Dejó afuera a otro "pesado" y definirá el Clausura.
por Sebastián Arana
En octavos pasó claro a Cadetes (3-0) cuando todos se deshacían en elogios al elenco de Facundo Vega por su gran fase regular. En cuartos sacó por penales al bicampeón Atlético Mar del Plata, que llevaba doce triunfos al hilo en series eliminatorias. Ahora San Isidro fue el que sufrió el gran momento de Quilmes, el “terror” de los play-off de este Torneo Clausura.
El equipo “cervecero” se impuso 2-0 y aplicó una receta que le gusta. Defenderse bien, orden, efectividad delante del arco rival y astucia para jugar con la ventaja y con espacios.
En un primer tiempo cerrado e interrumpido incomodó a San Isidro con el celo de sus marcaciones personales. El conjunto del barrio de la vieja Terminal tuvo la iniciativa, pero sus creativos no pudieron zafar del cerco y los duelos individuales fueron de Madeo, Bruno Vallejo y compañía.
Más allá de que Villalba tuvo que exigirse ante un remate de media distancia de Benjamín Vallejo, en ese tramo Quilmes produjo muy poco en ataque.
El partido, sin embargo, se rompió en el segundo tiempo. El ataque fue de San Isidro, el contraataque para Quilmes. Vedda y Collantes exigieron a Puente antes de los cinco minutos, pero del otro lado Lobasso remató alto un centro a la carrera de Vargas.
Hasta que a los 7′ una genialidad de Restovich desató el nudo. Benjamín Vallejo fue por la izquierda y lanzó un centro de zurda, el criterioso pibe Arenas lo pivoteó hacia atrás de cabeza y el “10” sacó una sorpresiva volea de zurda que dejó parado a Villalba y se metió en el ángulo superior izquierdo.
A partir de entonces Quilmes jugó el juego que mejor juega y que más le gusta. El de controlar los tiempos y explotar la velocidad de sus delanteros.
Por varios minutos pareció estar más cerca del segundo -Villalba le sacó un claro cabezazo a Lobasso- que San Isidro del empate. Y la expulsión de Tarabini no lo sacó de eje. Cano reordenó el equipo con el ingreso de Facundo Ferrero y Vargas siguió al acecho de una oportunidad.
A los 32′ le cayó del cielo. En una salida de fondo Junco le dio un mal pase a Roselli, que falló en el control. Vargas recibió el “regalito” y ni se lo pensó: lo vio a Villalba corrido del centro del arco y pateó de primera al palo descubierto para hacer estéril el vuelo del arquero.
Fue un golpe de nocaut para San Isidro. El equipo “celeste”, que cerca del final también perdió por expulsión a Facundo Fernández, luchó y echó el resto. Pero le faltaron tres cosas: tiempo, eficacia y suerte. El travesaño devolvió un remate de Melga y el ángulo un cabezazo de Collantes.
Definitivamente no fue la tarde del CASI. Y la pagó con una eliminación ante el rival más enfocado de los play-off.
17 – Son los años que lleva Quilmes, uno de los más clubes más ganadores de la Liga Marplatense (15), sin salir campeón. La última vez fue en 2008 cuando se impuso 3-0 a San Lorenzo en la final anual de la cancha de Independiente.
Síntesis
Quilmes 2
Manuel Puente (7); Madeo (7), Bruno Vallejo (6), Bellocq (5) y Ezequiel Tarabini (5); Benjamín Vallejo (7), Agustín Cejas (6), Restovich (7) y Nahuel Simón (-); Brandon Vargas (7) y Lobasso (5). DT: Sebastián Cano.
San Isidro 0
Agustín Villalba (6); Bruno Vedda (6), Emiliano Cortés (6), Facundo Fernández (5) y Lenny Medina (5); Iván López (6), Lucas Chaparre (5), Roselli (5) y Gonzalo Junco (5); Melga (5) y Collantes (6). DT: Hernán Montero.
Goles: segundo tiempo, 7′ Restovich y 32′ Vargas.
Cambios: primer tiempo, 30′ Juan Arenas (7) por Simón; segundo tiempo, 20′ Lucas Maldonado por Medina, 30′ Facundo Ferrero por Lobasso, 42′ Nicolás Rodríguez por López y Julián Gil por Chaparre, y 48′ González Novoa por Restovich.
Incidencias: segundo tiempo, 23′ expulsado Tarabini y 44′ expulsado Facundo Fernández.
Cancha: River (aceptable).
Árbitro: Guillermo Nuesch (6).