La Ciudad

Se presentó la obra de teatro “Un grito de corazón”

La obra es del autor marplatense Jorge Nuñez Arzuaga.

En el Espacio Mugica, de la ciudad de Mar del Plata, tuvo lugar un conversatorio sobre cultura y la presentación del libreto de una comedia de contenido político, a cargo del autor marplatense Jorge Nuñez Arzuaga.

Dando inicio a una agenda de actividades artísticas y educativas programadas para este año en el centro cultural ubicado en la calle Falucho 2364, el referente del lugar Brian Cardoso dio la bienvenida al numeroso público presente, y convocó a desarrollar iniciativas abiertas a toda la comunidad. También hubo música en vivo y luego del acto los asistentes compartieron un ágape.

“Cuando escribí este libreto sentí una fuerte necesidad de compartir ideas y esperanzas, algunas de ellas arraigadas en nuestra tradición política y otras aún incipientes, con la intención de estimular el diálogo sobre el modelo de sociedad al que aspiramos”, señaló a este medio el escritor Jorge Nuñez Arzuaga.

Pensada para una puesta en escena adaptable a diferentes lugares de la ciudad, como escuelas, centros vecinales, clubes deportivos o centros culturales independientes, de una manera práctica y austera y de breve duración, “Un grito de corazón. ¡Viva el pueblo!” plantea reflexionar sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Esto implica potenciar los valores de la cultura democrática e instar a la participación en la vida pública. Y para ello es ineludible acudir al legado de la mayor expresión popular de los argentinos –aunque no esté mencionado explícitamente en la obra, su presencia es tácita- el “movimiento peronista”. Los gobiernos de este signo, a mediados del siglo pasado y a principios del presente, son claras referencias de avances sociales, económicos y científicos.

Con un discurso llano, a veces mordaz, y llegando a ser poético e inflamado también, los personajes arquetípicos son fácilmente decodificados por el público: un presidente y una presidenta populares, la conductora de televisión, el embajador imperialista, los jóvenes de antes y la juventud de ahora; todo en escenarios que se explican por sí mismos: el living de la casa de gobierno, un set de TV, la plaza y una sala de conferencias.

Propuesta estética

El teatro con sentido social y compromiso político expresa los vaivenes de una sociedad, poniendo en evidencia los padecimientos y esperanzas de las mayorías que son desapoderadas por quienes controlan no solo la objetividad a través de los medios de producción, sino también la subjetividad a través de los medios de comunicación masivos (en especial la televisión); e inversamente, cuando las mayorías avanzan en sus reivindicaciones y ponen en marcha gobiernos populares, es el momento de fortalecer desde las artes el ejercicio pleno de los derechos sociales y peraltar los logros para que sean vistos por los espectadores de forma manifiesta en el centro de la escena.

Trazando una parábola entre las épocas de pobreza, sumisión y violencia, y otras de bonanza, justicia y libertad, la dramaturgia se imbrica con la realidad dada, y a la vez colabora para transformarla.

La narración, los diálogos, la construcción sicológica y conductual de los personajes puestos en un contexto histórico (referencias reconocibles de un pasado común; información contrastable con el presente; aspiraciones colectivas para el futuro de una comunidad), se hacen carne en la experiencia del sujeto y lo motivan a rebelarse ante la opresión, a valorar las conquistas y proyectar con entusiasmo el porvenir.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...