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Ser madre y policía a la vez: cómo es hoy el rol de la mujer en la fuerza

Gabriela Santillán (48) ingresó a la Policía Bonaerense en 1993 y en la actualidad se desempeña como comisaria titular del Destacamento Femenino. En 27 años tuvo tres hijos y atravesó los cambios y la evolución del camino a la igualdad de género dentro de la institución.

Gabriela Alejandra Santillán (48) decidió ser policía en otra época. Una muy distinta a la actual. En 1993, cuando ingresó a la fuerza, no sólo no existía la igualdad de género dentro de la institución sino que ni siquiera se le podía ocurrir a ningún uniformado que eso algún día se modificaría sustancialmente.

Nacida en San Fernando, la actual titular del Destacamento Femenino de Mar del Plata inició su carrera en la Policía Bonaerense soltera y hoy, 27 años después, llegó a ser comisaria luego de atravesar todos los puestos en distintas dependencias, casarse dos veces y tener tres hijos.

Cuando recibió el llamado de LA CAPITAL para la realización de esta nota, en el marco del Día de la Madre, Santillán no dudó en contar parte de su historia porque le satisfizo la idea de que la sociedad conociera cómo han repercutido los cambios sociales y las luchas por la igualdad de género incluso dentro de una fuerza policial.

“Vine a Mar del Plata porque elegí la ciudad como destino junto a quien era mi marido entonces, también policía. Tuve a mi primer hijo, Nicolás, en 1996 y al segundo, Joaquín, en 2001. Después me separe y se nos quemó la casa, por lo que me fui con los nenes chiquitos de nuevo a trabajar a zona norte del Conurbano. Ellos me apoyaron siempre: fui desde oficial de servicio hasta comisaria siendo madre, llevando adelante la familia”, dice con orgullo Santillán.

Al momento de la primera mudanza, el mayor de los niños tenía 6 años y el menor todavía no había cumplido los 2. Tiempo después, la policía conoció a su segunda pareja y tuvo a su hija Milagros, en 2014. Todos volvieron posteriormente a Mar del Plata, y con ellos trasladaron también a la abuela materna.

El rol de la mujer y los

cambios en la fuerza

Durante toda la charla con LA CAPITAL, Santillán repite que en la actualidad el rol de la mujer dentro de la fuerza es más valorado que antes. Si bien la comisaria intenta rescatar lo mejor de cada etapa de su carrera, no duda en remarcar que “todo fue evolucionando”.

“Cuando yo inicié mi carrera no había tantas contemplaciones como hay hoy en día. Si teníamos que cambiar el servicio, había que hacerlo. Nos teníamos que arreglar con nuestros hijos. Hoy por suerte hay más contemplaciones. Donde yo estoy trabajando somos todas mujeres y casi todas tienen hijos, entonces nos organizamos, también de acuerdo a los trabajos de los padres de los chicos”, explica.

Y agrega: “Hoy en día es mucho más flexible. Todos los extremos son malos, pero antes nos exigían mucho y tratábamos de resolverlo. Y hoy, que tenemos más flexibilizaciones, algunos lo desaprovechan, lamentablemente. Pero ahora es mucho mejor: antes no podíamos ni llegar a hablar con el titular, era muy difícil, para por ejemplo hacer un cambio para poder estar con un hijo en determinadas situaciones. Ahora siempre está abierta la puerta del despacho, y eso hace que mejore el desempeño del personal, que reconoce las buenas acciones”.

Con respecto a los cambios a los que alude, Santillán sabe que fueron consecuencia de los avances en las luchas sociales y feministas, por un lado, pero también menciona los propios comportamientos de quienes integran la fuerza. Y cita ejemplos de distintas mujeres pero también de hombres. “Los que hoy somos titulares antes éramos oficiales de servicio, y las cosas que no nos gustaban intentamos cambiarlas, como el trato interno, para que el personal se brinde muchísimo más. No tiene sólo que ver con el avance de las luchas de la mujer, aunque ahora a la mujer se le tiene más contemplaciones. Nosotras siempre tuvimos que demostrar un poco más para que se nos dé un lugar y se nos tenga en cuenta”, sostiene.

Esa situación -señala Santillán- se puede ver reflejada en las jefaturas de las seccionales. “Ahora se nota que hay un poco más de igualdad, con muchas mujeres que son titulares de las comisarías, lo que antes no ocurría. Por ejemplo, María Rey, titular de la comisaría cuarta, que también es madre: ¡tiene 6 hijos!”, pondera.

Si bien es cierto que la carrera de policía es difícil para una mujer que es madre y que en simultáneo tiene que cuidar de uno o más niños, la comisaria entrevistada indica que sus ausencias eran mayores cuando sus hijos “eran más chicos”. “Ellos siempre me acompañaron y me apoyaron, en los traslados y en los servicios. En cada cambio me han apoyado, me han ayudado, y se acostumbraron a nuestro ritmo. Y no guardan ningún sentimiento de bronca o rencor por eso contra la policía, todo lo contrario, porque su papá también es comisario. Igual, por ahora no les interesa ser parte de la fuerza”, añade.

 

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