El Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires prepara por estos días a una importante cantidad de efectivos policiales para desplegarlos en distintas jurisdicciones de Mar del Plata.

Aunque aún no se dio a conocer el número de policías que se volcarán a las calles de la ciudad, sí trascendió que serían más de 300 para ocupar tres turnos, en principio, a manera de rondín y colaboraciones con las comisarías.

“No es correcto que dé yo precisiones de números de efectivos, pero sí decir, porque es algo que los vecinos están viendo en los distintos barrios de nuestra ciudad, que la UTOI ha incrementado su presencia en Mar del Plata”, explicó a LA CAPITAL el secretario de Seguridad Municipal, Martín Ferlauto. “Estamos contentos de recibir a esta fuerza especial joven -agregó-, que viene a sumarse al esfuerzo de la Policía de Seguridad, las de Investigaciones, Científica, Bomberos, Ecológica, entre otras. Todas son importantes”.

Casi dos centenares de agentes de policías recién egresados y que pertenecen a la UTOI (Unidad Táctica de Intervenciones Inmediatas) se entrenan y capacitan sobre seguridad vecinal en la base que dicha dependencia tiene en la avenida Jorge Newbery, frente al barrio privado Rumencó.

Un acuerdo con una empresa privada de colectivos traslada a los jóvenes policías a distintos puntos de la ciudad, donde, en grupos de ocho, hacen caminatas para comenzar a conocer los barrios. Se los ha visto en jurisdicción de comisaría decimosexta, de cuarta, quinta y tercera.

La iniciativa de agregar fuerzas de seguridad a Mar del Plata no obedece de manera directa con alguna problemática en ascenso del delito, sino con la posibilidad de readecuar recursos y avanzar en las políticas criminales que bajan desde el Ministerio conducido por Sergio Berni y con las que coincide el intendente Montenegro.

A propósito, Ferlauto señaló que “lo trabajamos con el Ministerio de Seguridad Provincia como trabajamos todos los temas: de forma articulada y pensando en el interés superior de los vecinos. En ese marco, es cierto que nosotros hemos aportado un edificio, colaboramos con combustible, reparaciones de instalaciones y móviles, etcétera”.

En línea con lo anterior, el secretario de Seguridad local dijo que “lo más importante no es eso. Es el policía como ser humano, su formación y disciplina. Esto último destaca a la UTOI y el responsable de eso tiene nombre y apellido: Sergio Berni. Este es un ejemplo de articulación sin mezquindad política. Y esto es gestión”.

A partir de abril

Los jóvenes oficiales de policías que se agregaron a UTOI Mar del Plata realizan un curso de capacitación sobre cuestiones específicas de Seguridad Ciudadana y Vecinal.

La base operativa de la UTOI está en lo que en algún momento fue el Complejo Educativo Tecnológico (Cetec), inaugurada en el período del intendente Gustavo Pulti como Escuela de Arte y Oficio Digitales.

Respecto a la cesión de dichas instalaciones a la Policía Bonaerense existe un conflicto que debe destrabarse desde la política, ya que el Frente de Todos no quiere votar a favor, indicaron fuentes municipales. “Lo entendemos de Acción Marplatense pero no del Frente de Todos que está en contra de su propio gobierno”, agregaron.

No obstante, las actividades se desarrollan allí sin descanso, con los oficiales ya recibidos obteniendo conocimientos teóricos y luego saliendo a tener su primera experiencia en los barrios de la ciudad.

Por ahora, no están definidos los lugares en donde la UTOI desplegará sus hombres y probablemente esto surja de una coordinación con la Jefatura Departamental de Mar del Plata y la propia Secretaría de Seguridad que aporta el Mapa del Delito confeccionado por sus especialistas. Lo que sí pudo saberse es que este personal de refuerzo tendría presencia en el microcentro de la ciudad y en los paseos comerciales de mayor convocatoria.

Tampoco se conocen demasiados detalles operativos, tales como si los refuerzos de UTOI harán tareas preventivas en grupos o en parejas, qué tipo de vehículos utilizarán (tienen motos, camiones y patrulleros) y cómo será la articulación con la Justicia en caso de intervenir de manera directa en detenciones.

Mar del Plata cuenta con un grupo permanente de UTOI que supera los 100 efectivos pero no todos ellos son operativos, sino que se abocan a tareas administrativas también. Con la llegada de otros 300 podrían aumentarse significativamente los distintos turnos y, tal como alguna vez sucedió con la Prefectura Naval Argentina o Gendarmería Nacional, descomprimir saturación o necesidad de personal que tiene la Policía Bonaerense en su área de Seguridad.

Sobre el delito en Mar del Plata, el secretario Ferlauto resaltó que siempre es una preocupación pero insistió en el compromiso del ministro Berni con la ciudad: “Es cierto que la seguridad es una preocupación hoy en día, en todas las ciudades del país. Pero responsabilizar por ello al Ministro de Seguridad es, cuanto menos, equivocado. El ministro es el jefe político de la Policía. ¿Qué culpa tiene si desde las cárceles se organizan los delitos? ¿Qué culpa tiene si la Policía mete preso a un delincuente y se lo libera enseguida? ¿Qué culpa tiene si los menores que delinquen se mueven en un marco de anomia cuasi total?”.

Ya como conclusión, Ferlauto profundizó en la necesidad de cambiar ciertos paradigmas al definir como principal problema de la seguridad al “zaffaronismo, al garantismo mal entendido, que ha contaminado a todo el sistema. Se excusan en la defensa de los derechos humanos de los delincuentes y se olvidan de los de la gente honrada. Es necesario hacer modificaciones a la normativa, porque cuando vemos que dos sujetos detenidos la semana pasada por una pelea en la calle tuvieron entre los dos más de cuarenta ingresos a la comisaría o el que mató a Lucio con 18 años recién cumplidos había sido detenido cuatro veces; eso muestra la deficiencia en las leyes. Hay organismos que se financian directa o indirectamente con el Estado, que se dedican a socavar la autoridad policial. Cuando la policía comete un error, se presentan como querellantes, los hostigan desde donde pueden. Esto tiene que terminar en la Argentina”.