El gobernador no esquivó la pregunta sobre las 291 escuelas que se encuentran cerradas y en las que se hace foco constantemente en algunos medios de comunicación en Capital Federal.

En relación a este tema, Kicillof señaló que “la pandemia cambió los planes y la hoja de ruta, pero yo recibí una provincia con la infraestructura escolar detonada”. “La semana pasada terminamos la obra número 3.000 del programa escuelas a la obra. Yo tomé la determinación de arreglar las escuelas, incluso antes de construir nuevas, porque tenemos 16.000 establecimientos educativos y si bien estos 300 siguen con dificultades, son el 2% de los edificios escolares”, dijo. Y agregó: “Yo estoy muy satisfecho, porque hemos hecho eso en medio de una pandemia, no hemos parado las obras, hemos licitado y puesto esencial a la obra pública, justamente porque si no arreglábamos 3.000 escuelas, a la vuelta a las clases hubiéramos tenido el mismo desastre. Nosotros priorizamos aquellos que tienen que ver con la seguridad en las escuelas. Los trabajos en las instalaciones de gas, las instalaciones eléctricas donde hay riesgo de vida, techos, mamposterías y mejoras en los baños. Son condiciones muy deplorables en las que estaban y hemos hecho una inversión inmensa“.

En ese sentido, el gobernador sostuvo que prefiere “arreglar todas las escuelas aunque sea más caro y no se vea, que cortar cintas para inaugurar tres escuelas nuevas”. “Esto es mucho más costoso y electoralmente no tiene un efecto tan visible, pero es lo que hay que hacer. Son cosas que todo el mundo sabe que están pendientes y están pendientes desde hace muchísimo tiempo”, sostuvo. Y finalizó: “En cuestiones de infraestructura escolar avanzamos mucho pero falta y probablemente no me alcance el mandato para hacer todo lo que habría que hacer en términos de infraestructura escolar existente”.