Interés general

Quince reglas para mirar series

La plataforma Netflix ocupa buena parte de nuestro tiempo libre. Sepa qué hacer y qué evitar para sobrevivir dignamente a este furor que crece sin pausa.

por Agustín Marangoni

Mirar una serie va más allá de encarar una pantalla y masticar un capítulo tras otro. Nuestras elecciones serán juzgadas en cada reunión, seremos bombardeados por recomendaciones, hasta tendremos que argumentar con énfasis a favor y en contra de alguna saga. Parece que sentarse a revisar Netflix se convirtió en un ejercicio vital de pertenencia, un momento de felicidad prediseñada típico de la clase media. Acá va un listado de coordenadas para navegar en este océano de entretenimiento arancelado, tan de moda en estos días:

1- Tenga en claro que Netflix es una plataforma que sólo ofrece contenido liberal, pro yanqui y de consumo inmediato. No crea que está aprendiendo algo, nada de lo que está ahí le permitirá mejorar como persona. Sólo buscan entretenerlo.

2- No abandone una serie hasta llegar al quinto capítulo. Los personajes, incluso el eje de la historia, suelen encontrar su registro con el correr de la trama. La primera temporada de Breaking Bad es bastante aburrida, necesita presentar un marco familiar dramático para sostener las actitudes de los personajes. Si usted no es capaz mantener la atención, puede perderse verdaderas joyas. Sea paciente.

3- No mire nada por compromiso. Haga valer su vida, vaya en busca de lo que verdaderamente disfruta sin importar que sea una serie mal dirigida y superficial. Las mayoría de las series cumplen con estos dos requisitos.

4- No mire más de una serie al mismo tiempo. Ponga en vereda al siglo veintiuno y concéntrese.

5- Siéntase libre de abandonar en la tercera temporada una serie que empezó bien. O en la cuarta. O en la quinta. Las narraciones que se estiran sin criterio sólo exprimen el éxito del inicio. Por ejemplo Bloodline. La primera temporada es muy buena. La segunda es bastante mala. Y la tercera, paupérrima. Lo mismo pasa con Orange is the new black. Las dos primeras son aceptables, el resto es lamentable. Deje de lado el orgullo de haberse fumado cincuenta capítulos y bájese de ese tren. No sea víctima del marketing ni de la presión social.

6- Sepa frenar e irse a dormir. Las series adictivas tienen que durar. Uno nunca sabe cuántas veces tendrá que tropezar hasta encontrar otra.

7- Si la serie se comparte en pareja, hay que avanzar en pareja. Aquel que mira un capítulo solo incurre en una variable de la infidelidad.

8 – No hable de lo que está mirando, a menos que le pregunten. Sea original y explore otros temas en las reuniones de amigos.

9- Controle sus frustraciones. Encontrar una serie digna es un ejercicio que requiere del método científico: es prueba y error.

10- Salvo por Breaking Bad y Master of None, nunca mire una serie dos veces. No vale la pena.

11- Tome coraje y anímese a una serie que va por la sexta temporada. Piense en positivo: si se engancha, tiene mucho por delante. No caiga en la fácil de elegir sólo las que tienen dos temporadas y capítulos de media hora. Ser vagos nos aleja de la excelencia.

12- También mire series viejas, hay muchas muy buenas. Los esclavos de las novedades son seres despreciables, en especial si después se la dan de brújula humana e intentan marcarle al camino a los demás sobre lo que tienen que ver y lo que no.

13- No crea que ver series en Netflix es una forma progresista de declararle la guerra al cable. No sea salame.

14- No crea que descargar los capítulos gratis por internet es una forma progresista de declararle la guerra a Netflix. No sea salame.

14 bis- Si uno busca Perón en el buscador de Netflix aparece la advertencia “Ninguna serie o película coincide con esta búsqueda”. No es casualidad.

15 – El catálogo de películas de Netflix es inquietante.

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