Las lágrimas de Matías Zaracho marcan el camino. Y son una métafora perfecta de la historia de Racing, que el domingo sumó un nuevo hito.

En la nota televisiva de Angela Lerena afloró todo el amateurismo genuino que el futbolista lleva adentro más allá de su condición de profesional. “Se me está cumpliendo un sueño”, dijo Zaracho,-quien surgió de las inferiores de Racing-, y no pudo contener las lágrimas.

Racing es el equipo con más títulos en la Era amateur. El que ganó siete campeonatos al hilo. Y uno de los grandes equipos del fútbol argentino del profesionalismo más allá de sus tiempos sufridos.

Las lágrimas de Zaracho resumen todo. El fútbol es fútbol más allá de si cobran o no los jugadores. Y este juego no empezó en el 31. Ni perdió su esencia más allá de las contaminaciones del negocio hoy, en el siglo XXI.

La Superliga del fútbol argentino 2018/2019 ya tiene su campeón. Este Racing no será un equipo para la historia pero respetó cierto cánones de juego y tuvo intensidad y carácter para llevarse el título casi de punta a punta.

Defensa y Justicia pudo tener destellos de mayor talento colectivo, algunos de ellos también los mostró también en Mar del Plata ante Aldosivi, pero un campeón no se construye solo con buen juego, aunque sea eso lo principal y lo principal. También se necesita de temple, de futbolistas de jerarquía para marcar la diferencia en los momentos claves, y de otros atributos secundarios pero necesarios, como esa intensidad de la que hizo gala el equipo de Coudet a lo largo de casi todo el torneo.

Solo River lo superó ampliamente en la cancha. Y tiene lógica. Racing fue el mejor equipo de la Superliga. Pero River, el campeón de América, es el mejor equipo de Argentina desde hace un tiempo largo. Más consolidado. Y especialista en finales y clásicos.

Así, entonces, quedó el mapa de hoy del fútbol argentino. Antes de la Copa de la Liga, de la prosecución de la Copa Libertadores, antes de no se sabe que tipo de Superliga para después de agosto.

Con la experiencia de este torneo todos contra todos, que tuvo incertidumbre casi hasta el final, es de esperar que de una vez por todas el fútbol argentino vuelva al formato tradicional de los campeonatos largos a dos ruedas, ahora con 24 equipos. Más serio y más normal. Sería el soporte para una competencia más seria. Y una buena base para estos nuevos aires de buen juego que bajan de los campeones, River, por encima de todos, y Racing, del propio Defensa, de otros equipos que apostaron por ciertos cuidados estéticos y de orden, incluso en algunos pasajes Aldosivi, a lo largo de este certamen.

Ahora hay que agregar al Boca de Alfaro en franco ascenso, con cierto orden recuperado y también el peso de sus individualidades.

Ese Boca, pero entre medio de su competencia copera, llegará el fin de semana a Mar del Plata para enfrentar justamente a Aldosivi. Será la despedida de un campeonato en el que el equipo de de la ciudad, de mayor a menor, se aseguró la permanencia con holgura, y que ahora tendrá el desafío de dar un paso más, el de la consolidación.

Todavía resuenan los festejos de Racing. Es de esperar que a partir de agosto todo sea más normal y más serio… Mientras tanto, nos quedamos con las lágrimas de Zaracho.
El fútbol en su más pura esencia. Ayer, hoy y siempre, Racing un gran campeón de la historia.
@vitomundial