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Punto final para el sueño de Peñarol

Boca se impuso 86-77 y avanzó a las semifinales. Leonel Schattmann hizo la diferencia con una actuación fabulosa. El desgaste por faltas complicó a los de Ramella y el equipo local estableció una diferencia clave en la pelea física y por los rebotes.

Se terminó la temporada 2021/2022 de la Liga Nacional de Básquetbol para Peñarol. En el cuarto juego de la serie de cuartos de final, Boca jugó mejor, se apoyó en un gran Schattmann y en el poderío fisico de su juego interno para ganar 86-77 y avanzar a una semifinales en las que lo espera Quimsa.

El desarrollo del partido fue decididamente adverso para Peñarol en su primera mitad. Boca, con Kevin Hernández otra vez como inicial, planteó una defensa muy fuerte cerca de su propio canasto, tan o más eficaz que la del primer cotejo de la serie en Mar del Plata. Salvo algún acierto de Sansimoni, el equipo de Ramella penó contra el poderío interior del equipo local.

Lo peor, sin embargo, fue que no pudo plantar la defensa. Tomás Monacchi volvió a cargarse de faltas personales y nadie pudo contra Leonel Schattman, quien registró 14 puntos en el primer cuarto anotando el 100% de sus lanzamientos.

Poco cambió el ingreso de la rotación “milrayitas” en el segundo parcial. Gonzalo García mandó a Eloy Vargas a la cancha y la supremacía interior boquense en los dos canastos fue aún más marcada. Schattman, además, continuó encendido. El equipo local llegó dos veces a tomar dieciseis puntos de luz y Peñarol, como pudo, con un par de ráfagas afortunadas, evitó un despegue mayor. Boca llegó al entretiempo 48-35 al frente, pero dominándolo todo.

Sansimoni, con un gran arranque ofensivo en el tercer cuarto, provocó la ilusión de una remontada marplatense. Pero enseguida la cuarta falta de Lockett puso a Peñarol en un problema mayúsculo.

El equipo de Ramella dio el handicap de defender sin un “5” natural y Boca leyó cada situación de ventaja física con inteligencia para hacérselo pagar. Pero igual luchó una enormidad y logró ingresar 58-65 al cuarto final.

Peñarol dio el tope anímico en el arranque de la recta final y Thornton y Sansimoni, por momentos, hicieron maravillas para achicar las diferencias. Con un triple de “Chule”, a falta de 6’30”, pudo situarse apenas 68-70 abajo.

El equipo marplatense, sin embargo, no pudo disimular la desventaja física en la pelea por los rebotes. Así no pudo capitalizar todo lo que se prodigó en defensa. Boca, una y otra vez, consiguió recobres de ataque valiosos para ponerle freno a las aspiraciones marplatenses.

Peñarol quedó más endeble todavía por la quinta de Lockett y Boca le tiró a J. J. Avila a la cancha para darle el golpe final. Se terminó la temporada para el equipo marplatense, pero dejó una imagen digna.

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