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Interés general 3 de diciembre de 2017

Relaciones libres, experiencias cada vez más elegidas por jóvenes menores de 30 años

Algunos de los que eligen formar parejas abiertas definen ese amor como un hecho político y libertario "más honesto" y una forma de "trascender" los conceptos patriarcales.

La elección de relaciones libres está ligada a la construcción de otras prácticas sociales que difieren de las establecidas Foto: Télam | Alejandro Moritz.

Celos, posesión, exclusividad en las relaciones o estar pendiente de lo que hace el otro son prácticas asociadas a las parejas monogámicas que cada vez más, menores de 30 años ponen en cuestión al entablar “relaciones abiertas” o practicar el “amor libre“, aunque imponiendo sus propias reglas.

Algunos de los que eligen formar parejas libres o abiertas definen ese amor como un hecho político y libertario “más honesto” y una forma de “trascender” los conceptos patriarcales de pareja y familia que aprendieron en los relatos infantiles y la escuela.

Hay reglas claras que se pactan pero cada pareja lo va definiendo a su modo. Por un lado, está la cuestión más ideológica de cuestionar todo lo que nos enseñan de la monogamia y romper con los celos, porque no creo que sentir atracción por otra persona implique que dejes de querer a tu pareja”, dijo a Télam Fátima, estudiante de cine.

La joven de 24 años ya tuvo tres “relaciones abiertas”, a las que asocia con “la libertad del vínculo”, pero en las que -asegura- no debe faltar una comunicación plena, sincera y de respeto.

Acerca de practicar el ‘poliamor‘, Fátima destacó que hay muchas variantes: “podes acordar con tu pareja que cada uno tenga libertad de estar con otras personas con un vínculo afectivo o pactar no más de dos citas, podes contarte lo que vivís o dejarlo tácito”.

Lo fundamental es formar una relación desde la sinceridad -dice- y si surgen celos, inseguridad o conflictos, es esencial que haya una comunicación fluida, que ambos se acompañen y apoyen.

Si hay uno que sufre, hay algo que no funciona“, detalló la joven que tuvo su primer amor libre a los 17 promovido por su pareja de 18 y que contó que hoy no lo elige porque “la mayoría no está preparada para las relaciones abiertas, no te cuidan”.

“No creo que tenga que ver con miedo al compromiso, en definitiva te comprometes con la otra persona pero de otra manera, por elección y más genuinamente”, comentó Fátima, y agregó que en encuentros con personas de la agrupación Amor libre Argentina, muchas parejas eligen una relación abierta aún teniendo hijos.

Amorlibre.org posee un grupo cerrado en la red social de Facebook con 13.531 miembros que comparten sus experiencias.

“No evangelizamos sobre las relaciones libres. Creemos que hay que fomentar relaciones sanas, donde charlar y problematizar que el género masculino tiene privilegios, romper con el círculo de violencia que genera eso”, detalló a Télam Juan, periodista de 28 años que está en pareja hace tres años con su novia de 23 y acordaron una modalidad de amor libre hace meses.

Si bien admitió que tiene celos, miedos e inseguridades, para Juan “el riesgo de que tu pareja se enamore de otro está latente siempre“.

“¿Si me planteo tener hijos? Aún no, pero no descarto poder experimentar la paternidad con estos vínculos”, añadió.

María, de 24 años y estudiante de la carrera de Biología, compartió con Télam un punto clave en su experiencia de pareja con vínculos abiertos.

“Yo tuve una relación duradera y abierta; en un momento mi compañero me planteó que estaba enamorado de otra persona y fue un conflicto. Eso no estaba pactado pero me informé y pudimos transformarlo”, contó María.

La joven, militante de una agrupación feminista, explicó que su primera y única experiencia del amor libre fue hace cinco años cuando “no estaba muy difundido, pero ahora mis amigos y la gente de mi generación lo está experimentando más”.

Además, consideró que la elección de relaciones libres está ligada a la construcción de otras prácticas sociales que difieren de las establecidas sobre cómo son las relaciones de pareja: de exclusividad, estar pendiente de lo que hace tu compañero todo el tiempo o una escena de celos porque habla con otra persona.

Sin embargo, consideró que la honestidad y una comunicación fluida son la clave del amor libre y que, en ese sentido, “si se quiere, las relaciones monogámicas también se pueden inscribir dentro de esos parámetros”.