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Arte y Espectáculos 3 de noviembre de 2019

Serrat y Sabina: el renovado goce de sus canciones y leyendas

Serrat y Sabina, juntos otra vez en Argentina. Foto: Télam | Maximiliano Luna.

Con 28 canciones para un espectáculo de casi tres horas de duración, muy festejado por el público que colmó el estadio porteño Movistar Arena, los españoles Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina iniciaron de modo contundente su tercera aventura conjunta.

El estreno de “No hay dos sin tres”, continuador de “Dos pájaros de un tiro” (2007) y “Dos pájaros contraatacan” (2012) volvió a estar en la sintonía de aquellos al exhibir el peso del cancionero creado por cada uno y la invicta fascinación de la audiencia.

En ese clima festivo que el propio Sabina definió el jueves durante una entrevista con Télam y otros medios locales como “una celebración tribal e intergeneracional que es además un homenaje a la amistad, a muchas cosas que nos han pasado y que nuestras canciones han reflejado y la gente se las ha apropiado”, incluyó algunas versiones que conspiraron contra la belleza y el impacto de esas mismas piezas.

Pero la puesta de “No hay dos sin tres” mostró junto a un cuidado sonido una esmerada puesta de imágenes y luces que lució imponente gracias a un dispositivo capaz de envolver el tablado con distintos motivos en relación a la canción en cuestión.

A partir de las 20.50 cuando un demasiado extenso video de 10 minutos de duración narrado por Ricardo Darín jugó con la figura de las aves que tituló las dos primeras juntadas de ambos, el catalán de 75 años y el ubetense de 70 iniciaron el show compartiendo “Esta noche contigo”, de Sabina.

Enseguida y en el primero de los pasos de comedia puestos allí para saludar, Serrat explicó estos encuentros a partir de “un intercambio de personalidades” y, menos elegante, Sabina los atribuyó a que “nos gusta mucho el dinero y así trabajamos la mitad y cobramos el doble”.

“No hago otra cosa que pensar en ti”, la inquietante “Ruido” y “Cuenta conmigo”, dieron paso a los primeros momentos en solitario que Serrat usó para hacer “Las malas compañías” y Sabina para reponer la estupenda “De cartón piedra” a la que insertó un innecesario fragmento de “Balada para un loco”.

Otro diálogo para que Joan Manuel los definiera como “dos viejos chotos” y Joaquín ironizara sobre que “mi envida y su talento” son el par de elementos que dominan dúo, llegó un gran momento sabinero con la sucesión de “Qué hermosas eran”, “Una canción para la Magdalena” (a cargo de Serrat) y “19 días y 500 noches” (por su autor).

Para lucimiento de las coristas femeninas Sofía Mohamed y Tamara Barros se sucedieron “Es caprichoso el azar” y “A la sombra de un león” y llegó el mejor pasaje del recital con Serrat encabezando “Los fantasmas del Roxy” y sobre poema de Miguel Hernández y con una evocación a Alberto Cortez que mereció el aplauso de la audiencia, “Nanas de la cebolla”.

“Lágrimas de mármol” y “Lo niego todo”, del homónimo último álbum que Sabina publicara en 2017 y una religiosa puesta en torno a “Cantares”, habilitó otro tramo delicioso con “Lucía”, un fragmento de “Romance de Curro ‘El Palmo'” y “Mediterráneo”.

En otra sintonía Sabina hizo su versión del tango “Mano a mano” que con otra lírica tituló “Cuando me hablan del destino”, con ambos disfrazados de piratas tronó “La del pirata cojo” y se escucharon “Princesa”, una muy floja aproximación a “Señora”, “Y sin embargo”, “Noches de boda” y “Y nos dieron las diez”.

A modo de bises y con espectadores pidiendo por más, hubo espacio para “Contigo”, una muy sentida versión en catalán de “Paraules d’amor” (tema que Sabina señaló como su preferido de la obra serratiana) y “Pastillas para no soñar” con su declaración de principios muy a cuento de los protagonistas cantando “Si lo que quieres es cumplir cien años, no vivas como vivo yo”.

El staff musical de “No hay dos sin tres” reunió a los responsables del sonido de los dos (el pianista Ricardo Miralles por Serrat y los guitarristas Antonio García Diego y Pancho Varona por Sabina) marcándole el paso a un quinteto integrado por David Palau (guitarras), José Mas “Kitflus” (teclados), Laura Gómez Palma (bajo), Pedro Barceló (batería) y José Miguel Pérez (vientos y acordeón).



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