El sistema Meshtastic fue desarrollado en 2020. Los equipos permiten mantener la comunicación diaria sin cobertura celular a través de nodos interconectados, colocados en puntos estratégicos de las ciudades.
Desarrollado por el estadounidense Kevin Hessler en 2020, el sistema Meshtastic permitía, en un inicio, intercambiar mensajes y conocer la posición GPS de cada miembro que tuviera un módulo de radio. Hoy, sus usos son casi infinitos para la comunidad.
Meshtastic funciona como alternativa a las estructuras de comunicación tradicionales, como el celular o la Internet. Los equipos permiten mantener la comunicación diaria a través de un sistema de nodos interconectados, colocados en puntos estratégicos de las ciudades.
“Los que hacen actividades al aire libre lo pueden utilizar para mantener la comunicación en lugares donde no hay cobertura de celular; los que trabajan en sistemas automatizados lo emplean para intercambiar datos entre sensores”, ejemplificó Rubén Pouquette, divulgador y speaker de tecnología y ciberseguridad.
Y agregó: “Hagamos de cuenta que los equipos de Meshtastic son similares a los Walkie-Talkies, pero exclusivamente para mensajes de texto y cada dispositivo, aparte de permitir el envío y la recepción de mensajes, es repetidor activo de otros mensajes”.
El objetivo es llevar adelante la instalación de nodos para lograr redes de comunicación “descentralizadas, libres y gratuitas que sí funcionan”, sostuvo Pouquette. Debido a que estas redes son mantenidas por las mismas personas que las instalan, la colaboración y el intercambio de experiencias son un factor crucial.
El sistema puede ser utilizado en lugares donde no haya cobertura de celular, como actividades al aire libre o recitales, entre otros.
La “comunidad Mesh” Argentina nació hace algunos años. “Éramos un grupo de personas que buscábamos experimentar con sistemas de comunicación descentralizados y fuera de cualquier red de comunicaciones convencional, como el Wi-Fi, internet o telefonía”, explicó Pouquette.
Aunque la contabilización no puede ser exacta —el usuario puede elegir si reportar su ubicación o no—, se puede asumir que hay más de 300 nodos activos funcionando en todo el país, que participan día a día para que los mensajes lleguen a destino.
Debido a su naturaleza portátil y de alta disponibilidad, esta tecnología puede desempeñar un rol muy importante para grupos de personas trabajando en emergencias. Normalmente se asocia a estos equipos como la ‘solución’ o la mejor alternativa en situaciones de catástrofes.
Sin embargo, Pouquette aclaró que esto no necesariamente es así. “Hay equipos igualmente o más necesarios, como los equipos de radio convencionales. Sin dudas, la gente capacitada para desempeñarse en esos casos son quienes deben elegir cuál o cuáles son los equipos más idóneos para sobrellevar la situación que van a transitar”, explicó.
Y opinó: “Basta mencionar lo que sucedió en Bahía Blanca, cuando hubo ese temporal muy grande que dejó incomunicada a toda la ciudad. Si una red de comunicaciones como esta hubiese estado desplegada, los resultados habrían sido distintos”.
“Hoy en día, Bahía Blanca cuenta con cobertura en toda la ciudad de este tipo de radios gracias a la colaboración de personas; colaboración desinteresada en pos de facilitar comunicaciones en el caso de que una catástrofe volviera a suceder”, agregó.
En relación con la seguridad, Meshtastic mantiene la confidencialidad al utilizar un cifrado de extremo a extremo, como cualquier aplicación de mensajería. “Los mensajes son efímeros, es decir, se originan en quien los envía, terminan en quien lo recibe y después se eliminan, porque los equipos no tienen mucha memoria. Entonces, se van sobrescribiendo todo el tiempo”, explicó.
“Es, básicamente, un sistema de mensajería, como puede ser WhatsApp o Telegram. Lo interesante es que, a pesar de que todos los nodos participan en el tránsito de los mensajes, desde el emisor hasta el receptor; ninguno de esos nodos puede ver los mensajes que se envían”, aclaró. Al ser descentralizado y mantenido por los miembros, el sistema también está exento de cualquier tipo de filtración.
Y ejemplificó: “Si yo tengo un nodo en zona sur de Capital Federal y tengo que enviarle un mensaje a un nodo que está en Bahía Blanca, todos los nodos que participen recibiendo y reenviando ese mensaje no podrán ver el contenido. Solamente quien lo envía y quien lo recibe”.
Meshtastic está basado en un sistema de comunicación de largo alcance llamado Lora.
Los dispositivos son variados. Hay equipos que tienen pantallas para ver la información del nodo y leer los mensajes; otros con teclados para no depender del uso del celular y sistemas GPS embebidos. También hay algunos módulos con paneles solares, que los vuelven autónomos y logran funcionar sin asistencia del usuario. “Estos sistemas los armamos tanto nosotros —usuarios, personas interesadas— como también se pueden comprar ensamblados”, detalló.
“Básicamente, para implementar Meshtastic lo único que se necesita es imaginación. Es un sistema flexible y tiene compatibilidad con módulos de radio que se pueden comprar en cualquier tienda de electrónica”, sostuvo.
La mayor concentración de nodos se produce en Capital Federal, aunque también se pueden encontrar en Santa Fe, Rosario; Neuquén —donde hay alrededor de unos cinco o diez nodos funcionando constantemente—, sumado a los nodos que no reportan ubicación o que se encienden eventualmente.
“El RadioClub de Bariloche también instaló nodos para que toda la ciudad esté cubierta”, sumó Pouquette. De esta manera, uno puede llegar a Bariloche, encender su Meshtastic e intercomunicarse con los nodos de todo el país. Bahía Blanca también cuenta con una red de nodos fijos en cerros, que cubre toda la ciudad.
El grupo se asiste mutuamente vía Telegram, donde más de 4.000 personas comparten sus experiencias con Metastatic. El grupo se divide por temática y provincias, “por lo cual, cualquiera que entre puede buscar el tópico y preguntar en el subgrupo que corresponda para obtener asistencia”, propuso.