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Quilmes abolló los aros y lo pagó carísimo ante Hispano

La buena tarea defensiva del elenco local fue en balde. Anotó apenas 2 de los 23 triples que intentó y se volvió loco en los minutos finales. Así Hispano se impuso 69-60 y festejó por primera vez en la ruta.

Por Sebastián Arana

 

Si fue el último partido quilmeño en el Polideportivo, la despedida no pudo ser peor. El equipo de Luis Fernández abolló los aros y, totalmente dominado por la ansiedad en el cuarto final, cayó 69-60 ante Hispano Americano de Río Gallegos en su regreso a la competencia oficial en la Liga Argentina de Básquet. El conjunto santacruceño nunca había ganado en condición de visitante.

Fue otro partido para sufrir para Quilmes. Desde el vamos. Y eso que defendió más que aceptablemente. Pero extrañó a Ecker (desgarrado en el aductor derecho), el interno que le puede permitir abrir un poco más la cancha, y se frustró repetidamente por su ineficacia para lanzar desde lejos.

Emilio Giménez, particularmente, tuvo una noche negra en ese sentido: falló los seis triples que intentó y terminó sin puntos. El elenco local quedó reducido a ese pick and roll central que todos le conocen y defienden. Entonces todo le costó mucho. Lo suyo fue defender, probar cada vez más esporádicamente con tiros abiertos y agachar la cabeza e intentar pasar por el medio.

De ahí que todo fue muy parejo. A Hispano, limitado de personal, nada le sobró y la defensa quilmeña le provocó muchos errores. Pero mantuvo la partida igualada gracias al muy buen primer cuarto del pivote Gonzalo Torres y a que se pasó la pelota con un poco más de fluidez para crearse un puñado de muy buenas oportunidades para lanzar desde lejos. Y las explotó con apenas un poco más de eficacia que el conjunto local.

Los guarismos de los tres primeros cuartos reflejaron el equilibrio: 21-20 para Hispano el primero, empate en 36 a la hora de ir al entretiempo y 52-51 para Quilmes al finalizar el tercero. Y nada sustancial cambió durante su transcurso para el equipo de Luis Fernández, que llevaba 1/16 en triples a la hora de ingresar al cuarto final y dilapidaba de ese modo todo lo que conseguía con sus buenas defensas y su dominio del rebote.

En el cuarto final apareció un nuevo protagonista: la ansiedad. Y a Quilmes le jugó en contra. Ni siquiera fue capaz de resolver las oportunidades que, a puro esfuerzo en su propio canasto, se consiguió para correr la cancha. El apuro le hizo tomar una mala decisión tras otra y tampoco pudo corregir su puntería. Para peor, en los tres minutos finales, Torres reapareció en el nivel del cuarto inicial y marcó seis puntos consecutivos que fueron un puñal en el corazón “cervecero”. Y un ex como Aristu, reprobado repetidamente por los hinchas locales, clavó un triple a falta de 1’40” que llevó el marcador a un 67-58 indescontable.

Así Quilmes, que terminó con 2/23 en triples, sufrió otro traspié en casa que lo obliga más que nunca a ganar en la ruta, donde todavía no pudo festejar ni una vez. Imposible peor despedida del Polideportivo.

 

Quilmes 60

L. Cequeira 12, L. Fernández 19, E. Giménez 0, T. Verbauwede 9 y R. Acuña 16 (FI); T. Ghietti 0, L. Luna 2, A. Marino 2, M. Dominé 0 y G. Sala 0. DT: Luis Fernández.

 

Hispano Americano 69

E. Cantarutti 5, J. Cardona 6, M. Aristu 17, G. Romero 12 y G. Torres 25 (FI); L. Mohnen Vitabar 1, F. Buffa 3, A. Martínez 0 y F. Gauna 0. DT: Eduardo Japez.

 

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.

Árbitros: José Domínguez y Marjorie Stuardo.

Parciales: 20-21, 36-36 y 52-51.

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