La Ciudad

Sindicalistas reclaman políticas de estímulo para la producción y el empleo en la pesca

Aseguran que pese al aumento en los niveles de facturación, en el puerto de Mar del Plata está cayendo la actividad y subiendo el desempleo. Reclaman reuniones con Macri y Vidal para que haya políticas que incentiven la actividad de los fresqueros.

Aunque las estadísticas oficiales describan a la pesca como a la actividad que mayor crecimiento económico experimentó durante los últimos meses, los gremios advierten que esas cifras no dan cuenta de la auténtica realidad del sector.

Aseguran que los números del Indec, repetidos con entusiasmo por algunos funcionarios y analistas, no exponen la crítica situación en la que se encuentra el puerto de Mar del Plata, acechado por el crecimiento del desempleo y la caída en los niveles de producción.

“Lo que está pasando es que el langostino y el calamar están inflando los números”, advierten desde los sindicatos. La abundancia de ambas especies generó que en lo que va de este año el sector registrara en forma global una facturación récord. Pero como contracara de ese fenómeno la flota fresquera opera cada vez menos, la actividad en los frigoríficos desciende y el nivel empleo en tierra cae.

“Que anden bien el langostino y el calamar beneficia al sur y no a Mar del Plata; por eso a pesar de lo que digan los números del gobierno, en esta ciudad la situación es angustiante”, le dijo a LA CAPITAL el secretario general del SUPA, Carlos Mezzamico.

Según explicó, en su gremio, la estiba, en estos momentos hay un 50% de trabajadores desocupados, lo que atribuye a los escasos desembarques de pescado fresco y al hecho de que, atraídos por la abundancia y los buenos precios del langostino, decenas de embarcaciones con asiento a Mar del Plata hayan resuelto migrar hacia el sur.

“En este contexto lo que hace falta es que la Nación y la Provincia interpreten bien los números e implementen políticas que favorezcan las capturas de pescado fresco”, reclamó el secretario general del Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape), Pablo Trueba.

Según explicó, en su actividad la falta de trabajo también es un problema simple de corroborar. “Solo la flota colorada, la de los barcos rojos, tiene 894 plazas de trabajadores. Desde enero a la fecha hubo 404 de esas plazas que no se ocuparon porque muchos barcos no se movieron”, aseguró.

A partir de esos números, Daniel Acha, del Centro de Conductores Navales, aportó sus propios cálculos. “Por cada trabajador embarcado hay al menos otros 10 trabajadores en tierra. Así que podemos decir con tranquilidad que por la menor actividad de los fresqueros hay en este momento unas 5 mil personas con serios problemas para subsistir”, afirmó.

Expresando una opinión compartida por otros sindicalistas, Mario Galano, del Centro de Patrones, sostuvo que algunos funcionarios no perciben que pese a lo que indiquen los números generales la pesca marplatense necesita “políticas que fomenten el empleo y la producción” especialmente en el sector “del fresco”.

“Lo que le sirve a Mar del Plata es que los barcos vayan a pescar y traigan la materia prima a tierra para que se la procese. Si eso no se hace se puede facturar mucho con algo circunstancial como lo que se vive hoy con el langostino, pero eso es algo que beneficia a unos pocos. Además hay que preguntarse qué va a pasar cuando el langostino se acabe”, señaló.

Para el dirigente del Centro de Patrones, Gustavo Traspando sería “un grave error” que las autoridades no tomen nota de lo que ocurre actualmente dentro de la actividad. “Los números son fríos y no muestran lo que realmente pasa. Si esto explota no lo va a parar nadie”, advirtió.

Reuniones con Macri y Vidal

Después de haber mantenido diversas reuniones con ministros y secretarios nacionales y provinciales, los sindicatos de la pesca y del puerto insisten con su reclamo para describir la situación de la industria ante las máximas autoridades.

“La pesca es muy amplia y por lo tanto debe haber políticas especiales para cada uno de sus eslabones. Para cada uno de los armadores, según su tamaño, para los frigoríficos y para los trabajadores. Por eso queremos hablar cara a cara con la gobernadora, María Eugenia Vidal y con el presidente Mauricio Macri”, señaló Trueba.

El sindicalista, al igual que sus pares, no dejó pasar por alto el hecho de que meses atrás Macri recibiera en la Quinta de Olivos a algunos de los principales empresarios del sector. “Pero como es lógico ellos plantearon sus preocupaciones y sus intereses. Así como los congeladores han tenido la posibilidad de plantear lo suyo es necesario que, por la magnitud de esta crisis, otros actores también sean escuchados”, indicó. “Ahí está la flota costera, con banderas negras, tratando de llamar la atención “, agregó.

Para los gremialistas la crisis del sector es difícil de explicar, pero fácil de entender para quien se tome el trabajo de distinguir quién es quien y de interpretar cuáles son las necesidades.

“Si sacamos de la cuenta al langostino y al calamar está claro que los costos no dan, que la rentabilidad es muy baja y que hay sectores, como el del fresco, que necesitan de una política pública específica para poder salir de esto”, aseguraron.

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