Policiales

Se negó a declarar el segundo detenido por el crimen de Luis Mansilla

Lucas Paliza había sido detenido la semana pasada en Lanús. Este martes fue trasladado a Mar del Plata y, luego de rechazar ser indagado por la fiscal del caso, Andrea Gómez, quedó alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.

Lucas Paliza, el hombre detenido la semana pasada en Lanús por ser considerado co-autor del asesinato de Luis Ezequiel Mansilla (19), se negó a declarar este martes ante la fiscal Andrea Gómez y quedó alojado en la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.

Paliza, a quien se lo apoda “Coqui”, ya estaba a disposición de la Fiscalía N° 5 de Lanús desde el 8 de junio, cuando junto a otros dos delincuentes intentó escapar de la policía en un control. Tras una persecución fue interceptado y capturado, pero aportó una identidad falsa.

El miércoles de la semana pasada, casi un mes después de ese procedimiento, funcionarios de dicha oficina se contactaron con Gómez para informar que habían establecido que en verdad Lautaro Leonel Esteban Gómez era un nombre inventado. El resultado de análisis de huellas dactilares confirmó que se trataba de Paliza, sobre quien pesaba una orden de captura por el crimen de Mansilla.

En el marco de esa investigación ya se encontraba detenido y con prisión preventiva William Pérez. En la comisaría sexta de Lanús, Paliza fue notificado de esta situación y se le informó que en los próximos días sería trasladado a Mar del Plata. Finalmente, este martes esa diligencia se consumó y, una vez en Tribunales, rechazó la indagatoria.

El caso del falso “Lautaro Gómez” llamó la atención de algunos instructores judiciales de Lanús porque en su teléfono celular hablaba de un hecho cometido en Mar del Plata, “que salía en los diarios”, que él se había dado a la fuga y que por eso estaba por ese sector del Conurbano.

El caso

El lunes 3 de abril a las 17, aproximadamente, Luis Mansilla se hallaba en la vereda de su casa en William Morris al 6183 junto a algunos amigos, entre ellos Nicolás Giménez, quien tenía consigo una motocicleta Honda Tornado.

En ese momento llegó al lugar un Volkswagen Gol con tres ocupantes y el que iba en el asiento del acompañante descendió con un arma y le sustrajo a Giménez el rodado. En esa maniobra los ladrones efectuaron disparos que fueron escuchados, incluso, por el padre de Mansilla.

De inmediato los jóvenes se agruparon y decidieron ir en busca de la motocicleta, para lo cual el primo de Mansilla le pidió el Peugeot 308 a su padre. A ese vehículo ascendió Mansilla, su primo (el conductor), Giménez y otros dos jóvenes más, entre ellos un menor de edad.

La idea era ir a pedirles “explicaciones” a Agustín Opychany alias el “Gordo Melman”, dueño del Volkswagen Gol y uno de los tres “ladrones”. Por eso se dirigieron hasta su casa, ubicada en un sector del barrio Las Heras.

Cuando llegaron hasta allí ocurrió algo que no está del todo claro, pero en principio se cree que desde el Peugeot dispararon contra la casa de Opychani y escaparon. Pero desde la vivienda salió la motocicleta robada a Giménez y empezó a perseguirlos.

Al cabo de algunas cuadras los ocupantes de la Honda Tornado, en su afán por devolver aquella presunta agresión, dispararon contra el automóvil. Nueve impactos de bala encontrarían los peritos en el Peugeot. En esa secuencia, uno de los proyectiles ingresó por la luneta y dio de lleno en la cabeza de Mansilla, quien estaba sentado en la parte trasera, en el medio.

Los primeros dos detenidos del caso fueron Opychani y un amigo suyo, Leonardo Duhalde, ya que sospechaba que eran los motociclistas. Pero poco después se descartó esa posibilidad ante la indiscutible prueba reunida de que estaban en otro sitio.

Uno de los obstáculos que debió superar la investigación fue el miedo de los testigos a declarar. El mismo Giménez estuvo varios sin aparecer hasta que finalmente se presentó ante la fiscal Gómez. Sin embargo fue otro joven del barrio el que identificó claramente a Lucas Paliza (alias “Coqui” o “Luquitas Guachín”) y a William Pérez, como quienes bajaron del Gol a robar la moto y quienes luego de la persecución a tiros contra el auto llegaron de nuevo al barrio Florencio Sánchez para advertir que “los iban a matar a todos”.

Vale detallar un dato: el vecino que ocupa la vivienda lindante a la de Opychani es Pérez, un individuo con grandes antecedentes penales.

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