El Tribunal Oral Nº 2 dará a conocer este viernes a las 12 su veredicto tras el juicio oral por el crimen de un indigente, ocurrido en la Plaza Güemes en agosto de 2020.

El acusado por el homicidio de Walter Pérez (31) es Braian Alfonso (26). Ambos, al momento del hecho, se encontraban en situación.

Vale recordar que en su alegato de apertura del debate el fiscal del caso, Leandro Arévalo, había sostenido que, según las pruebas recolectadas durante la investigación, el imputado debía ser condenado por el delito de “homicidio agravado por alevosía”.

En tanto, la defensa planteó que Alfonso no participó del crimen. O, al menos, que no se han aportado en la instrucción pruebas que así lo acrediten, ya que no hubo testigos directos del asesinato, ni tampoco huellas dactilares o imágenes tomadas por cámaras de seguridad que lo sindiquen directamente como autor del homicidio. Por eso, habían solicitado la absolución.

El 20 de agosto de 2020, en pleno período de pandemia, cerca de las 2 de la mañana Brian Gabriel Alfonso y Walter Pérez se encontraban en la Playa Güemes, ubicada en Roca, entre Entre Ríos y Buenos Aires. Según expuso en su intervención del martes el fiscal Arévalo, el primero tomó un elemento contundente y “golpeó, con la inequívoca finalidad de darle muerte” al segundo. El ataque fue en la cabeza, y le ocasionó una fractura de cráneo, lo que le produjo a la víctima la pérdida de conocimiento.

Arévalo agregó que, posteriormente y aprovechando la indefensión del herido, Alfonso prendió fuego el colchón en el que éste se hallaba recostado, lo que ocasionó que falleciera por asfixia secundaria al incendio.

Por su parte, la defensa remarcó en su alegato de apertura del debate que existe un dictamen de inimputabilidad sobre Alfonso, por una peritaje psicológico y psiquiátrico hecho por la asesoría pericial, que motiva también el planteo de absolución subsidiario con ese dictamen.

Dichas conclusiones, adujeron, están referidas a la salud mental, para contextualizar la situación de Alfonso. Las mismas apuntaron que el acusado “presenta una inteligencia medio inferior, debilidad mental leve, terreno vulnerable para padecer estados psicóticos transitorios, donde predominan alteraciones sensoperceptivas auditivas y visuales”.

“Estos episodios psicóticos pueden ser desencadenados por consumos de tóxicos, en la actualidad con la medicación prescrita se encuentra estable”, añadió la defensa. Por ejemplo, citaron sustancias como el alcohol y la cocaína, lo que representa un agravante y desencadenante de estos estados psicóticos agudos, que en suma se producen bajo un alto grado de vulnerabilidad psicosocial, donde no hay contención ni cuidado de las personas en situación de calle como Pérez y Alfonso.

Finalmente, solicitaron que el acusado se incorpore a un dispositivo tipo Centro de Día, en virtud de tratar la problemática de sus adicciones, donde se le brinde tratamiento adecuado y específico “garantizado así el acceso a la salud mental, con perspectiva a la rehabilitación social, que se considera necesaria”.

Ahora, los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Roberto Falcone deberán determinar si Alfonso fue el autor del hecho y si, entonces, era consciente de sus actos. Si la conclusión es afirmativa, deberán determinar si le dictan o no una medida de seguridad. De lo contrario, si concluyen que es inimputable, no será condenado a prisión.