Personal policial, por orden de la fiscal Graciela Trill, realizó un operativo en una casa del barrio Libertad para rescatar a dos niñas de 11 y 17 años que vivían en estado vulnerable.
Una pareja de esta ciudad está siendo investigada por las denuncias de vecinos en las que se aseguraba que dentro de la vivienda que ocupaban en el barrio Libertad podía haber venta de drogas y hasta que explotaban sexualmente a las hijas de la mujer de 11 y 17 años.
La fiscal Graciela Trill admitió la presentación y dispuso en los últimos días una serie de medidas para observar los movimientos de la casa, hasta que se reunieron indicios de vulnerabilidad sobre las menores suficientes para intervenir.
Uno de los elementos claves fue que las dos hijas de la mujer habían dejado de ir a la escuela y que la más grande podía estar embarazada y viviendo en condiciones no saludables.
Asimismo los policías encargados de realizar la vigilancia discreta constataron ingreso de hombres y una permanencia no mayor a 30 minutos. Esa situación -que podía ser compatible con ilícitos como la venta de droga e incluso con la explotación sexual- fue lo que se necesitaba para que se llevara un allanamiento.
Aunque trascendió que la adolescente de 17 años había sido abusada por el padrastro y que producto de ello había quedado embarazada, luego se supo otra cosa. Que su gravidez reciente era el resultado de una relación de noviazgo con otro adolescente.
La denuncia se efectuó luego de que el dueño de la casa que alquilaba esta familia fue avisado de lo que supuestamente sucedía y del mal estado de conservación o cuidado del domicilio.
Las niñas vivían en situación de abandono y precariedad total en la vivienda y quedaron bajo resguardo municipal, mientras que los adultos, ambos de 35 años, fueron liberados pero notificados de que hay una investigación en torno a ellos por el delito de “explotación sexual”.