El concejal radical Luis Rech rechazó la decisión de algunos de sus compañeros de bancada así como la de otros ediles del oficialismo pertenecientes a la Agrupación Atlántica, de archivar la declaración de repudio contra la actuación de los grupos nazis existentes en Mar del Plata.

La postura de Rech deja en evidencia las tensiones que existen dentro del bloque de Cambiemos por la respuesta oficial frente al ataque sufrido por el administrador del bar Nevermind, Javier Moreno, quien semanas atrás fue agredido por un grupo nazi al que denunció por haberlo amenazado de muerte.

El concejal de la UCR manifestó estar en contra de la postura asumida por varios de sus compañeros de bancada quienes este martes, en la comisión de Legislación, resolvieron no condenar este hecho.

“Considero que el proyecto debió haberse aprobado”, sostuvo y reivindicó la posición adoptada días atrás por Cambiemos, cuando en una conferencia de prensa hubo una expresión de solidaridad para con Moreno y un “repudio al accionar de estas bandas”.

Incluso el concejal señaló como una actitud correcta la de haber acompañado al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, quien días atrás visitó Mar del Plata para condenar la presencia de nazis en la ciudad.

Las diferencias existentes dentro del bloque oficialista en relación a este tema son cada vez más profundas y se acentuaron a partir de las controvertidas declaraciones del intendente Carlos Arroyo en relación al ataque a Moreno.

Para el jefe comunal ese episodio fue un “hecho policial como cualquier otro”. Esa postura llevó a que dentro del oficialismo, especialmente desde la UCR, acusaran al jefe comunal de “minimizar” el tema.

La reacción de sectores opositores fue más dura ya que incluyó acusaciones contra el intendente por “amparar” a los nazis marplatenses.

Este martes, al tratar una declaración de repudio impulsada por el Frente para la Victoria, el oficialismo sorprendió con su decisión de mandar el proyecto al archivo. Esta medida provocó fuertes críticas de la oposición pero también empeoró la convivencia dentro de Cambiemos.

El primero en tomar distancia fue el radical Mario Rodríguez, quien sostuvo que “la posición oficial del radicalismo es la expresada por el partido en un documento en el cual se afirma que el fascismo y la intolerancia en todas sus formas no permiten grises, se denuncian y se condenan”.

Ahora se sumaron las críticas de Rech, marcando la existencia de una enorme distancia con la postura de los concejales pertenecientes al arroyismo, quienes justificaron su negativa a repudiar al nazismo para “no ser reiterativos”.