Parreira.
El jueves, la Comisión de Reactivación Económica resolvió recomendarle al intendente Guillermo Montengro que prorrogue hasta el miércoles próximo la prueba piloto de reapertura de los cafés.
Al plantear esta propuesta, la coordinadora del CEG señaló que se viene demostrando “un buen acatamiento” a la prueba piloto por parte de los locales gastronómicos y de los consumidores, aunque advirtió que “ha sido notable la prevalencia del uso de vajilla de porcelana por sobre los vasos descartables”.
El protocolo para el sector gastronómico exige un riguroso control respecto a la desinfección y lavado de vajilla. No obstante, “resulta difícil controlar si cada uno de los establecimientos cumple con el riguroso sistema de desinfección”, apuntó Parreira al proponer que se incentive llevar una taza propia a los locales.
“Una manera de complacer a los clientes y a su vez, evitar la propagación del virus COVID19, puede resultar de fomentar la utilización de una taza o vaso de uso exclusivo del cliente, que puede traer consigo hasta el establecimiento y solicitar que viertan la infusión directamente de la jarra a este elemento de uso exclusivo”, planteó.
La idea, además de evitar el contacto de la taza con otras manos que no sean únicamente las del consumidor, tiende también a “reducir la exorbitante cantidad de plástico” que es utilizada durante este año a causa de la pandemia, y en especial de vasos descartables, que implican un mayor daño, ya que por su composición no pueden ser reciclados por los métodos normales.
De prosperar la medida y lograr aceptación por parte de los consumidores, la impulsora consideró además que “podría impactar favorablemente en el costo del establecimiento” por cada café que vende, sin entregar vaso descartable.
La doctora Mercedes Parreira indicó a su vez vería con agrado que el Departamento Ejecutivo efectúe campañas de difusión y promoción de esta iniciativa a través de sus diversos medios de comunicación.