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Opinión 23 de enero de 2019

¿Qué debemos saber de las infecciones por hantavirus?

Los hantavirus infectan a diversas especies de roedores a nivel mundial; estos a su vez trasmiten el virus a los humanos, constituyendo una zoonosis (enfermedad trasmitida por animales al hombre).

Las manifestaciones clínicas, son diferentes debido a diferencias de los virus según las regiones del planeta, causando desde enfermedades renales, fiebres hemorrágicas o como en nuestro medio el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH); este cuadro tiene baja incidencia pero alta letalidad de ahí su gran peligrosidad.
Recientemente diferentes regiones de la Argentina se ven afectadas por el aumento de casos de Hantavirus; sin duda la más importante es la que afectó a la ciudad de Epuyén (Chubut), lleva un total de 29 casos confirmados con 11 fallecidos, registrando una mortalidad del 37.9 %; también hay casos en otras partes del territorio, como en el gran Buenos Aires y mucho más cerca de nuestra ciudad como es el caso de Castelli, donde una mujer oriunda de esa ciudad, fallece en un nosocomio de La Plata donde había sido derivada, estando y su esposo e hijo internados en este momento por alta sospecha de padecer hantavirus.

La característica más relevante de los casos de Epuyén (Chubut) y posiblemente de las personas afectadas en Castelli, es la transmisión interhumana del virus. Los antecedentes de este tipo de contagio se remontan al año 1995, cuando en el Bolsón y en Bariloche se documenta por primera vez un brote (cepa Andes) de 18 casos entre ellos 5 médicos, con una mortalidad cercana al 50%; hasta ese momento solo se consideraba el contagio a través del contacto con aerosoles de orina, saliva o heces del ratón colilargo que habita mayormente la zona sur-andina (oligoryzomys longicaudatus). Entre 1997 y 2017 se diagnosticaron en Chubut 77 casos de los cuales 22 (28.6%) fallecieron.

¿Como se desarrolla la enfermedad?

La enfermedad básicamente tiene un periodo de incubación variable que puede abarcar desde 7 hasta 42 días después de la exposición al virus. Luego comienzan los primeros síntomas como fiebre, cefaleas, mialgias, dolores abdominales, vómitos, diarreas; típicamente en ese momento no hay signos respiratorios como tos, expectoración, resfrió etc., lo cual lo diferencia de las virosis respiratorias que son tan frecuentes y de curso benigno.

Luego de una mejoría breve aparece, -salvo en los casos leves-, la disnea (falta de aire), que indica el comienzo del síndrome cardiopulmonar, la disnea suele progresar rápidamente a un cuadro de insuficiencia respiratoria “distrés respiratorio del adulto”, más insuficiencia cardiaca y estado de shock, con hemorragias internas que requiere de la asistencia respiratoria mecánica (ARM) u otras forma de soporte. Llegado a este punto la mortalidad es alta; los sujetos que sobreviven esta fase, progresan a la fase de convalescencia con recuperación pulmonar completa.

¿Cuándo debemos sospechar hantavirus?

Frente a un cuadro febril como el descripto más arriba, se le deben sumar los datos epidemiológicos; ellos son haber tenido contacto con roedores o sus secreciones, haber estado en zonas donde hay casos hantavirus, haber estado de camping, desmalezando, trabajando con la leña, limpiando graneros etc.También el haber estado en contacto cercano con un paciente a quien se le haya diagnosticado Hantavirus o esté en estudio por un cuadro de insuficiencia cardiorespiratoria febril aguda y severa. Una vez que la enfermedad es sospechada la misma dispone de métodos diagnósticos certeros.

¿Podemos tener casos de hantavirus en Mar del Plata y la zona?

La respuesta es sí, la provincia tuvo 44 casos certificados en el 2017 y 25 en el 2018 y en nuestra zona VIII hubo 3 casos y 1 en el 2017 y 2018 respectivamente. Si bien en nuestra región no habita el ratón colilargo (longicaudatus) , se encuentra el oligoryzomys flavescens que es trasmisor del virus; cada zona tiene uno o más roedores que pueden ser vectores de los hantavirus.

Para conocer en qué situación se encuentran las ratas (no ratones) que habitan en el ámbito urbano, nos referiremos a un estudio de la CABA el cual muestra que pertenecen al tipo Rattus norvegicus el 80% y la Rattus rattus el 20%, pero ninguna de estas afortunadamente es reservorio del hantavirus; con lo cual si se emprende una campaña contra los roedores estas especies no son relevantes en cuanto al riesgo que transmisión del Hantavirus.

¿Hay un tratamiento efectivo?

A la fecha no hay un tratamiento antiviral efectivo para controlar este virus, sin embargo el uso de suero de pacientes recuperados es útil especialmente en estadios precoces antes que la falla respiratoria se desarrolle, en Chile se usa precozmente y la mortalidad es más baja que la reportada sin el uso de esta terapia.

Como los pacientes finalmente fallecen en insuficiencia cardiorespiratoria, se ha sugerido desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y otras entidades, que sea ofrecido a los pacientes más graves el uso de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO de sus siglas en inglés) , en virtud que un estudio que sometió a esta práctica a pacientes con un riesgo calculado de mortalidad del 100% , la misma cayó a la mitad con este procedimiento.Hay muy pocos centros en la Argentina que disponen esta sofisticada técnica; en este sitio https://www.elso.org/Membership/CenterDirectory.aspx figura el directorio de las Instituciones acreditadas que disponen de este procedimiento.

¿Cómo podemos prevenirnos?

Es esencial el control de los roedores, que son los vectores de la infección a los humanos, evitando su anidación, reproducción o alimentación, no dejando ningún tipo de alimento que ellos puedan utilizar como tal; tapando agujeros o caños de desagües que puedan permitan el ingreso a las viviendas, colocando las huertas y la leña a no menos de 30 metros de las casas, desmalezando y o cortando pastos 30 metros a la redonda de las viviendas; se debe ventilar y humedecer previamente los pisos de galpones antes de barrerlos, por si pudieran haber circulado los ratones y orinado etc;.Para realizar estas tareas es recomendable el uso de un barbijo especial que se denomina N95 por sus características de filtrado. Si se acampa, hacerlo lejos de la maleza y los basurales; no dormir sobre el suelo, mantener la carpa cerrada siempre; consumir solo agua potable, no manipular roedores ni vivos ni muertos; el lavado de manos siempre es mandatorio frente a todas las eventuales exposiciones o el uso de alcohol en su defecto. Vale mencionar que el virus no resiste los rayos ultravioletas ni el alcohol ni la lavandina.

Si se presentan los síntomas sugestivos de Hantavirus y o razones epidemiológicas que generen dudas, como las descriptas más arriba hay que dirigirse al centro de sanitario más cercano para un evaluación más profunda y eventualmente la derivación oportuna.

Dr. Alejandro Ferro
Especialista en Clínica Médica
Consultor Enfermedades Infecciosas
Ex Secretario de Salud de MGP