Con su dulzura y contundencia. Con los himnos que hacen llorar de emoción. Con su banda que es familia, con su capacidad de sorprender aunque parezca que no hay tema de su repertorio que nos falte conocer. Con sus ganas de disfrutar y de compartir ese disfrute con el público, Sandra Mihanovich llega a Mar del Plata este sábado. “Quiero otra vez”, es el título del espectáculo al que definió como “evocativo”. “Va a sorprender. Tendrá momentos íntimos y momentos intimistas”.

La cantante, compositora y actriz se presentará a las 21.30 en el teatro Roxy, acompañada por Vane Mihanovich en teclados y voces, Sol Mihanovich en guitarra y voces, Nico Sánchez en guitarra, Matías Onzari en bajo, Rodrigo Genni en batería. “Y tal vez algún invitado…” deslizó la artista en una charla con LA CAPITAL.

“El arte es una manera de convivir con la incertidumbre”, definió, en el diálogo en el que también aseguró que su motor es “el amor en todas sus formas”.

“Me encanta ir a Mar del Plata fuera de temporada, cuando los marplatenses están más tranquilos, hay menos vorágine y pueden elegir con calma disfrutar de un par de horas de música sanadora. Es una ciudad con capacidad de disfrute, melómana, culta. Creo que la gente que elige vivir en MDQ es inteligente, elige una vida moderna, de placer, descanso y aprovechamiento del tiempo (bancándose unos meses de invasión que les sacude un poco el rancho, estimula y sienta bien). Y pienso (no sé si será real) que vienen de todas partes del país y de afuera también” contó sobre su visión y su experiencia con Mar del Plata y su gente.

-¿Por qué “Quiero otra vez”? ¿Qué es lo que, vos, querés otra vez, lo que no dejás de querer, tu motor?

-Quiero todo otra vez. Pero sin duda quiero cantar otra vez, encontrarnos otra vez, abrazarnos otra vez, amar otra vez. Estamos preparando un gran viaje de 40 años atrás… y por eso queremos otra vez (Hagamos el amor).
Mi motor es el amor. Siempre. Todas las formas de amor. Entendiendo que lo contrario del amor no es el odio, sino el miedo. No tenemos miedo, tenemos amor.

-¿Sos de hacer balances, de mirar atrás y ver hacia dónde se inclina la balanza? ¿Qué dice tu balance?

-“Miro para atrás y me parece un cuento” la vida me ha sorprendido paso a paso; mucho más de lo que haya podido imaginar. Regalándome bendiciones constantes. El privilegio de hacer mi vida en torno a mi vocación. Estoy totalmente agradecida. Todo el tiempo, cada día.

-¿Qué te pasa por la cabeza cuando estás cantando himnos que te han acompañado por tu largo recorrido, como “Honrar la vida”, “Soy lo que soy”, “Puerto Pollensa”?

-Encontré en las canciones la forma de decir lo que siento, lo que me pasa, lo que me gusta, lo que creo… esas tres canciones son pilares fundamentales de mi identidad. Son himnos. Belleza pura. Me hace feliz ser el canal por el cual han sonado en la vida de muchos, incluida la mía.

-¿Se resignifica la importancia del arte, de la posibilidad de compartir música, canciones, poética, en momentos de incertidumbre económica, pesares?

-La incertidumbre económica es un mal que padecemos en nuestro país y no nos deja vivir en paz. Y el arte es una manera de convivir con esa incertidumbre. Nos acompaña, nos consuela, nos ayuda, nos contiene. Sueño con poder cantar un día: “Porque no me duele si me quedo, y me muero si me voy”.