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La Ciudad 18 de abril de 2016

Se estudiará la exhortación del papa Francisco “Alegría del amor”

Será durante una jornada de actualización teológica pastoral de la que participarán el obispo y sacerdotes. El padre Ariel Busso, especialista en el tema, vendrá especialmente desde Buenos Aires para presentar formalmente el documento.

Amoris Laetitia, (“La alegría del amor”) es el título de la exhortación escrita por el papa Francisco después de los dos últimos Sínodos de Obispos que abordaron el tema en octubre de 2014 y octubre de 2015. Acerca de la misma, el padre Luis Albóniga, rector de la Escuela Universitaria de Teología, presidente del Cedier y encargado de la Pastoral Familiar de la Diócesis de Mar del Plata, respondió a una serie de preguntas.

– ¿Cuáles son las novedades de la exhortación papal?
– La novedad, por encima de todo, es una actitud de acompañamiento. Francisco, al igual que sus predecesores, reconoce la complejidad de la vida familiar moderna pero acentúa mucho más la necesidad de que la Iglesia esté cerca de las personas, especialmente de las que sufren, sin importar la situación en que se encuentren o lo alejadas que puedan sentirse de la misma. No es simplemente un texto teórico desconectado de los problemas reales de la gente. El título recuerda constante y concretamente la belleza de la vida familiar a pesar de los problemas que conlleva. Francisco escribe elocuentemente sobre cómo formar una familia significa ser parte del sueño de Dios, uniéndose a El en la construcción de un mundo en el que nadie se sienta solo.

– Tratándose de un documento tan largo, ¿La mayoría de los católicos pueda leerlo con provecho? ¿O es sólo para expertos?

– El Papa señala que nadie debería precipitarse en su lectura y que las personas deben prestar atención a lo que más corresponde a sus necesidades específicas. Mientras que Amoris Laetitia es una lectura esencial para los obispos, los sacerdotes, o para cualquier persona relacionada con la pastoral familiar, es importante que todos los católicos se den cuenta del esfuerzo que la Iglesia está haciendo para estar cerca de ellos. Francisco quiere ayudar a las parejas cristianas a perseverar con fidelidad y paciencia, y anima a todos a ser un signo de la misericordia allí donde la vida familiar carezca de paz y de gozo. Los lectores podrán sorprenderse gratamente de lo concreta que es Amoris Laetitia. El Papa, con un corazón de pastor, entra simple pero profundamente en las realidades cotidianas de la vida familiar.

– Buena parte de la controversia en torno al Sínodo se ha centrado en la posibilidad de que los divorciados que se han vuelto a casar puedan comulgar pero Amoris Laetitia no se pronuncia definitivamente sobre el tema. ¿Por qué?

– El Sínodo apuró que las discusiones sobre ganadores y perdedores no eran productivas y lo que sí lo era en cambio, es dirigir una mirada profunda a la vida familiar, al matrimonio y al Pueblo de Dios que se esfuerza por vivir su vocación en tiempos difíciles y complejos. El capítulo VIII, “Acompañar, discernir e integrar la fragilidad”, analiza en profundidad cómo las reglas generales no se aplican estrictamente a cada situación en particular. Y por eso es necesario tener en cuenta la complejidad de cada situación.

– Una palabra recurrente del documento es “discernimiento.” ¿Qué significa para el Papa? ¿Quiere decir que cualquiera puede buscar un sacerdote compasivo que le diga que todo está bien?

– El discernimiento es un esfuerzo constante para abrirse a la Palabra de Dios que ilumina la realidad concreta de la vida cotidiana. Nos lleva a ser dóciles al Espíritu; anima a cada uno de nosotros a actuar con todo el amor posible en las situaciones concretas. El Papa pide a los pastores y a los fieles que disciernan cuidadosamente cada situación concreta. Todo sacerdote o agente de pastoral involucrado activamente en ayudar a las personas a crecer espiritualmente sabe que no hay recetas fáciles, ni talla única, ni excepciones rápidas y simples. Al mismo tiempo, el discernimiento nunca puede separarse de las exigencias de verdad y caridad del Evangelio ni de las enseñanzas y de la tradición de la Iglesia.

-¿Qué les ofrece el documento a los católicos divorciados que se han vuelto a casar civilmente y que se esfuerzan por hacer las cosas bien y educar a sus hijos en la Iglesia?

– Les da la garantía de que la Iglesia y sus ministros se preocupan por ellos y por su situación concreta. Amoris Laetitia quiere que sepan y que sientan que son parte de la Iglesia. Que no están excomulgados. Aunque todavía no puedan participar plenamente en la vida sacramental, se les anima a tomar parte activa en la vida de la comunidad. Un concepto clave es la integración. Los pastores tienen que hacer todo lo posible para ayudar a las personas en estas situaciones a involucrarse en la vida de la comunidad.
– Hubo un momento en que el Sínodo parecía ofrecer una nueva y amplia aceptación de los homosexuales en la Iglesia, pero Amoris Laetitia parece ofrecer muy poco. ¿Qué sucedió?
– La enseñanza de la Iglesia sigue siendo clara: el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y las uniones homosexuales no se pueden equiparar al matrimonio cristiano. Amoris Laetitia centra la atención en el matrimonio y la familia, pero también se dirige a una infinidad de personas que no están casadas. Entre ellas, los padres y madres solos, las viudas y viudos, los hombres y mujeres solteros, todos los cuales tienen lazos familiares.
-El documento es crítico al referirse a algunas praxis anteriores que ponían el acento en cuestiones doctrinales y morales y en la denuncia de un mundo decadente sin hablar, en cambio, de cuanto hay de positivo. ¿Es una crítica a los pontificados anteriores?

– Amoris Laetitia ofrece esperanza en abundancia. No es una lista de reglas o de condenas sino un llamamiento a la aceptación y al acompañamiento, a la participación y a la integración. Incluso cuando las personas, por muchas razones diferentes, no han sido capaces de cumplir con las exigencias de la enseñanza de Cristo, la Iglesia y sus ministros quieren estar a su lado para ayudarlas en su camino. El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden con un corazón sincero.

-Una de las mayores preocupaciones de muchas parejas es espaciar los nacimientos; sin embargo, no parece ser un tema crucial en Amoris Laetitia. ¿Por qué?

– Amoris Laetitia se ocupa del tema en varias secciones diferentes. Se hace gran hincapié en el hecho de que los hijos son un don de Dios y una gran alegría para los padres, y se cita también la Humanae Vitae, reiterando que los cónyuges deben ser conscientes de sus obligaciones en relación con la paternidad responsable.
– ¿Cuál es el mayor desafío de Amoris Laetitia?

-Que se lea sin prisas y se ponga en práctica. Formula propuestas a la Iglesia y a sus pastores para que cambien su enfoque respecto a la familia: para acompañarla, para integrarla, para permanecer cerca de cualquier persona que haya sufrido los efectos del amor herido. Por encima de todo, Amoris Laetitia nos desafía a ser comprensivos frente a situaciones complejas y dolorosas.