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Interés general 20 de febrero de 2018

“Queremos llevar un mensaje para que la gente pueda tener otra mirada acerca de lo que sucede con los animales”

Sandra Lafourcade, activista de la agrupación Coala dijo que en Argentina y el resto del mundo hay un “panorama alentador” en lo referido a rechazo a la explotación animal. Además explicó las diferencias con el vegetarianismo.

LA PLATA (Corresponsal)

En los últimos años, cada vez más gente se ha ido interesando por el veganismo, una filosofía de vida basada en el rechazo a la explotación animal en todas sus formas.

Los veganos consideran que todos los seres sintientes –entre ellos los animales- merecen vivir su vida sin torturas y disfrutar de su libertad, es decir que sus adeptos no se limitan a dejar de comer carnes, lácteos y huevos.

“Es una filosofía en la que estamos en contra de todo lo que es maltrato y la explotación de animales”, explicó Sandra Lafourcade, integrante del Colectivo Abolicionista por la Liberación Animal (Coala), una agrupación que nació en 2013 en La Plata y ya se extendió por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por distintos puntos de la Provincia.

“Si viéramos lo que sufren los animales en el criadero y en el matadero y viéramos los millones que mueren por segundo para poder estar en un plato durante apenas unos minutos y saciar el paladar de una persona, el panorama sería desalentador”, dijo al ser entrevistada por LA CAPITAL.

Lafourcade, vegana desde hace 6 años, aseguró además que “tenemos una variedad increíble de posibilidades y opciones” que no incluyen el maltrato animal.

-¿Qué significa ser vegano?

-Ser vegano significa tener otra mirada acerca de los demás, lo que incluye a todos los seres sintientes que convivimos en este planeta. Se trata de respetarlos en su forma de ser, en su diferencia y, sobre todo, estar en contra de todo lo que sea su utilización a beneficio del ser humano, coartándole sus deseos y la posibilidad de vivir libre y desarrollarse de acuerdo a sus particularidades.

-¿En qué se diferencia de ser vegetariano?

-La diferencia radica en que los vegetarianos consumen los fluidos o los huevos de los animales y quizá no son tan estrictos a la hora de rechazar –por ejemplo- la utilización que se hace de los animales para la experimentación. Los vegetarianos se limitan a comer y tener una dieta que no incluye carne pero sí consumen todo lo demás; algunos incluso comen pescado. Yo fui vegetariana durante muchos años y creo que si hubiera tenido más información hubiera elegido ser vegana mucho antes.

-Imagino que tienen que lidiar permanentemente con costumbres muy arraigadas, sobre todo teniendo en cuenta que en Argentina la carne es considerada un alimento fundamental. Lo mismo con el consumo de leche, ¿es así?

-Sí. Los mitos, la cultura y los prejuicios se instalan en el sentido común y en el imaginario de la gente y por eso no es fácil llegar con un discurso sobre los derechos de los otros; ya pasó con los derechos de las mujeres y de los niños. Nosotros queremos llevar un mensaje para que la gente pueda tener otra mirada acerca de lo que sucede con los animales, no sólo con lo que consumimos. En este país la mayoría de los animales que muere son los de granja y es por el consumo… Creo que igualmente la sociedad está pasando por un momento en el cual quiere saber qué hay detrás de las costumbres y de lo socialmente aceptado. Sobre el consumo de leche no es lo mismo decir ‘no podés tomar leche porque no es la leche de tu madre’, que decir ‘como opción a esta bebida que es la leche animal, tenés todo esto otro’. No lo hacemos por una cuestión de salud, pero creo que a partir de las consecuencias que trae en el ser humano el consumo de carnes y lácteos, la gente busca otras posibilidades y ésa puede ser la puerta de entrada para ver lo que sucede detrás de este negocio.

-¿Qué actividades hacen como organización?

-Nosotros difundimos la información a través de activismos como talleres de cocina: queremos mostrar otras opciones que no incluyan matar, maltratar, explotar y privar de su libertad a los animales. En los talleres ofrecemos opciones y a veces es cuestionado cuando hacemos recetas imitando la carne, el pollo o el huevo pero la gente necesita hacer estos reemplazos para hacer la transición.

-Entiendo que hay un aumento de la cantidad de personas que se interesan por esta filosofía de vida, ¿qué panorama hay en Argentina?

-Sí, hay un incremento de gente que se está interesando; no sé si todos ingresan por adoptar la filosofía de vida porque es una filosofía en la que estamos en contra de todo lo que es maltrato y explotación, entonces son muchos los no que decimos: no a los circos, no a los oceanarios, no a la cría intensiva de animales que luego son adoptados como mascotas, no al tráfico de fauna silvestre, no al consumo de sus carnes, fluidos y productos como miel o huevo, no a las carreras, no a los deportes con utilización de caballos, no a la tracción a sangre… En Argentina se está avanzando, el panorama es alentador acá y en todos lados.