La Ciudad

Raverta pidió esperar hasta que “se cuente el último voto”

La candidata del Frente de Todos no reconoció la derrota. Festejos por los triunfos de Alberto Fernández y Axel Kicillof y desazón por el resultado local.

Por Hernán Kloosterman

Flamean las banderas en el club Peñarol. Se escuchan los bombos de la calle, se siente el calor y en los rostros de la mayoría se alternan sonrisas con gestos de resignación. La derrota a nivel local se mitiga con los triunfos de Alberto Fernández y Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Son más de las 22 y los resultados oficiales, con cerca del 80% de las mesas escrutadas, arrojan la noticia que todos los que estaban ahí no querían escuchar: el peronismo quedó en la puerta de un logro histórico. La intendencia de General Pueyrredon seguirá en manos de Cambiemos que, de la mano de Guillermo Montenegro, se impuso por poquitos puntos.

Fernanda Raverta subió al escenario con una sonrisa. Acompañada por todos los candidatos y referentes de su espacio, no admitió la derrota y puso de relieve los triunfos del Frente de Todos a nivel nacional y provincial. “Estamos un puntito abajo de nuestro adversario electoral y quiero decirles que estamos contando esos votos”, suelta ante la multitud. Y agrega: “Vamos a esperar hasta abrir el último sobre de la última urna para saber como nos fue en Mar del Plata”.

Enseguida, hizo un balance de la campaña realizada y aseguró estar “orgullosa y honrada”. “Estoy feliz de haber hecho una campaña en General Pueyrredon donde todos y cada uno de nosotros fuimos protagonistas: pusimos el corazón, la cabeza y el cuerpo. Me siento honrada de haber encabezado esta boleta”, aseguró.

Rápidamente, el discurso giró hacia afuera de Mar del Plata y se celebró la victoria en nación y provincia. “No puedo estar más feliz por haber logrado que Alberto y Cristina sean el próximo presidente y vicepresidenta de la Argentina. Vamos a volver a construir la Argentina y a ponerla de pie. Eso me pone muy feliz”, sostuvo. “También me pone feliz que el próximo gobernador sea Axel y que la próxima vicegobernadora sea Verónica. Vamos a poner una provincia en marcha”, afirmó.

Ante el aplauso de la militancia, la candidata del Frente de Todos, que había sido la más votada en las PASO, expresó su alegría por el final del actual gobierno de Mauricio Macri.

“Estoy feliz de haber sido parte de este tiempo histórico en donde quienes habían venido a construir un modelo de mucha exclusión, pobreza y desocupación se vayan el 10 de diciembre. Y se vayan con el voto de los argentinos, como corresponde en democracia”, analizó.

Además, consideró que “este tipo de modelos y diseños de Argentina para pocos, difícilmente pueda volver a ser elegido por las grandes mayorías en la Argentina”. “Y eso tiene que ver con la democracia, la política y la capacidad de todos nosotros de haber dado un debate por las ideas”, cerró.

Sobre el final, Raverta reiteró que en el plano local “vamos a ser prudentes, y vamos a tener mucha paciencia para tratar de revertir el resultado”. Y en la arenga final sostuvo que “nos abrazaremos fuerte porque hicimos historia en Mar del Plata”. “Hicimos un campañón. Nos merecemos bellos milagros y ocurrirán”, cerró.

Búnker multitudinario y liturgia peronista

Peronistas, kirchneristas, massistas, sindicalistas, dirigentes sociales, militantes y familias. Todos se reunieron en el gimnasio del club Peñarol para esperar un triunfo que no llegó. El lugar se llenó rápidamente y quedó mucha gente afuera donde se había instalado una pantalla gigante.

La militancia del Frente de Todos armó su fiesta luego de que cerraran los comicios.

Hubo representantes de todos los sectores y de la vieja guardia del peronismo, en una muestra de la amplitud del espacio del Frente de Todos. Y estuvieron algunas Abuelas de Plaza de Mayo que fueron ovacionadas.

Antes de las 20, el lugar ya estaba lleno y reinaba el nerviosismo. “¿Tenés algún número?”, fue la pregunta que más se escuchó mientras los dedos se mueven con velocidad sobre las pantallas de los celulares. Candidatos, concejales, asesores, allegados, daban vueltas por los mismos lugares. Hubo tiempo para algún mate y una breve charla, pero el tema del día era uno solo. Y no se podía disimular.

La velada contó con varios condimentos de la liturgia peronista. Varias veces se cantó la marcha y hubo cantos para alimentar la esperanza. “Olé olé, olé olá, que con Fernanda ya va a llegar a Mar del Plata un gobierno popular”, se escuchó varias veces.

La pantalla gigante de fondo, reflejaba las noticias que transmitían los canales nacionales. El animador pedía paciencia. Poco después de las 21, el volumen se elevó al máximo para escuchar el anuncio de Rogelio Frigerio sobre los primeros resultados oficiales. Llegó el primer estallido con los triunfos a nivel nacional y provincial. Poco después, el anuncio de los números locales puso paños fríos a la euforia. Hubo lugar para festejar el triunfo de Alberto Fernández y Axel Kicillof. Pero la desilusión de que la fiesta no haya sido completa fue imposible de disimular.

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