Arte y Espectáculos

Silvia Ferragine: “Nunca son simples las historias de amor”

En "Mal de amores" cuenta historias siempre atravesadas por el conflicto. Lo hace junto al saxofonista Oscar "Gato" Moyano. Las últimas funciones serán hoy y el 18 de mayo.

Cuentos de Mempo Giardinelli, María Teresa Andruetto, Graciela Cabal, Marco Denevi, María Esther Goitía, Adriana Derosa y Sandra Russo, entre otras plumas, son parte de los relatos de “Mal de amores“, un espectáculo con relatos y música que subirá a escena hoy a las 19 en una de las salas de Cuatro Elementos (Alberti 2746).

Las narraciones están a cargo de Silvia Ferragine, actriz y narradora de gran trayectoria en Mar del Plata. Lo musical recae en Oscar “Gato” Moyano, destacado saxofonista y flautista de esta ciudad.

Tras más de dos años de recorrido con “Mal de amores”, el espectáculo va llegando a su fin. La de hoy y la del 18 de mayo serán las dos últimas funciones. “Son ciclos”, indica Silvia. “Hay mucha gente que ha visto este espectáculo y hay que soltar, cuesta porque Mal de amores está ahora en su mejor momento: en cuanto a variedad de temáticas, de géneros literarios y en cuanto a los tiempos. Pero hay que soltarlo y despedirse”.

Moyano condice: “Silvia expresa mucho con sus manos y con su mirada”. E indica que la participación en esta propuesta lo obligó a usar el escenario de una manera más pensada a como lo hace como músico.

“A cada relato y cuento de Silvia agrego una música breve, siempre busco poner alguna música relacionada con ese cuento y así van transcurriendo los cuentos y la música, como músico me resulta grato y en este caso me resultó interesante porque en los momentos en que no toco también tengo que estar en una puesta en escena”, agregó Moyano a LA CAPITAL.

Los relatos que desgrana Ferragine hacen foco en el amor, aunque como indica el título, son amores atravesados por el conflicto. “Nunca son simples las historias de amor, por eso la identificación de los espectadores con las historias”, dice ella y señala que el deseo siempre es “dejar algo en el espectador, en el alma del otro, en su imaginación”.

“En Mal de amores contamos el amor pero diciendo otras cosas -sigue la narradora-. En un caso es el precio de la excesiva curiosidad del personaje masculino en la vida de ella, en otro caso es el peligro que encierran algunas personas que no están dentro de la historia de amor y que intervienen como fuerzas negativas, hay una historia de amor de la época en que ella llega en barco porque ya está casada pero se enamora de otro, o un relato de un personaje que vive en esos pueblos que tienen una cultura controladora de los otros…”. Es decir, el abanico de historias es tan amplio como la imaginación de cada escritora y escritora.

– ¿Cómo se adapta un cuento a la narración oral?

– Trabajo mucho con la oralidad. Nosotros hacemos una apropiación del lenguaje cotidiano para poder narrar y para que suene, porque la narración oral es música y tiene que sonar fácil para el que oye. La atención sonora es lábil y si la cabeza se va no vuelve a la historia o vuelve cuando pasa algo. Es una técnica, trabajamos el texto para la oralidad sin traicionar al autor, para tener la tranquilidad de que si el autor estuviera en la sala no se iría corriendo por la puerta. La narración es un modo de acercar la literatura a la gente, a la que le gusta escuchar historias y que le cuenten. Somos intermediarios entre la obra y quien escucha.

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