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El mensaje oculto contra la dictadura que tenían los arcos en el Mundial 78

Casi cuarenta años después del Mundial que se desarrolló en el país, se descubrió un secreto vinculado con la cruel dictadura que azotó al país.

A 39 años del Mundial de fútbol que se desarrolló en Argentina, se conoció en las últimas horas un mensaje oculto en los arcos del estadio Monumental.

David Forrest es profesor en la escuela de inglés de la Universidad de Sheffield y en algunas ocasiones escribe para el diario británico The Guardian.

Esta vez contó una apasionante historia revelando un dato desconocido hasta hoy: el estadio Monumental lució un mensaje de protesta contra la dictadura durante toda la Copa del Mundo de 1978.

Según contó el propio Forrest, durante el Mundial 78 tenía 10 años y siguió los partidos por televisión. Dos cosas le llamaron poderosamente la atención: las redes de los arcos y la pintura negra en la base de los postes.

Este año, de visita en el país junto a su esposa, Forrest intentó sacarse las ganas de conocer los porqué de aquellas bases negras en los arcos de Argentina 78. Y se llevó una sorpresa mayúscula.

De paseo por Palermo, David Forrest fue a comer a Don Julio, la tradicional parrilla del barrio porteño, y mientras hojeaba un libro de fotos del Mundial ’78 el mozo le preguntó: “¿Qué está leyendo?”. Forrest le mostró una foto en la que el arquero francés Jean-Paul Bertrand-Demanes está en el piso tras recibir un gol de Argentina, y le explicó que lo que le interesaba de la foto era la pintura negra en los palos.

El mozo le recomendó que visitara el estadio Monumental, ya que allí podría encontrar respuestas. Forrest le hizo caso y fue a la cancha de River, donde dialogó con los encargados del mantenimiento del estadio.

“El canchero me acompañó a una habitación y me señaló las fotos en blanco y negro que estaban en la pared. Allí noté una sonrisa familiar y pregunté quiénes eran los de la foto. El canchero me dijo que era el equipo que trabajó en el estadio para el comité de organización, y si quería saber por qué pintaron los palos negros, tenía que preguntarle a ellos”, relata el escocés.

“Me acerqué a la foto y reconocí a alguien familiar, mi corazón latía en mis oídos. Me di cuenta de que sí, el hombre en la foto tenía unos 40 años menos con un peinado salvaje como el de Lepoldo Luque, pero la sonrisa y los ojos eran sin lugar a dudas los del mozo de Don Julio. El canchero me dijo su nombre: Ezequiel Valentini”.

Una semana después, volvió al restaurante ubicado en Palermo y cuando entró, Valentini se dio vuelta a ver quién entraba, “sus ojos y su sonrisa al reconocerme me comunicaron que él sabía por qué había vuelto”. Y allí le reveló por qué pintaron la base de los palos de negro.

Ezequiel Valentini contó que nadie usó brazaletes negros en honor a los desaparecidos, pero ellos tenían una forma de recordarlos. “Discutimos poner un mensaje en el césped, o pintarlo en los carteles publicitarios, algo que las cámaras de TV pudieran ver”. Pero expresarse bajo alguna de esas formas contra la Junta Militar era cometer un suicidio.

“No tenía miedo por mí. El terror actúa de tal manera que te hace temer por tu familia y amigos. Cada jugador de cada equipo de la Copa del Mundo debería haber usado públicamente un brazalete negro para recordar a los muertos”.

A uno de los compañeros de Ezequiel se le ocurrió pintar la base de los palos de color negro en representación de los brazaletes, pero primero había que avisarle a los militares de tal decisión. “Preguntaron para qué era y le dijimos que era tradición”. Pasó, porque “no tenían ni idea de fútbol”.

“La Junta situó sus centros clandestinos de tortura a la vista del público. Nosotros recordamos a nuestros muertos a la vista de todo el mundo. Como esos centros, nuestro acto de recuerdo estaba oculto a simple vista”, concluyó Ezequiel Valentini.

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