El candidato a diputado sostuvo que LLA es "la única alternativa viable" en las elecciones. Si bien destacó el rumbo del Gobierno, reconoció que a muchos "les está faltando el mango". También habló de Espert y de Montenegro.
En la etapa final rumbo a las elecciones del domingo, Sebastián Pareja, el presidente de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires y candidato a diputado, anticipó que si el oficialismo gana a nivel nacional, “el kirchnerismo no vuelve” y defendió el plan de gobierno de Javier Milei.
En diálogo con LA CAPITAL, sostuvo que limar la diferencia de 14 puntos que hubo con Fuerza Patria en los comicios bonaerenses será clave para que LLA logre imponerse en el conteo general.
El dirigente planteó que la seguridad y el empleo son los dos temas que más preocupan a la ciudadanía, a lo que se suma el “temor” a regresar a un “modelo de país” que nunca resolvió esos problemas.
Si bien ponderó la baja en la inflación, reconoció que a muchos “les está faltando el mango para llegar a fin de mes”. Y también se refirió a la baja de la candidatura de José Luis Espert: “Yo habría dado un paso al costado inmediatamente”.
-¿Qué expectativas tiene para el domingo?
-Buenas, uno trabaja siempre para ganar. Pero hay que ser cuidadosos. En las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, nos dejamos llevar bastante por lo que marcaban las encuestas. Nos preparamos como para llegar a ganar o perder por uno o dos puntos. Por eso, pareció una derrota terrible. Cuando van pasando los días y uno empieza revisar todo, compitiendo prácticamente sin ningún intendente, sacar casi el 35 % en la provincia es una barbaridad. En ese contexto, la expectativa que tenemos ahora es mejor que el resultado de septiembre. Pero con la prudencia de haber aprendido de ese error.
-¿Achicar la diferencia con Fuerza Patria en la provincia es la clave para que LLA se imponga a nivel nacional?
-Sí. Hay que tener en cuenta que nosotros, independientemente del resultado que saquemos, vamos a estar ganando, porque ponemos en juego muy pocas bancas. Si tomamos la elección de septiembre, que nosotros achiquemos un punto, dos o siete va a ser una ayuda para poder ganar a nivel nacional.
-¿El objetivo general es llegar a los 100 votos propios en Diputados, sumando a LLA y aliados?
-Desde una lectura electoralista, el primer objetivo sería que a nivel país gane LLA. Sería un gran mensaje para la ciudadanía y la política. Un segundo objetivo, como acabás de describir, es que lleguemos a 100 diputados entre propios y aliados. Eso nos permitiría estar bastante más consolidados que lo que estamos hoy en la Cámara de Diputados.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones de los ciudadanos de la provincia?
-La seguridad y el empleo. En lo político, también se ve el temor al regreso de un modelo de país y de provincia que nunca resolvió estos dos problemas. Nosotros somos la única alternativa realmente viable. Si gana LLA, el kirchnerismo no vuelve. Todas las demás opciones son del mundillo político. Somos la opción que realmente busca desbancar del poder al kirchnerismo. Con respecto a la seguridad y el empleo, estamos trabajando en ese sentido. Si bien es cierto que la gente no ha percibido de manera directa el beneficio económico de la realidad que estamos viviendo, estamos bien encaminados. Porque le hemos puesto una baja muy grande a la inflación, que hace que cualquiera pueda proyectar. Estamos trabajando con el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), entre otras cosas, para que se incorporen nuevos puestos de trabajo. El programa de gobierno apunta a que la actividad privada crezca y no la pública.
-Más allá de la baja en la inflación, ¿no es una cuenta pendiente dinamizar el empleo y recomponer ingresos?
-Sí, pero ese camino arrancó en diciembre de 2023. Se tuvo que consolidar la macroeconomía y se tomaron decisiones fuertes. La casta política es la que pagó el costo, más allá de que sabemos del sufrimiento de muchos argentinos que les está faltando el mango para llegar a fin de mes. Pero también hay que explicarles que nosotros somos los que hemos reducido el Estado, hemos sacado ñoquis. Y, al sacarlos, hemos sacado terminales políticas y sus cajas para tratar de aplicarlas en la gente.
-¿Cómo impacta en LLA la renuncia de José Luis Espert como primer candidato a diputado?
-Mi deseo sería que la gente lo tome positivamente. Se descubrieron algunas cuestiones que no sabíamos y el espacio tomó la decisión de que se apartara. Nos pusimos a disposición de la justicia y dimos la cara; nunca nos escondimos. No estamos exentos de cometer errores o de que haya gente inescrupulosa en el espacio. El tema pasa por qué posición toma el gobierno y el partido.
-¿Fue un error la elección de Espert como primer candidato?
-Sería un error montarme al diario del lunes para decir eso. Espert arrancó en 2019 con las ideas del liberalismo. Había recorrido la provincia. No sé si otro candidato era más representativo de esas ideas. El Presidente intenta dar esa discusión y para eso elige no a los que mejor miden, sino a los que mejor lo representan. El desenlace que tuvo el caso lleva a pensar ‘qué macana’. Queríamos poner al que mejor represente el liberalismo y, en realidad, está vinculado a un tema que no nos representa en nada.
-¿Se tardó más de la cuenta en bajar la candidatura?
-No, fue en los tiempos razonables. La prudencia del lado del Gobierno estuvo. Sí puedo cuestionar, sin hacer leña del árbol caído, la decisión de José Luis de querer continuar. Si estabas involucrado en todo esto, si sabías que habías firmado un contrato de estas características, por más que capaz no tiene nada que ver con la empresa de (Fred) Machado y compañía, yo, por el bien del espacio, habría dado un paso al costado inmediatamente.
-¿Qué agenda impulsará el Gobierno en el Congreso a partir del 10 de diciembre?
-Nos estamos preparando para discutir reformas estructurales como nunca antes vio Argentina: la laboral, la impositiva, la previsional y la penal. Todavía no estoy interiorizado en la letra chica, porque no se han elevado al Congreso y yo tampoco he asumido.
-Estamos en una tensión cambiaria en las últimas semanas. ¿Un resultado adverso el domingo podría acelerar una devaluación?
-No soy un especialista. Pero no estamos esperando el resultado electoral del domingo por los mercados. Si la naturaleza de los mercados depende de que ganemos o perdamos, yo te digo que no. Sí veo un aprovechamiento de la oposición, que tiene recursos económicos como para, dependiendo del resultado, trasladar el caos a los mercados.
-También se habla de una reconfiguración del Gabinete. ¿El camino es profundizar el diálogo con los gobernadores y la alianza con el PRO para tener más gobernabilidad?
-Yo creo que sí. Pero el diálogo existió siempre y ahora lo que está en juego es otra variable. De repente, hay un sinfín de actores políticos que están dispuestos a acompañar en la medida que les des una secretaría de Estado o un ministerio. Vos me vas a decir que así funciona la política. Está bien, pero así estamos. ¿Por qué tenemos que caer en eso? Por ejemplo, Patricia Bullrich, que perdió en octubre del 2023, sin ningún tipo de condición salió a decir que acompañaba al presidente Milei. Después, él la elige como ministra de Seguridad. Bienvenido, pero los caballos estuvieron adelante del carro. Si no, todo es un toma y daca.
-Uno de los nombres que suena como posible sucesor de Bullrich es el intendente Guillermo Montenegro, ¿cómo vería su ingreso al Gabinete?
-He hablado con él. El acuerdo para que encabece la lista de senadores bonaerenses lo hicimos con él y con Cristian Ritondo. Y no hubo detrás de esa candidatura ningún condicionamiento. Al contrario, nunca habló de la posibilidad de irse al Gabinete. Entiendo que tiene todo el derecho de pretenderlo e imaginarlo. E incluso el Gobierno de tomarlo. Es un actor relevante, totalmente instruido.